La llegada del Real Madrid, por cuarta ocasión consecutiva, a tierras americanas para ejecutar parte de la pretemporada, es todo un hecho. Tras la reincorporación de los pocos jugadores que aún gozaban de vacaciones, debido a su participación bien en la Confederaciones (Marcelo, Arbeloa, Ramos y Casillas), bien en el Mundial sub-20 (Jesé), hace que por fin, el grupo, esté completo trabajando a las órdenes de Carlo Ancelotti.
El técnico de Reggiolo ha podido contar por primera vez la pasada madrugada, horario peninsular, con el total de sus efectivos para encarar la segunda parte de la citada pretemporada, con el objetivo de finalizar la preparación previa al inicio del curso en las mejores condiciones posibles. Con el encuentro del próximo viernes de madrugada en España, ante Los Ángeles Galaxy en el horizonte (19:30 hora local), los jugadores se pusieron manos a la obra en la primera sesión en territorio americano.
Nuevamente en el campus de la Universidad de UCLA, los futbolistas blancos recibieron la siempre bien acogida visita de un ilustre ex jugador merengue. El inglés David Beckham acudió al entrenamiento para encontrarse con algunos ex compañeros como Casillas o Ramos, y saludar al resto. Con el propio presidente atento desde las gradas, los hombres de Ancelotti vivieron un inicio de sesión en el que el físico fue el protagonista, con ejercicios destinados a mejorarlo, utilizando vallas para la potenciación muscular.
David Beckham posa junto a Zidane y Florentino durante el entrenamiento. (Foto: Corazonblanco).
Posteriormente, fue el balón el que cogió el relevo, y se convirtió en protagonista del mismo. Para ello, los jugadores se dividieron en dos grupos, conformando el primero los cuatro guardametas que han viajado en la expedición blanca. Iker Casillas, Tomás Mejías, Diego López y Jesús Fernández se pusieron a las órdenes de William Vecchi, preparador de porteros, para realizar ejercicios específicos.
Por otro lado, en un segundo grupo, todos los jugadores de campo disponibles. Lo novedoso de la sesión fue la aparición de un beep test, que consiste en la realización de ejercicios que marca un programa informático, y que transmite a través de una serie de altavoces. La única excepción la representó Asier Illarramendi, que sigue arrastrando molestias y que se ejercitó por separado en el gimnasio.