Se cumplió el dicho de “entrenador nuevo, victoria segura” y el  División de Honor Juvenil  del Real Zaragoza volvió a la senda de triunfo tras ocho partidos sin hacerlo. El estreno de Quique Falcón en sustitución de Diego Martínez no pudo ser mejor y el equipo blanquillo se llevó la victoria de las islas en un encuentro  que se antojaba vital para conseguir la permanencia.

Tras una primera parte muy disputada, el Real Zaragoza, que se encontraba en una posición más delicada que su rival y necesitaba los tres puntos, fue a por todas y se llevó una merecida victoria gracias a los goles de Aparicio y Guillermo.

Igualada primera mitad

Ambos equipos saltaban al terreno conscientes de lo que se jugaban y se evidenciaba en la primera media hora de juego, donde la intensidad y la disputa eran las protagonistas. Con el paso de los minutos, el equipo zaragocista se iba haciendo con el control del partido y tuvo la posesión durante el último cuarto de hora, aunque sin disfrutar de ocasiones claras de gol.

El empate le valía a los Baleares pero no al Real Zaragoza

Se llegaba al descanso con 0-0 tras una primera parte en la que ninguno de los dos conjuntos conseguía crear verdadero peligro sobre la meta rival. El resultado le favorecía a los locales, que con un punto certificaban la permanencia pero no tanto para los maños, que necesitaban una victoria para alejarse de la zona peligrosa de la clasificación.

El Real Zaragoza se destapa tras el descanso

En la segunda mitad, el equipo maño iba a pisar el acelerador y se hacía con el control del partido ante un Atlético Baleares que no daba síntomas de querer ir a por el partido. A los diez minutos, Aparicio iba a estrenar el marcador en Binissalem con un disparo desde fuera del área. El delantero recibía un pase del central Guti y, tras darse la vuelta, conectaba un disparo desde lejos que se colaba en la portería de Mateu.

Aparicio y Guille le dieron la victoria al Real Zaragoza

Lejos de conformarse con el resultado, el equipo maño seguía dominando y creando ocasiones de peligro para intentar ampliar la renta y evitar un susto. Ese esfuerzo daba sus frutos con el gol de Guillermo en la recta final del partido. El juvenil zaragocista botaba una falta lateral, Guilleremataba y ponía la sentencia en el marcador tras rebotar en un defensor antes de entrar en la portería. Precisamente Guille iba a ser protagonista poco después al ser expulsado por doble amonestación.

El equipo de Quique Falcón dormía el partido y no dejaba opción al Baleares, que tan sólo inquietaba al equipo maño en los cinco últimos minutos de partido. Con esta victoria, el Real Zaragoza se queda en onceava posición con 33 puntos, 4 por encima de las posiciones de descenso. El próximo fin de semana recibirá en la Ciudad Deportiva al Girona, penúltimo clasificado, para intentar sellar la permanencia a falta de dos jornadas para finalizar la competición.