Otro año más en la categoría de plata, otro año necesario para la Ponferradina con las miras puestas en consagrarse en la categoría y no ser visto como un equipo pequeño, otro año para ilusionar a los aficionados y en los refuerzos veraniegos llegaron algunas caras nuevas a Ponferrada que llenaron de esperanza a los bercianos. Pablo Infante fue la más sonada, puesto que dejaba el Mirandés, club en el que habia vivido momentos gloriosos, para cambiar de aires tras nueve temporadas seguidas en la cuenca del Ebro. Rubén Sobrino, por su eco mediático al llegar directo de la cantera del Real Madrid, o Camille también hacían presagiar que las bases de la Ponferradina 2014/2015 eran estables. Andy, Lucas, Prieto, Paglialunga y Tete fueron los demás incorporados a los esquemas de otro debutante en la Ponferradina, Manolo Díaz. El entrenador, que procedía del Real Madrid Castilla, impuso en algunos de los fichajes su manera de pensar y desde el primer dia creó un equipo apto para más que permanecer en la categoría.

Andy fue su apuesta y le salió bien. El mediocentro, que en ocasiones ha jugado de central, se ha desempeñado con soltura en su primera prueba de fuego en Segunda División. Así, con refuerzos más sonados que otros y con sorpresas, el conjunto berciano comenzó una nueva andaduda por la Liga Adelante tras acabar invicta la pretemporada, turnando buenas actuaciones con otras mejorables —para eso son los partidos de preparación—.

Un local perfecto

A finales de agosto se inició la competición y el Tenerife, llamado a estar en la lucha por el ascenso, visitó El Toralín para salir derrotado. Comenzaba la racha como local que finalizó una vuelta más tarde. Diez partidos sin ser vencido en casa, alternando empates —cuatro— con victorias —seis— le permitieron, al sumar puntos como visitante, estar en una posición cómoda al finalizar la primera vuelta.

A la victoria inaugura contra el Tenerife le siguió una derrota en Gijón ante otro favorito, pero el máximo candidato al ascenso cayó siete días después en El Toralín con una gran actuación de Yuri con el Betis enfrente. Ese punto de inflexión dejó claro que la Ponferradina no era un equipo más de la Liga, sino que podía hacer mucho daño a cualquiera. En Soria lo volvió a demostrar pero su visita a Sabadell le dejó mal sabor de boca por la tempranera expulsión del brasileño, verdugo en ocasiones.

Por la mínima venció a Albacete y Mirandés con una derrota sonada en Montilivi frente al Girona que precedió a la racha consecutiva de empates, algunos de ellos con resultados poco habituales en el fútbol. La seriedad defensiva permitió a Díaz y los suyos sumar un punto en Valladolid, pero contra Las Palmas en El Toralín no se conformaba con el 2-2 final. Butarque corroboró el gusto por la igualada, completado frente al Recreativo con otro apoteósico 3-3 con un gol de Menosse en el tiempo de prolongación.

La llegada de Kepa resuelve el dilema Dinu-Prieto

El cambio en la portería fue la primera decisión importante de Díaz. Dinu dejó paso a Prieto y se notó en Pamplona. Osasuna se quedó a cero y el tanto de Sobrino volvió a mostrar el camino a los bercianos. Pero la locura volvió ante un equipo más acostumbrado a los correcalles. El Barcelona B salió con un punto de El Toralín pese a encajar cuatro goles. La visita a La Romareda, que a la postre sería el rival a batir, echó por tierra la apuesta de Díaz por Prieto. Otros cuatro tantos encajados y vuelta a la titularidad para Dinu.

El bálsamo que era jugar en Ponferrada volvió a ser efectivo y Alavés y Mallorca se dejaron caer en manos del juego efectivo de la Deportiva como local. Entre medias, el Llagostera sosprendió con una contundente derrota por 3-1 que mostraba una vez más el Dr. Jekyll y Mr. Hyde que era la Ponferradina dependiendo si jugaba en El Toralin o fuera de él. En el Ángel Carro de Lugo se dio clara muestra de ello en un partido apático pese al apoyo de los aficionados. El empate en la ciudad amurallada dio paso al ciere de la primera vuelta con otras dos igualadas, ante Racing de Santander y Alcorcón.

El término de la primera vuelta posicionaba a la Ponferradina en sexta posición, una plaza de privilegio, con 32 puntos. El objetivo, la permanencia, estaba a 18 pero ya empezaban a soñar desde la plantilla berciana con conseguir algo más. Y aún con más razón tras la trabajada victoria en Tenerife. Un paso más hacia los 50 puntos salvadores. Además, el mercado invernal ya se había puesto en marcha y en las oficinas bercianas hubo movimiento. Paglialunga se fue buscando minutos y llegó Gaztañaga cedido de la Real Sociedad. Kepa, internacional sub21, reforzó la portería, obligando a salir a Diego García. Melero, a su vez, reforzó el centro del campo procedente de La Fábrica blanca.

El Sporting acaba con el fortín

Abelardo se encargó de romper la invincibilidad de la Ponferradina en El Toralin. Un 0-2 con todo el dominio del choque finalizó con la racha de diez partidos sin salir derrotado como local a lo largo de la temporada. Un postrero penalti en el Villamarín dio un punto moral y de confianza que no fue refrendado ante el Numancia siete días más tarde. Los de Anquela remontaron en los minutos finales para sorpresa de los aficionados de la Deportiva.

Sin embargo, el fútbol da la oportunidad de redimirse muy rápido y con una goleada ante el Sabadell volvió la confianza ante sus aficionados. Se alternaron las victorias faciles en casa con las derrotas sin buen juego como visitante pero la posición seguia siendo de playoff. Albacete, Mirandés y Las Palmas dieron cuenta de los bercianos en sus propias canchas y la Ponferradina hizo lo mismo con Girona y Valladolid prosiguiendo la dinámica ganada contra el Sabadell.

La recta final se acercaba y el Zaragoza ya se habia hecho con el sexto puesto a la par que otros equipos como Llagostera, Alavés o Leganés también se sumaban a la pelea por la última plaza vacante para el playoff. Precisamente el equipo de Garigano igualó en el Toralín antes de que Recreativo y Osasuna saliesen derrotados por la mínima alimentando las ambiciones blanquiazules. Un desahuciado Barça B bajó de las nubes una vez más a los bercianos en el paso previo al partido de los grandes candidatos a la sexta posición. Aun quedaban muchas jornadas por delante pero podía ser desmoralizador para el perdedor de ese choque un mal resultado. El Real Zaragoza aguantó el 1-1 y siguió por delante en la clasificación.

Tres derrotas en un momento clave

En ningún momento de la temporada la Ponferradina habia perdido dos partidos de forma consecutiva. Había encadenado empates con derrotas, o muchos empates seguidos, pero nunca dos partidos sin sumar. Y le ocurrió en el peor momento. Además, no solo fueron dos, sino tres los encuentros durante los que dejó el casillero de puntos sin movimiento. Fue contra el Alavés, que aún luchaba por seguir en la pelea de la sexta plaza, Llagostera en El Toralín y Mallorca, que necesitaba ganar para tener la permanencia más sencilla.

La reacción ya llegó tarde. Las victorias ante el Lugo y el Racing no hacían depender a sí misma a la Deportiva, pese a que aún tendría opciones en la ultima jornada. Como había ocurrido hace dos temporadas en Lugo, la Ponferradina necesitaba ganar y que su rival —Zaragoza en este caso y Las Palmas en aquella ocasión— no sumasen los tres puntos. La condición más difícil de cumplirse se dio, pero la parte de los pupilos de Diaz, al igual que con los de Barragán, no. Pese a los intentos, el empate frente al Alcorcón no fue suficiente. Una vez más, a un gol de entrar en la lucha por ascender a Primera División. Séptima posición otra vez, a las puertas de seguir soñando y disfrutar.

Datos plantilla 2014/2015

VAVEL Logo
Sobre el autor
Juan Manuel Serrano
Me gusta ver todo tipo de deportes y, cuando la ocasión lo permite, practicarlos. Email de contacto: [email protected]