La clasificación no engaña; el Levante es el peor equipo de Primera División tras once jornadas disputadas. El conjunto granota sólo ha ganado un partido (al Villarreal), dato que únicamente iguala a estas alturas el Granada, empatado a puntos con los valencianos en el pozo de la tabla pero con mejor balance de goles a favor y en contra. El equipo de Orriols lidera la mayoría de estadísticas negativas que le sitúan en la cabeza de candidatos al descenso; únicamente ha marcado siete goles (dos de Deyverson, dos de Camarasa, uno de Morales, Verza y Casadesús), sólo empeorado con los pírricos 5 tantos que ha anotado Málaga. La media, muy inferior al gol por partido, complica la tarea de sumar puntos con regularidad y demuestra la mala planificación deportiva en la delantera, demasiado nostálgica tras la marcha de Barral.

En los goles encajados el Levante también tiene motivos para sonrojarse; Rubén ha visto perforada su meta en 23 ocasiones (más de dos goles de media encajados por partido) y el equipo levantinista ha sido goleado por el Barcelona, R. Madrid, Getafe, R. Sociedad y Valencia. Sólo el Espanyol cuenta con los mismos goles encajados, aunque estos han ocasionado un menor lastre en el puntaje (13 puntos). El refuerzo de Mauricio Cuero debe suponer un revulsivo de cara a la segunda mitad de temporada, aunque las limitaciones granotas evidencian la necesidad de más reajustes.

Muchas lesiones

Las lesiones están azotando a muchos equipos de primera, entre los que se encuentra el Levante, que se ha visto mermado en todas sus líneas por problemas físicos puntuales que han restado competitividad al conjunto. La defensa es la zona del campo que ha sufrido mayor número de infortunios; David Navarro apenas pudo entrar en las convocatorias por sus problemas de vértigo, mientras que Iván López y Trujillo llevan varias semanas sin entrenar con el grupo. En otras posiciones, Verza también ha sido víctima de alguna lesión, mientras que la ausencia prolongada de Simao Mate se debió a la sanción de cuatro partidos que arrastró desde la primera jornada liga donde sólo aguanto seis minutos sobre el campo. Ante las numerosas ausencias, el Levante ha evidenciado falta de profundidad de plantilla, obligando a jugadores como Morales o Casadesús a participar en posiciones antinaturales.

Falta de liderazgo

Las notas positivas del inicio de temporada las pusieron Juanfran y David Navarro, que alcanzaron un número importante de partidos defendiendo la camiseta granota. Ambos defensores saben hacer valer su veteranía y experiencia para concienciar al resto de compañeros, pero no están consiguiendo contagiar a la línea de zagueros la seguridad que antaño caracterizó al Levante. Camarasa, que ha viajado esta semana con la selección sub-21 y Morales, son los hombres llamados a liderar el proyecto por cualidades técnicas, pero a ambos les está traicionando la juventud para saber comandar el centro del campo levantinista y mezclar con futbolistas expertos como Verza y otros de marcado carácter físico como Lerma o Simao.

Pero es la delantera la línea que más está acusando la falta de liderazgo. En el Ciutat de València aun se recuerdan los goles de Kone, Caicedo o Barral, lo que está suponiendo un hándicap para los nuevos fichajes como Ghilas o Deyverson, que son los que deben acercarse a las dobles figuras si el Levante pretende aspirar a la permanencia.

Duro calendario

El calendario tampoco ha acompañado al Levante en las primeras once jornadas, en las que se ha medido a todos los equipos que compiten en Europa Salvo Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao. Salvo el oasis que supuso el triunfo frente al Villarreal, que llegaba a Ciutat como líder, y el empate ante el Sevilla, el resto han sido todo derrotas que se han ido acumulando como una losa en el vacío casillero levantinista.

Aunque el principal problema granota se localiza en el rendimiento contra rivales directos, especialmente en el Ciutat de València. Eibar y Deportivo rascaron un empate en feudo valenciano, mientras conjuntos con mayores aspiraciones como Celta o Real Sociedad vivieron cómodos desplazamientos a la ciudad del Túria. También escoció el empate en Gran Canaria (0-0), más por la imagen ofrecida que por el punto cosechado, al igual que la derrota en Getafe donde los azulones fueron muy superiores en el tramo final de partido.

Sólo se han disputado once jornadas, pero el primer tercio de Liga ha encendido las alarmas en la afición granota, que tras cinco temporadas en el confort de Primera División no quiere volver a deambular por los infiernos.

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Sobre el autor
César Ponce Becerril
Periodismo. Nacido y residente en Alicante. Trabajo en el periódico Costa Comunicaciones. Coordinador de VAVEL en la sección dedicada al Levante UD.