Cristiano Ronaldo termina un 2015 con altibajos tanto en el aspecto moral como en lo futbolístico. Rumores sobre su futuro a la vez que se convertía en el máximo goleador del equipo más laureado del mundo mezclados con la impotencia de no aparecer en los ‘partidos grandes’ en el comienzo de la nueva temporada han marcado el año del luso.

En la que es su séptima temporada en Chamartín, el luso sigue la misma línea que el conjunto madridista en este comienzo de curso. La poca afinidad con Benítez, no solo del propio CR7 sino de la mayoría del plantel, ha derivado en un bajón de rendimiento del delantero madridista pese a seguir siendo el jugador emblema del club.

Balón y bota de oro… pero año en blanco

Los Reyes Magos le traían a Cristiano Ronaldo el tercer balón de oro de su carrera. Un gran 2014 estando un escalón por encima de Messi, alzando la ansiada Décima Copa de Europa y el Mundial de Clubes con el Real Madrid coronaba al astro portugués como el mejor jugador del mundo.

A su vez, el ‘proyecto Ancelotti’ comenzaba a hacer aguas. Tras conseguir la mejor racha de victorias en la historia del club merengue (22), una serie de derrotas, siendo la más sonada un 4-0 en el Vicente Calderón, sumada a la eliminación también por parte de los rojiblancos a las primeras de cambio en octavos de la Copa del Rey, metía a los de la Capital en una crisis de juego y resultados que derivó en un año sin títulos en la casa blanca.

Pese a no conseguir alzar ningún trofeo en lo colectivo, el crack de Madeira conseguía la cuarta bota de oro de su trayectoria después de anotar 48 goles en Liga, convirtiéndose en el primer jugador en la historia que obtenía cuatro ‘zapatos dorados’. 

Esos 48 goles anotados en el campeonato doméstico añadidos a otros 13 en las demás competiciones sumaban un total de 61 tantos, siendo el mayor registro goleador de su carrera en las seis temporadas y media en las que lleva vistiendo la elástica merengue.

Leyenda madridista y bajón

Comenzaba la actual temporada con cambio de entrenador en el club madridista. Rafa Benítez cogía las riendas de un Real Madrid que no puede permitirse el lujo de estar otro año sin llevar ningún título a las repletas vitrinas del Santiago Bernabéu.

CR7 es el único jugador que ha conseguido ganar cuatro botas de oro.

Pese a no practicar un juego alegre y fluido, los merengues comenzaron la temporada como se esperaba, consiguiendo victorias y estando en la lucha por las tres competiciones a las que optaba (recientemente era eliminado de la Copa del Rey).

Mientras, Cristiano Ronaldo entraba en  el libro dorado del club más laureado del mundo. A mediados de Octubre, CR7 le hacía un gol al Levante en la Jornada 8 de la Liga BBVA y anotaba el tanto 324 de su carrera, superando a Raúl González y convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del Real Madrid.

Solo le bastaron 310 partidos vistiendo la camiseta blanca para convertirse en un jugador de leyenda en el club madridista con un promedio hasta ese día -y que mantiene- de 1.04 goles por partido disputado. Cifra solo al alcance de un jugador inigualable.

Poco después llegaba la primera derrota de los de Benítez en la temporada y con ella las primeras dudas sobre el planteamiento futbolístico y estado de forma de los jugadores. Sin tiempo para digerir las críticas, el Barcelona asaltaba de manera incontestable el Santiago Bernabéu y originaba un distanciamiento entre plantilla y entrenador que todavía persiste.

CR7 cierra 2015 habiendo conseguido un total de 336 goles desde que llegó al Real Madrid hace 6 temporadas y media.

Cristiano, al igual que el resto de la plantilla y la cúpula directiva tampoco se ha librado de la crítica. Muchos le achacan que no ha aparecido en los partidos grandes de la temporada. El portugués no ha visto puerta en los enfrentamientos frente a Barcelona, Athletic, Villarreal, Sevilla o PSG, algo que parte de la afición no ve con buenos ojos.

Pese a ello, la cifra goleadora del luso en este primer tramo de la temporada es alta. 23 tantos en 22 partidos disputados es el registro goleador con el que CR7 cierra el año en lo que llevamos disputado del presente curso.

Ahora, Cristiano tiene en su mano darle la vuelta a la difícil situación que atraviesa el club blanco. Dudas sobre el entrenador y reproches a una plantilla de primerísimo nivel inundan el día a día en Valdebebas, algo que al máximo goleador de la historia del Real Madrid solo le sirve de incentivo para dar el máximo rendimiento de sí mismo para devolver al madridismo la ilusión perdida.