Zinedine Zidane ha repasado su etapa como futbolista y su papel como entrenador del Real Madrid en una entrevista concedida a la FIFA.

El técnico blanco ha declarado que, como jugador, nunca se imaginó como entrenador: "Cuando era jugador me decía que jamás sería entrenador. Tras mi retiro me dediqué a otras cosas, y aunque siempre estuve dentro del fútbol y siempre cerca del Real Madrid, me di cuenta que el lugar donde realmente quería estar era en la cancha. Y así, empecé a prepararme para convertirme en entrenador. ¡Ahora es lo que más me gusta!"

El francés también habló de la exigencia que impone el Real Madrid:
"Cuando uno está en el Real Madrid se espera que hagas el máximo para conseguirlo todo, así que la exigencia era altísima desde que llegué. Dicho esto, soy consciente que haber ganado la Champions League en mi primer año fue algo extraordinario, pero ahora estamos luchando por repetir y también por ganar el título de liga. Es lo que pasa con el fútbol, no se detiene nunca. Los títulos quedan rápidamente en el pasado y siempre hay que confirmar".

"Cuando uno está en el Real Madrid se espera que hagas el máximo para conseguirlo todo, así que la exigencia era altísima desde que llegué"

Zidane destacó la dificultad que tiene ser entrenador, un papel muy distinto al que desempeñaba como jugador:
"Como jugador sólo te preocupas de ti mismo, de lo que haces en el terreno de juego, pero no demasiado del resto del equipo. Aunque bueno, en mi caso siempre di buenas asistencias a mis compañeros, así que un poco sí me preocupaba por ellos (risas). Como entrenador, en cambio, tienes que ocuparte de todo el grupo, de 24 jugadores, y no sólo de ellos, sino de lo que pasa alrededor de un partido de principio a fin. La mejor muestra de la mayor dificultad es que, como técnico, la cantidad de horas que dedicas al día al fútbol es mucho mayor".

Para finalizar la entrevista, el técnico francés repasó sus resultados con el Real Madrid: "Cuando fui elegido para dirigir al Real Madrid sabía que la tarea iba a ser realmente difícil. Había sido técnico del segundo equipo del club, pero tenía clarísimo que estaba pasando a una dimensión completamente distinta. Eso sí, me sentía preparado porque conocía la casa. Tras 15 años en el club sabía lo que significaba ese vestuario y el club en general. Lo que restaba era trabajo y más trabajo. Había que hacer valer mis ideas, y ahí están los resultados".

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