Ha llegado el cambio al Ciutat de Valencia. Tras un doloroso descenso que se veía venir con la negativa dinámica que arrastró el equipo durante varias temporadas, llegó el momento de reconstruir el equipo. Quico Catalán y su equipo designaron como encargado de tomar las riendas de esta revolución a Tito, acompañado por Carmelo del Pozo, y el acierto, fue de dimensiones sobrecogedoras. Con paciencia y eficiencia, el exjugador formó un conjunto que funcionaba en armonía y comunión, con Muñiz de ingeniero, y una excelente plantilla integrando los engranajes. Este soberbio equipo dominó la antesala de la élite del fútbol nacional, para certificar un ascenso que ya se tomaba como cuestión de tiempo en enero o febrero.
El 29 de abril llegó el merecido premio del ascenso.
El trabajo fue constante, diario, y la merecida recompensa llegó un buen 29 de abril, con una victoria donde la leyenda de éste equipo se engrandeció, con Sergio Postigo como principal protagonista. Los partidos que restaban, en el mes y medio de competición que quedaba por jugarse, fueron pasando como trámites, hasta la consecución también del título liguero y el posterior cierre de temporada. El ambiente de la primera división ya se respiraba en mayo, y desde entonces, con la mentalidad de ser parte de dicha división se trabajó.
Primero, los hombres que lo merecieron, fueron recompensados con nuevos contratos. Entre ellos estuvo Muñiz, que vio como se le otorgaba un contrato para varios años. Morales o Raúl Fernández, entre otros, también prolongaron su vinculación con la entidad granota. Por otro lado, se produjeron salidas. Pues por ejemplo, todos los cedidos dejaron el equipo, así como Víctor Casadesús e Insa. Mientras tanto, Sajelvich, Rubén y Espinosa han salido cedidos en busca de minutos, mientras que Luna, Bardhi, Ivi, Doukouré y Boateng se han incorporado en propiedad a los de Orriols, así como llegaron cedidos Álex Alegría, Róber Pier y Lukic, también importante la pasada campaña en segunda. Por otro lado, se solventaron con creces los casos "Deyverson" y "Camarasa", con dos lucrativas ventas que sirvieron para reforzar enormemente la caja del club, que sacó casi doce millones por el 80% de Deyverson y el 70% de Camarasa, es decir, en el futuro recibirán aún más beneficios económicos por estos dos hombres.
El objetivo claro de esta temporada es la permanencia, la meta por excelencia, la clásica, de los equipos semejantes al Levante. Y a decir verdad, francamente bien pinta, pues el equipo da impresión de estar perfectamente confeccionado para llegar a susodicha finalidad. En pretemporada, en duelos ante equipos como el Alavés o el Villarreal, ha demostrado ser sólido atrás, y creativo y peligroso en labores ofensivas. Es necesaria la llegada de un delantero, pues ha dejado la lesión de Roger solo a Alegría en la delantera, sin embargo, el trivote del centro del campo, con Campaña y Bardhi, y la tercera posición a elegir entre Lerma o Doukouré, aparenta poder llegar a ser muy interesante. Pues el andaluz y el macedonio han demostrado ya su clase, mientras que tanto el colombiano como el costamarfileño con pasaporte galo, son unos auténticos portentos físicos, que destacan enormemente por sus labores de destrucción y contención.
El centro del campo ilusiona, con la creatividad de Bardhi y Campaña y el físico de Lerma y Doukoure.
A esto hay que sumar, que la defensa y la portería se mantienen casi iguales, salvo la incorporación de Luna y la llegada de un nuevo central, que está por cerrarse. Ambas líneas demostraron la pasada temporada estar increíblemente capacitadas, por lo que va a ser interesante verlas desempeñarse en la élite. Mientras tanto, y ya para concluir, hay un último punto donde querrá parar la atención el aficionado granota. Y no es otro que su propio estadio, el Ciutat de Valencia, que está siendo reformado, tras varios años sufriendo cambios progresivos, encaminados a modernizar y mejorar el aspecto del campo. Se prevé que para la tercera jornada, que se jugará fuera de casa, el estadio ya estará "vestido de gala".