Un 31 de agosto de 2012, la historia del Atlético de Madrid sufrió una revolución. Después de la consecución de dos Europa League consecutivas, y una Supercopa de Europa frente al Inter de Milán, el equipo de Simeone se veía las caras en el Luis II de Mónaco al Chelsea. El equipo inglés era el campeón de la Liga de Campeones, pero se fue por donde vino gracias a la goleada infligida por un hombre que terminó de ponerse en el mapa del fútbol europeo: Radamel Falcao. En ese partido, el delantero colombiano anotó un hat-trick ​que sonrojó a la defensa del Chelsea, e hizo que todos los grandes del fútbol europeo se fijasen en él para hacerse con sus servicios.

Desde su salto a Europa procedente de River Plate, Falcao, llamado así por el famoso jugador de fútbol sala, demostró a todo el mundo, tanto el presente en el estadio monegasco en la final de la Supercopa de Europa, como el congregado frente a los televisores de todo el mundo, que era uno de los mejores jugadores del mundo en su momento. El Atlético de Madrid fue su trampolín perfecto para la consagración del ex-jugador del Oporto, donde triunfó hasta su llegada a la capital de España. El de Santa Marta tiene una pegada y un olfato de cara a puerta que superaba con creces al de muchos jugadores, no solo en la Liga, sino en toda Europa.

La defensa del Chelsea, capitaneada por John Terry, uno de los mejores defensas centrales de la historia del fútbol en Europa, sufrió las acometidas de Radamel Falcao de una manera sin igual. De los cuatro goles que el portero del equipo inglés encajó aquel día, tres fueron obra del delantero cafetero, cuyo talento desbordó a la capacidad defensiva de todo el equipo blue, una de las más icónicas de todo el fútbol, y que protagonizó uno de los mejores momentos de la Liga de Campeones, al remontar un gol al Bayern de Múnich en el Allianz Arena y alzarse con su única Champions, sufriendo una brutal decepción ante el Atlético de Madrid.

Ser uno de los mejores jugadores del mundo le ha pesado a Falcao. Desde que se marchara de la capital de España al lugar donde explotó, en Mónaco, y, posteriormente, en su etapa en Inglaterra, no llegó a triunfar debido a las lesiones. La sequía de cara a puerta ha sido otro de los factores por los que Radamel Falcao no ha podido redimirse y volver al nivel que mostró siendo jugador de Simeone, el entrenador que mejor ha sabido explotar sus cualidades como delantero. En España es donde fue realmente un voraz goleador, y se espera otro killer como Falcao en la sede del Atlético. De momento, parece que ahora el delantero recupera momentáneamente su gol y su garra en Francia.