El Atlético de Madrid venció el pasado miércoles a la AS Roma por 2-0 en el transcendental encuentro de fase de grupos, en el cual solo valía ganar para poder seguir con vida en Champions League. Y eso hicieron los jugadores del Cholo, vencer y mantener la esperanza viva hasta el último encuentro, donde tendrán que vencer al Chelsea en Stamford Bridge y esperar a que el Qarabag le quite algún punto la Roma en el Estadio Olímpico.

En este último encuentro se recuperó la chispa de los delanteros, ya que Griezmann y Gamerio marcaron y Torres hizo un partido brillante. Griezmann estuvo muy activo y marcó un espectacular gol de tijereta, pero hubo alguien que destacó más que el francés y del que no se habla tanto, hablamos de José María Giménez.

El central uruguayo hizo un partido descomunal liderando una defensa inusual con la ausencia de Godín en el centro y de Juanfran en el lateral.

Giménez fue un muro durante todo el partido, estaba a todo. Ayudó a Lucas siempre que este era superado por la zaga italiana, cuando a Thomas le entraban por el lateral siempre estaba él para hacer una magnífica cobertura y muchas veces también acudió a la ayuda de Filipe Luis cuando nadie más llegaba.

En un partido donde el equipo sufrió por los laterales, ya que gran parte del esfuerzo de Filipe y Thomas estaba centrado en el ataque, Giménez supo mantener bien la línea defensiva y de este modo llegar a todos lo balones.

Como ya es habitual, por arriba estuvo soberbio tanto en defensa, despejando cualquier balón, como en ataque, donde subió a intentar rematar todos los córner. Esta es una de las virtudes del centra rojiblanco, su potencial área en cualquier tipo de situación.

Giménez está llamado a ser uno de los mejores centrales del mundo si sigue en esta línea progresiva. En esta temporada está jugando algo menos de lo que esperaba debido a la gran competencia que hay en la defensa, pero él no se rinde y cada vez que tiene la oportunidad de demostrar su valía lo hace con creces. Aunque es central, para Simeone es un jugador comodín que rinde perfectamente en el centro de la zaga, en el lateral o incluso en el centro de campo, como ya demostró la temporada pasa en algún partido.

Muchas veces, como en este partido, el gran trabajo de un defensa queda eclipsado por un gol de la delantera, pero siempre hay que ser justos y saber reconocer las buenas actuaciones de jugadores que durante el partido parecen estar en un segundo plano y realmente son el sustento del equipo. Por eso damos la enhorabuena a José María Giménez por su gran partido este miércoles en Champions League, sigue así.