Empate insuficiente en el Carlos Belmonte

El Real Zaragoza y el Albacete firmaron tablas en tierras manchegas en el duelo correspondiente a la decimonovena jornada. Los visitantes llevaron el peso del partido y propusieron más pero no tuvieron acierto de cara a portería y merecieron más.

Empate insuficiente en el Carlos Belmonte
Foto: LaLiga123
maikelmajarena
Por Miguel Majarena

Punto insuficiente, el Real Zaragoza merecía más, falta de puntería… Todo esto es lo que probablemente esté rondando en el seno del vestuario zaragocista tras el choque frente al Albacete, que se saldó con un empate a cero. El conjunto blanquillo no ha podido lograr la tan ansiada victoria después del último partido ante el Cádiz, pero al menos se consigue un punto que se espera hacer bueno en Valladolid, lugar difícil para ello, y además se ha vuelto a dejar la portería a cero.

Estas cosas son las más positivas que se pueden sacar del duelo, no así la ausencia de gol mostrada por el Real Zaragoza en las últimas jornadas con un Borja Iglesias fuera de onda. Sin embargo, el juego y las combinaciones del equipo se pueden considerar buenos en muchas fases del partido, logrando mantener la posesión y atacar y defender por medio del balón, así como dar la sensación de tener el partido controlado.

Pero todos estos factores, así como los numerosos cambios en la alineación (Toquero, Guti, Ros, Benito o Pombo), no sirvieron para que el conjunto maño consiguiera los tres puntos ante un Albacete que venía de una buena racha desde la llegada de Enrique Martín y que, sin embargo, no demostró nada del otro mundo sino basar su juego en balones largos a Zozulya.

Parte por parte, el choque comenzaba, como es ya rutina, con un dominio para nada claro por parte de los dos equipos. Ambos conjuntos salieron con ganas y el Albacete tuvo la primera nada más comenzar, pero Javi Ros respondía en el minuto seis con un disparo cruzado que salió rozando el poste de Nadal tras un centro de Pombo y dejada de cara de Borja.

El Real Zaragoza empezaba a ganar peso en el partido haciéndose con la posesión del balón y conseguía trenzar notables combinaciones, sobre todo en la frontal del área local, aunque sin apenas peligro ya que apenas se llegaba a finalizar. Las ocasiones más claras las tuvo un Ros activo en el ataque con otros dos disparos lejanos y Grippo, que sorprendió al lanzar una falta directa al borde del área. Su disparo acabó impactando en el larguero de la portería visitante.

Borja Iglesias y Pombo también intentaban ofrecer algo vistoso en el juego ofensivo del conjunto maño, pero no conseguían desarmar la defensa albaceteña. Mientras, en el lado opuesto del terreno de juego, Álvaro Ratón apenas tenía trabajo, y el que tenía lo solventó con seguridad como un par de salidas por alto.

A pesar de que el Real Zaragoza tenía el control del partido, el conjunto local tuvo una de las ocasiones más claras al final del primer periodo. Zozulya iniciaba una contra en lo que era un dos para uno y le cedió el balón a Espindola, cuyo disparo fue al poste. Con ese susto para los zaragocistas se terminó la primera mitad, que dejó un buen sabor de boca en líneas generales aunque con falta de gol.

Falta de gol que continuó en la segunda parte y hasta el final del encuentro y que no supo solventar el Real Zaragoza. Este segundo periodo tuvo menos miga que el primero a pesar de que comenzó con la misma tónica, es decir, con el conjunto visitante intentando controlar el partido a través de la posesión pero sin encontrar espacios que produjeran peligro al Albacete.

Es cierto que los de Enrique Martín se estiraron un poco más y eso permitió al Real Zaragoza gozar de varias contras, que tampoco fueron aprovechadas ni por Borja, ni por Pombo, ni por Papu… El Albacete se acercaba tímidamente a los dominios zaragocistas con algunas faltas lejanas y, también, con un disparo raso de Susaeta, el cual Ratón atrapó sin problemas.

Mientras, los de Natxo González intentaron basar su juego en las bandas ya que por el centro no daba sus frutos, y de esta manera se produjeron varios centros peligrosos por ambos costados, pero tampoco tuvieron éxito. El técnico vasco introdujo cambios ofensivos con el fin de buscar más movilidad entre líneas con Febas y Vinícius, también sin demasiado éxito a pesar de que el primero logró crear peligro con su típico slalom en alguna ocasión. Papu entró para ofrecer más verticalidad al equipo en los últimos minutos y él mismo tuvo una de las ocasiones más claras para los zaragocistas. El georgiano finalizaba con un disparo desviado una contra llevada por Febas en el minuto 87, lo que habría sido definitivo.

De esta manera, se llegó al final del encuentro sin inaugurar el marcador y con un empate que los blanquillos consideran como insuficiente tras haber realizado un notable partido mermado por la escasez de gol y la inexistente efectividad. A pensar en otro hueso duro como es el Valladolid.