Tal y como ha anunciado el club en sus redes sociales, Iosu Villar se ha convertido en el primer refuerzo del Leioa en este mercado invernal. Tras la marcha de Camporro al Caudal y de Undabarrena al Mirandés, los de Lambea se han visto obligados a fichar un centrocampista. El jugador se encontraba sin equipo, por lo que llega a coste cero.

Nacido en Cangas de Madrazo, Pontevedra, hace 30 años, se trata de un centrocampista de corte ofensivo que puede hacer las labores de enganche y que cuenta con casi 300 partidos de experiencia en la Categoría de Bronce española, habiendo anotado un total de 19 goles. Sin ser un futbolista extremadamente rápido, su buena colocación en el campo le hace abarcar mucho terreno. Además, goza de una gran visión de juego y un buen disparo de media distancia.

Tras haber pasado por las filas de Real Sociedad B, Real Unión, Real Valladolid B, Poli Ejido, Coruxo, Racing de Ferrol, Marbella FC, Cultural Leonesa y recalar de nuevo en el Coruxo, Villar se encontraba sin equipo desde el pasado mes de julio, cuando terminó su vinculación con el conjunto gallego. Recientemente ha participado en la última convocatoria de las sesiones que la AFE realiza para jugadores en paro.

¿Dónde encajaría?

Tras el fichaje de Eneko Undabarrena por el Mirandés y la salida de Camporro al Caudal Deportivo, armar un centro del campo sólido estaba siendo un rompecabezas para Lambea, que solo disponía en la plantilla de Nico Baleani e Iriondo para esa demarcación.

No será fácil para Villar hacerse un hueco en el once titular, ya que tanto Baleani como Iriondo gozan de la confianza del técnico. Aun así, los múltiples cambios de sistema que ha realizado el Leioa a lo largo de la temporada podrían beneficiarle, y es que Villar puede actuar como único mediocentro, en un doble pivote, como interior en un 4-3-3 e incluso podría ocupar la mediapunta en un 4-2-3-1. 

En el último partido de liga disputado en Sarriena, donde el Leioa se impuso 3-2 al Caudal, Lambea introdujo en el once inicial a Iriondo como único mediocentro, mientras que Leandro, futbolista de ataque, tuvo que hacer las labores de enganche entre el centro del campo y los delanteros.

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Sobre el autor
David Lourido
Estudiante de Periodismo en la UPV/EHU.