Pronto se le tornaban complicadas las cosas al Peña Deportiva. Antes de salir a calentar, el árbitro ya encontró una pega en los ibicencos. Ni su primera equipación, blanca, que se podía confundir con el blanquiazul de la local; ni su segunda camiseta, negra como la del trío arbitral, eran aptas para el juego.
Vestidos con la senyera alcoyana, la segunda elástica de los locales, cedida durante noventa minutos a los pitiusos, los ibicencos saltaron al verde de El Collao prestos a llevarse los tres puntos en su camino hacia una salvación que apunta complicada, dada su situación en la tabla, en la que ocupan el decimonoveno puesto.
Para buscar el primer paso hacia el milagro, Dani Mori confió en el grueso de futbolistas que lograron, in extremis, un empate sobre la bocina la pasada jornada ante el Llagostera. Los revulsivos ante los de la Costa Brava, Rosa y Erick Polanco, saltaron de inicio al césped alcoyanista, en detrimento de Górriz y De Val, que esperarían su turno en el banco. La otra novedad pitiusa fue la presencia de Pau Cendrós en el costado izquierdo de la defensa.
De lado blanquiazul, Mario Barrera apostó por un trivote en el centro del campo, compuesto por Ribelles en la destrucción, Mario Arques y un Gonzalo Poley sublime, que se movía a sus anchas por la media punta. Gato, escorado a banda izquierda, y Nieto, que regresó muy en forma de su lesión, por banda derecha, acompañaban en tareas ofensivas a Mariano, referencia en el ataque. López Silva o Álvaro, notables en Peralada, empezaron como suplentes.
Ventaja al borde del descanso
Tras el respeto inicial habitual en este tipo de partidos tan trascendentales sobre el papel, el Peña Deportiva aceleró de en los primeros compases de partido, conscientes de la importancia de adelantarse en el tanteador. Pau Cendrós, desde la banda izquierda, recortó hacia dentro y conectó un disparo cruzado y envenado por alto, buscando la escuadra de Miguel Bañuz, que respondió, fiel a su cita, enviando el esférico a la esquina.
Se sacudió el Alcoyano el dominio inicial visitante. Mario Fuentes, en posición de delantero centro y tras sentar a un zaguero ibicenco, conectó un disparo a quemarropa pero centrado, lo que propició que Imanol, que aguantó muy bien sin vencerse, detuviese el remate del central madrileño.
Ligeramente sobrepasados los 25 minutos de juego, fue Nieto quien terminó una jugada individual arrancada desde la derecha y encamina hacia la frontal con un pase por alto que le cayó a Poley en la esquina derecha del área chica, pero Imanol volvió a evitar el tanto al rozar el balón con los pies y desviarlo a córner, tras merodear la línea de gol sin que Mariano consiguiese meter la puntera de la bota para inaugurar el marcador.
Sí lo lograría el Alcoyano en su siguiente opción. Menos de cinco minutos faltaban para el receso cuando Navarro cortó con la mano, siendo el último defensor, la internada de Mario Arques, en el pico derecho del área grande. Sancionado con cartulina amarilla, ante las protestas de los locales, que reclamaron la expulsión del zaguero, ese iba a ser un mal menor para los peñistas.
Poley, astuto como él solo, con el guante que tiene por bota derecha y aprovechando el fallo de la barrera peñista, lanzó la falta directa rasa y por fuera de la muralla pitiusa. Un pase a la red, ante el que Imanol solo pudo hacer la estatua, que abría el marcador para el Alcoyano al borde del descanso.
Cómoda sentencia blanquiazul
Ya con Górriz y Marc de Val sobre el césped de El Collao, en el lugar de Rosa y Salinas, este último, el goleador más en forma de los ibicencos, con tres tantos en los últimos tres partidos, fue el Peña Deportiva quien dispuso también de la primera ocasión de la reanudación, en busca de un empate que le devolviese un halo de vida. Pepe Bernal, libre de marca en el pico derecho del área, buscó sorprender a Bañuz con un disparo alto y seco con la zurda, pero el meta ilicitano volvió a repelerlo.
La mayor vocación ofensiva visitante comportó espacios a su espalda, que fueron aprovechados por el Alcoyano para sentenciar al contraataque. Poley, ahora con pierna izquierda, sirvió un balón elevado al espacio para la carrera de Nieto, circunstancialmente en banda izquierda, que ganó la carrera a la defensa, para después deshacerse del último zaguero con un sobrero y conectar, sin que el balón tocase suelo, una volea que se coló por el palo corto de Imanol.
No terminó ahí el vendaval blanquiazul, puesto que tres minutos después, en el 63, de nuevo el guante derecho de Poley sirvió un exquisito golpe franco lateral que cabeceó Mariano a la escuadra, con un testarazo certero ante el que nada pudo hacer Imanol. Algo más podría haber hecho la zaga pitiusa, eso sí, que dejó libre de marca al delantero de Benidorm, uno de los hombres de más envergadura de los alcoyanistas.
Bajó el pie del acelerador el Alcoyano. Se resignó el Peña Deportiva. El Collao, por fin, disfrutó de los suyos esta temporada, en un día especial, en el que dan inicio las fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Jordi.
Mejor comienzo imposible para la parroquia local, que se puso en pie para vitorear a Poley, el mejor de los locales en la mañana del sábado. La misma ovación se llevó Nieto, que cuajó, golazo incluido, una hora excelente de fútbol, tras recuperarse de su lesión. Eldin Hadzic, en la enfermería desde enero, recuperó sensaciones en los últimos veinte minutos del partido.
Con el plácido 3-0 a su favor, el Alcoyano deja virtualemnte sentenciada, aunque no de forma matemática, su permanencia un año más en Segunda B. Con 45 puntos, los de Mario Barrera ocupan momentáneamente el undécimo puesto de la clasificación, a expensas de lo que suceda en el grueso de la jornada dominical.
Los blanquiazules, que acumulan siete jornadas seguidas sin perder, encadenan la segunda victoria consecutiva en El Collao, tras lograr los tres puntos ante el Deportivo Aragón, algo que solo había sucedido una vez más en esta temporada, cuando los de Galiana, entonces técnico deportivista, vencieron consecutivamente como locales a Olot y Badalona en las jornadas 10 y 12.
La cara negativa la representa un Peña Deportiva Santa Eulalia que prácticamente ha firmado su descenso a Tercera División. Mientras matemáticamente sea posible, los pitiusos pelearán por la permanencia, pero con 35 puntos y un partido más que sus rivales para eludir el descenso, y tres puntos menos que el primero que elude el descenso directo, sus opciones se han visto muy mermadas tras caer claramente en El Collao.