Si los seguidores del Atleti dijeran que a principio de temporada soñaban con una final de la Europa League de manera idílica, mentirían. La Champions era el objetivo de los colchoneros. Esa que habían rozado con los dedos en dos ocasiones y que sabían que aunque complicado, se podía llegar a una tercera. Pero como la vida misma, eso a lo que se acerca muy a menudo el Atlético de Madrid, todo cambió y la Europa League se convirtió en el punto de mira de los rojiblancos. Quizás no sea la máxima competición europea, pero es un título, con aquel que empezó todo. 

La fase de grupos de la Champions

Con el sorteo de los grupos de la Champions hecho todo quedaba así: Roma, Chelsea y Qarabag serían los rivales del Atlético de Madrid. Contra todos los pronosticos, siendo el equipo de Simeone uno de los favoritos, no pudo pasar esta ronda. Dos patinazos contra el más débil de los cuatro le dejaron fuera, pero a la vez dentro de la competición que ahora les ilusiona. 

Dieciseisavos y el Copenhague 

Tras caer en la Europa League, como tercero de la clasificación de la fase de grupos de la Champions, el Atleti no quiso volver a tropezar con errores del pasado. Los hombres de Simeone viajaron a la capital de Dinamarca para dejar los deberes hechos. Con un buen partido y trabajo en equipo consiguieron una victoria que les daba prácticamente el pase a octavos (1-4). Aunque ya saben que con eso del partido a partido y con las cosas del fútbol no podrían relajarse en la vuelta en el Metropolitano. Y así fue, con intensidad y al más puro estilo de la entidad colchonera, firmaron una victoria (1-0) ante los jugadores de Ståle Solbakken y consiguieron su puesto en la siguiente fase. 

Octavos muy trabajados: Lokomotiv de Moscú

Paso a paso, eso estaba en la mente del Atlético de Madrid. Con la Liga en juego y muchas ganas de conseguir ilusiones en la temporada iban afrontando la competición Europea. El azar quiso que el viaje de ida fuera en Madrid y ante el Lokomotiv. Simeone fiel a su estilo y contó con los jugadores que disponía, como si fuera el partido más importante de la temporada. Y las cosas salieron bien en el estadio que vivía una de sus pocas historias europeas entre sus gradas. Saúl Ñiguez, Diego Costa y Koke sumaron un gol más a sus estadísticas personales con la rojiblanca y cerraron con un 3-0 el marcador en su estadio, a expensas de la vuelta. Con este resultado viajaron a Moscú y con el frío que esperaban sellaron un partido perfecto para los intereses del equipo: Correa, Saúl, Griezmann y dos goles de Fernando Torres confirmaban que el Atleti superaba la barrera del Lokomotiv con un 1-5 en el  RZD Arena y daban un paso adelante en sus objetivos.

Cuartos sufridos: Sporting de Portugal

La cosa iba avanzando y las ganas por vivir buenos momentos en Europa crecían entre los aficionados atléticos. Aunque parecía que con el resultado de la ida en el Metropolitano (2-0) el Atlético de Madrid no iba a sufrir demasiado para estar en semifinales, un gol de Fredy Montero en el ecuador de la primera parte iba a hacer sufrir los corazones rojiblancos durante todo el partido en el José Alvalade. Pero el equipo supo jugar con la tensión y mantener el resultado (1-0) hasta que el árbitro pitaba el final del partido de esta vuelta de cuartos. Pitido que le daba al Atleti motivos para seguir ilusionándose y para creer en una nueva final, pero siempre pensando en las semifinales. 

Semifinales ante el Arsenal: qué manera de sufrir y de ganar

Quién le iba a decir al Atleti que después de que el bombo le cruzara en el camino del Arsenal las cosas iban a suceder así. La ida en el Emirates Stadium empezaba con la expulsión de Sime Vrsaljko en el minuto 8 de la primera mitad. El Atlético de Madrid tuvo que jugar un partido prácticamente entero con un jugador menos y llevando en sus espaldas el gol de Lacazzete en el minuto 61 del encuentro. El esfuerzo del equipo y las ganas de estar en Lyon hicieron que después de un partido digno de admiración por aquellos colchoneros que estuvieron sobre el terreno de juego, consiguieran un empate de los pies de Antoine Griezmann en los últimos minutos del encuentro. El Atlético se llevó de Londres un empate (1-1) que supo a victoria.

Y ahora sí, tocaba la cita más importante en el Metropolitano desde que este abriera sus puertas. Como era de esperar, la afición estuvo a la altura y el gran ambiente de las gradas y el esfuerzo del equipo les llevó a volver a estar en lo que tanto deseaban desde el principio, una final europea. Quizás no era la que creían al principio de temporada, pero les daba igual, son el Atlético de Madrid y estaban juntos y disfrutando del pase de su equipo que ya podían palpar desde que Diego Costa justo antes del descuento metiera el 1-0 que terminaría en el marcador al final del partido.

Y ahora toca Lyon

Después de las idas y venidas, del sufrimiento, de la alegría y del año complicado que han vivido los aficionados del Atlético de Madrid esta temporada, porque no ha sido fácil. Los de Diego Pablo Simeone están a un partido ante el Olympique de Marsella de poder llevar a la gloria a todos los colchoneros. No estarán en el Vicente Calderón, será el último partido de Fernando Torres en Europa con la rojiblanca, muchos se habrán quedado en el camino y otros alentarán desde el Metropolitano a esos pocos que podrán estar en las gradas del Stade de Lyon. Pero sí estarán todos a una y será poder alzar un título con este grupo que les ha llevado hasta aquí y que tanto bueno les ha dado. Y si no, seguirán siendo el Atlético de Madrid