El portugués pisó el césped del Santiago Bernabéu por primera vez allá por julio de 2009. Florentino Pérez volvía a la presidencia del Real Madrid con la idea de devolver al club blanco al lugar que merecía, pues el equipo llevaba muchos años cayendo a las primeras de cambio en Europa y siendo aplastado por el Barcelona de Guardiola en las competiciones nacionales, Cristiano Ronaldo iba a ser el buque insignia del Real Madrid para volver a reconquistar el viejo continente.

Camino muy duro durante los primeros años:

No fue un camino fácil, pasaron cinco largas temporadas con duros golpes en algunas de ellas, como las eliminaciones frente a F.C. Barcelona, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund en semifinales, las tres de manera consecutiva y a cada cual más cruel, primero con los culés, en la época de mayor tensión en los clásicos y con la mirada siempre puesta en el arbitraje, a causa de los siempre polémicos Mourinho y Guardiola que entonces dirigían a ambos conjuntos, aun así ese Barça de Pep, Xavi y Messi seguía siendo inalcanzable para el Madrid. El año siguiente fue el Bayern de Múnich el verdugo, y de la manera más cruel, desde el punto de penalti, Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo fallaron en aquella tanda, por suerte el destino les tenía una guardada, pero primero el capitán blanco tuvo que derrochar lágrimas la temporada siguiente tras casi rozar la remontada frente al Borussia.

Ancelotti logró cumplir el sueño del madridismo

Se llegaba así a la temporada 2013-2014, Carlo Ancelotti llegaba al banquillo blanco con la ilusión de volver a ganar la Champions League, y así fue, el Real Madrid volvió al trono de Europa, con un Cristiano Ronaldo que fue vital, estableciendo el récord de goles en una sola temporada en la Champions, 17 goles anotó el portugués, marcando en todas las rondas. Sin embargo, a pesar de ser el máximo goleador y de establecer un nuevo récord, esa Copa de Europa estará siempre relacionada con Sergio Ramos, el camero marcó un doblete en la vuelta de las semifinales frente al Bayern de Múnich en el Allianz Arena para meter 12 años después al Madrid en una final de la Champions, pero lo mejor aún estaba por llegar, con aquel cabezazo para la historia en el estadio “Da Luz” en Lisboa, el central subió a rematar aquel córner que parecía la última oportunidad para empatar el partido, pues el Atlético de Madrid del “Cholo” Simeone se había adelantado antes del descanso y rozaba su primera Copa de Europa, pero el camero se elevó al cielo portugués y con un cabezazo inapelable empató el encuentro en el minuto 93, un golpe del que el Atleti no se levantó.

El Real Madrid aplastó a los rojiblancos en la prórroga, ya que estaban mucho más machacados tanto física como mentalmente, el propio Ronaldo cerró la goleada, de penalti y en el último minuto del tiempo extra, logrando así el objetivo que se había propuesto cuando llegó al club de la capital española, cumpliendo su sueño, ganar la Champions League con la camiseta del club más laureado de la historia, el mejor jugador del mundo, lograba ganar la mejor competición con el mejor equipo, una historia de cuento de hadas.

Ahora cuatro años después se han sumado tres Champions más, todas de manera consecutiva, y como siempre con un papel vital de Cristiano Ronaldo, en “La Undécima”, anotando un hat-trick al Wolfsburgo para remontar y clasificarse para semifinales y anotando el penalti decisivo de la tanda en la final frente al Atlético de Madrid, en “La Duodécima”, marcando cinco goles al Bayern entre los dos partidos de cuartos, tres al Atleti en la ida de las semifinales en el Bernabéu y un doblete en la final a la Juventus de Turín. Por último, en “La Decimotercera”, firmando un papel anotador alucinante hasta cuartos de final, marcando en todos los partidos.

La etapa de Ronaldo ha llegado a su fin, se marcha como máximo goleador histórico, con cuatro Copas de Europa, y habiendo cumplido con creces todas las expectativas de cuando vino.