Desde que la Real volvió a Primera, su sistema ha estado casi fijo entre el 1-4-3-3 y el 1-4-2-3-1. Salvo algún partido suelto en el que las circunstancias o el planteamiento obligaban a jugar con otro esquema, lo cierto es que los txuri-urdin se han acostumbrado a jugar así, incluso desde la cantera.

Ahora, Asier Garitano quiere implantar un 1-4-4-2 que no termina de convencer. Y es que la plantilla realista no parece estar hecha para jugar así. En primer lugar, por la ausencia de extremos. Solo Oyarzabal está disponible tras la lesión de Merquelanz y la de Januzaj, que ya está disponible pero no ha hecho ningún entrenamiento con el grupo.

En segundo lugar, muchos jugadores están fuera de sitio, como es el caso de los Merino o Sangalli. Por último, la doble punta no termina de cuajar. Willian José se encuentra muy incómodo con otro delantero a su lado, ya que le quita margen de movimiento a un jugador al que le gusta moverse por todo el frente de ataque.

La doble punta no termina de cuajar

El caso de Juanmi es diferente, y es que el malagueño parece funcionar siempre mejor como revulsivo que como titular, donde muchas veces pasa desapercibido o no se mezcla bien con sus compañeros. Sus continuos desmarques son una gran baza a favor de la Real, pero suele funcionar más cuando sale desde el banquillo.

Bautista, por su parte, está teniendo un crecimiento difícil. Desde que dio el salto al primer equipo, siendo el mejor delantero de la cantera y marcando en sus primeros partidos en Primera, parece haberse estancado. Y el sistema tampoco le beneficia. El canterano es un '9' clásico, de los que fija centrales y remata todos los balones que caen en el área. Por ello, es una referencia que necesita jugar con dos extremos en las bandas, no con otro delantero a su lado.

En último lugar se encuentra Sandro. El nuevo fichaje de la Real llega al club donostiarra por su gran polivalencia, que le permite jugar tanto de delantero como de extremo, si bien donde mejor rinde es en la primera posición. Un delantero con mucha movilidad y velocidad y que, por tanto, no es muy recomendable alinear con Juanmi al lado ya que tienen capacidades parecidas. En el Málaga, la temporada de su explosión, jugaba de delantero centro dentro del 1-4-2-3-1.

Por todo esto, parece claro que Garitano debería pensar en si realmente este esquema es el que mejor se adapta al equipo. De momento, ningún delantero se siente cómodo ahí, y eso es un gran pero a la hora de valorar si es el mejor sistema.