El Real Zaragoza volvió a caer de nuevo, esta vez en el Estadio Municipal de la Romareda frente a la UD Almería por un tanto a dos. Dicho partido era de especial importancia dado que era la última bala que tenía el conjunto aragonés para reengancharse a una hipotética y complicada lucha por los puestos de playoff.
Finalmente el encuentro se resolvió a favor del equipo andaluz debido a que el equipo blanquillo puso de manifiesto de nuevo sus debilidades, las cuales llevan acompañándole desde el principio de temporada. Dichas deficiencias son bien sabidas y son la fragilidad de la defensa a balón parado y la falta de acierto de cara a la portería rival, que son dos de las causas por las cuales el Real Zaragoza a pesar del buen juego desplegado, se encuentra en la zona mitad baja de la clasificación.
En primer lugar, en cuanto a la falta de pegada, el Real Zaragoza disparó un número total de 18 veces de los cuales únicamente seis fueron entre los tres palos. Esto fue debido en gran medida al uso recurrente de los disparos desde fuera del área los cuales en la mayoría de los casos se iban al último anfiteatro.
Esta falta de pegada hizo que aunque el equipo aragonés generaba buen fútbol y numerosas ocasiones, el Real Zaragoza tan solo pudiera materializar una ocasión en gol. Y además es bien sabido en el mundo del fútbol que cuando se perdona se paga, y eso mismo fue lo que le paso al conjunto zaragocista. Y aunque el Almería no generaba mucho peligro a través del juego debido a que el Real Zaragoza, gozó durante gran parte del encuentro de la posesión del esférico. De la forma más cruel, el Real Zaragoza perdió los tres puntos en dos ocasiones aisladas a balón parado que ahonda aún más la crisis que sufre el equipo defendiendo estas jugadas, ya que se han perdido por el camino bastantes puntos por culpa de ellas a lo largo de la temporada.
Por otro lado, otros factores a tener en cuenta podrían ser el arbitraje o las bajas sensibles que arrastraba el equipo blanquillo. En cuanto al arbitraje a pesar de que el Real Zaragoza hizo diez faltas menos que su contrincante, acabó con cuatro tarjetas amarillas por las tres de la UD Almería. Esto solo tiene una explicación, y es que el colegiado permitió que el conjunto andaluz interrumpiera el encuentro en numerosas ocasiones sin ver apenas amonestaciones. Esto enfadó a la afición blanquilla ya que llegó a pedir en numerosas ocasiones la tarjeta para jugadores del conjunto andaluz, en especial al centrocampista Eteki que realizó bastantes infracciones y se fue sin ver una tarjeta de la Romareda. Además el árbitro también puedo sacar la tarjeta roja a Martos por una entra durísima sobre Benito.
Por último, también pudieron mermar al equipo las bajas de dos pilares fundamentales del Real Zaragoza. Íñigo Eguaras por sanción y Guitián por precaución. Además a la lista de bajas habrá que añadir a Alberto Soro que fue expulsado por golpear a un contrario con el hombro cuando el balón no estaba en juego.
En conclusión, los males endémicos que arrastra el equipo desde el principio de temporada privaron al conjunto aragonés de conseguir algo positivo y por tanto el objetivo a día de hoy tiene que ser el de la permanencia de la categoría, y una vez que se consiga planificar una nueva y dura temporada en Segunda División.