El Celta no está pasando por su mejor campaña. Cambios de entrenador, mal juego y lesiones sentencian a un equipo que siempre lucha por puestos europeos. Temporadas muy parecidas (salvando las diferencias) de los dos equipos que se van a enfrentar el sábado.

Los blanquiazules están siendo dirigidos por el tercer entrenador de la temporada. Ni Antonio Mohamed, ni Miguel Cardoso han sabido dar en la tecla de un equipo que hace tres años rozaba la final de la UEFA Europa League. Ahora es el turno de Fran Escribá, que tampoco ha cosechado un comienzo agradable, perdiendo el primero de sus encuentros.

Con Cardoso, su anterior entrenador, el Celta era uno de los muchos equipos que se sumaba esta semana al estilo de juego que tanto se lleva esta temporada en LaLiga Santander, los tres centrales y dos carrileros. Una defensa compuesta principalmente por Costas, Araújo y Hoedt; carriles por Hugo Mallo y Juncà; Lobotka y Okay consagrados en el centro del campo con Jensen y Brais Méndez en una posición más adelantada y, por último y ante la ausencia de Iago Aspas, Maxi Gómez solo en punta de ataque. Un complejo 3-4-2-1, convertido en 5-4-1 en posición defensiva y condicionado por la falta de jugadores de ataque, incluyendo la lesión de Aspas, jugador estrella.

El estilo de juego, un equipo de briega en el centro del campo, que recupera muchos balones en esta zona del terreno y le disputa la posesión al rival, aunque prefiere realizar ataques directos, aprovechando las subidas por banda de Hugo y Juncà. Como se ha mencionado, la falta de gol es lo que ha sentenciado al equipo, al cual le cuesta rematar a puerta en sus encuentros.

El estilo de juego del nuevo conjunto de Fran Escribá no está aún muy bien definido, ya que solo lleva un partido al cargo del equipo, la derrota de la pasada jornada en casa contra el Real Betis. Lo que sí se puede deducir y observar el pasado domingo en Blaídos es que el técnico valenciano apuesta por una alineación más clásica. Cuatro defensas, cuatro medios, un jugador actuando como enganche y delantero puro. Mallo por la derecha, Costas y Araújo en el centro y Juncà a la izquierda, forman la defensa de esta nueva etapa del club, defensa que, a no ser que ser que aparezcan imprevistos, será prácticamente fija. Okay y Lobotka siguen fijos en un centro del campo acompañado por Brais y Boufal a las bandas. Escribá apostó por el ex del conjunto blanquiverde, Boudevouz, como enganche y Gómez como punta. Todo indica que cuando Aspas salga de la lesión, esta formación se convertirá en un 4-4-2 clásico, con el propio Iago y Maxi en ataque.

El equipo no dio su peor versión (pese a la derrota), tampoco hizo nada espectacular. El equipo andaluz dominó el balón, como suele ser, y los azules esperaron atrás, en bloque, dejando a los verdiblancos el manejo de la bola en zona de no peligro y esperando salir a la contra (algo que ha castigado mucho al equipo de Setién esta temporada). Una buena defensa, ya que el betis remató apenas cuatro veces a puerta, y un ataque, de nuevo empeorado por la falta de su delantero estrella, no fueron suficientes para llevarse el partido. Buen juego en bloque, ataques directos y buen estado de forma de Rubén Blanco (insustituible con cualquiera de los tres entrenadores) son las características generales de este nuevo Celta, al que el sábado veremos en el Santiago Bernabéu.

Los cambios realizados fueron simples. Posición por posición. Pione Sisto por Boudevouz en segunda línea, Apeh por Boufal en el 85', para intentar buscar alguna oportunidad por banda y Jensen por Okay, cuando el partido estaba a punto de finalizar.

El RC Celta sumó la jornada pasada su quinto partido consecutivo sin conocer la victoria, en los que ha encajado nada más y nada menos que nueve goles, más de gol y medio por partido. Los escasos dos goles marcados en este tramo son señal del deficiente ataque del equipo, necesitan a Aspas cuanto antes si quieren salvar la categoría. Lesionado desde la jornada 18 (jugó la 23 pero recayó, hasta día de hoy), sigue siendo el mayor goleador del equipo con diez goles. Le sigue Maxi Gómez, que al lado del gallego mejora su juego. En total, lleva nueve tantos en Liga y solo uno con la ausencia de su compañero, el mejor del equipo, no solo esta temporada. Durante la etapa del equipo sin su diez, el jugador más destacado ha sido Brais Méndez, con cinco goles y siete asistencias. Tampoco este ha podido salvar la mala situación del conjunto.

El próximo sábado el Celta se medirá con el Real Madrid en el Bernabéu, campo que nunca se le ha dado muy bien al conjunto gallego. La vuelta de Zidane contra el nuevo proyecto de Escribá, el objetivo del segundo puesto para del Madrid contra la salvación del Celta. Los Maxi Gómez, Brais Méndez, Lobotka o Fran Beltrán intentarán tomar el feudo blanco como jugadores más importantes de un club sin su estrella. 

Los blancos tienen la necesidad de volver a ganarse el cariño de su afición, e intentar no seguir engrandeciendo el desastre en el que se ha convertido esta temporada. Los azules desean volver a ser ese equipo temido por España y mantener la plaza donde los grandes del país deben estar, primera división. 

Real Madrid y Celta se encuentran mañana en el que tiene todos los alicientes para ser un partidazo.