El Real Madrid visitará mañana Anoeta, un estadio de gratos recuerdos para Marco Asensio. Allí, el balear consiguió anotar su primer en el campeonato liguero con el conjunto blanco. Fue en la primera jornada de la temporada 2016/2017. Ese gol confirmó la irrupción de aquel 'niño maravilla'que ya empezaba a deslumbrar al mundo del fútbol.

Fue la confirmación de que una estrella en ciernes estaba quemando etapas a pasos agigantados. Justo después de asombrar al mundo con un golazo impresionante en la Supercopa Europa ante el Sevilla, Asensio hacía un control y definía con una vaselina de crack ante el guardameta realista. Con apenas un mes en el Madrid, ya todo apuntaba a que ese joven mallorquín iba camino de estrella.

Ese Asensio venía de un año de cesión en el Espanyol ante la previsible falta de oportunidades que iba a tener con Benítez. Esa temporada le sirvió para vivir el fútbol de élite para que, poco después, se convirtiera en el ojito derecho de Zinedine Zidane. Poco faltó tras ese inicio espectacular de Marco Asensio para que se comenzara a comparar su zurda con la Messi. Ese mismo año de su irrupción, el balear ganó la Liga y Champions siendo una parte muy importante del Real Madrid. Se convirtió en un indiscutible de ese ' equipo B' que el técnico francés usó tanto durante el campeonato doméstico e incluso marcó el último gol de la final de Cardiff ante la Juve. Sin olvidar, el fundamental papel que jugó en la prórroga de cuartos ante el Bayern en un partido en el Bernabéu en el que marcó el tanto que dejaba casi sentenciado el pase a la siguiente ronda de su equipo.

Más de dos años después, Zidane tiene la labor de no dejar que esa estrella que deslumbró al mundo no hace mucho se apague. El mallorquín cuenta con la confianza del entrenador que lo llevó a la élite para el nuevo proyecto que comenzará la temporada que viene.