"Nos falta todo", decía Casemiro al término del encuentro en Villarreal después de otro pinchazo blanco en esta jornada 3 de Liga Santander. Errores atrás, falta de control y de gol e incluso imprecisiones volvieron a declinar al Real Madrid a un empate peleado pero insuficiente de cara a las aspiraciones en la competición. La expulsión final de Bale bien pudo reflejar la impotencia y descontento de un equipo al que le sigue faltando algo, sin que Zidane sepa todavía el qué.
Ramos crea una primera fuga
Inicio fulgurante del conjunto blanco con intención de dominar el juego desde el minuto uno, pero sin que el Villarreal se conformase en el papel de segundón. Kroos, a los mandos del barco vikingo y Cazorla a los del submarino amarillo. El duelo prometía espectáculo pero las primeras alegrías iban a ser para la afición de casa. Antes, un centro muy preciso de Bale creaba las dudas entre Albiol y Andrés. Sin embargo, para incertidumbre la de este Real Madrid que cuenta casi sus errores por partido. En esta ocasión, sería de Sergio Ramos.
Una salida dubitativa, sin saber el central a quién cederle el esférico, propiciaba la primera fuga que terminaría en gol de Gerard Moreno. El delantero se la robaba, iniciaba la ofensiva y después fulminaba la red tras la intervención de Courtois a tiro de Ekambi. Apenas habían transcurrido once minutos. El barco merengue ya empezaba a hundirse, mientras Gareth Bale chutaba alto en una falta cercana al área rival. Lo más peligroso hasta el minuto 20.
El Villarreal se lo creía e incrementaba tras ese 1-0 sus incursiones hacia área visitante. Entre Chukwueze y Ekambi llegaban con claridad, aunque más el camerunés, que se movía por banda o centro. Estaba siendo un quebradero para la zaga, mientras Mendy lograba frenar bien al joven nigeriano en la izquierda.
Reacción previa al descanso con un golazo
Avanzaba el encuentro, recuperaba un poco la posesión el conjunto blanco y se sucedían las oportunidades, aunque sin hallar premio de gol. Cabezazo alto de Ramos, tiro desviado de Jovic e incluso otro susto de Andrés Fernández, quien no estaba muy seguro en las salidas por alto. Parecía que recuperaba el control inicial el equipo de Zidane y los últimos quince minutos lo confirmaban. Benzema se topaba con el palo en una eléctrica acción personal por la izquierda.
Esa jugada ponía un serio aviso sobre la zaga valenciana, que se veía desbordada en los últimos segundos antes del descanso. Una enorme combinación veloz y precisa entre Carvajal, Jovic y Bale ponía el empate, siendo el galés autor del tanto tras empujar en la línea. La asistencia de tacón del serbio embellecía ese 1-1.
Tras el paso por vestuarios, era Casemiro el que probaba desde larga distancia sin fortuna y Calleja movía ficha con un doble cambio. El lateral francés Mendy estaba exhibiendo sus cualidades defensivas secando a 'Samu', así que era turno de Ontiveros. También reforzaba la medular dando entrada a Anguissa, pues el rival estaba hundiendo atrás al submarino amarillo a base de empuje. En ese contexto, sostenía el resultado Andrés con una doble intervención seguida.
Cambios, aciertos y tablas amargas con Bale
Esas sustituciones para fortalecer y reactivar al Villarreal ante el buen inicio del segundo tiempo de su rival, darían su fruto. A pesar de la respuesta desde el banquillo de Zidane sacando a Modric y Vinicius Jr, el devenir del choque iba a favorecer al conjunto local. Cuestión de aciertos en la zona técnica, la vuelta a la tortilla llegaba. El Real Madrid se veía superado tras abandonar su 4-4-2, mientras los valencianos se valían de su poderío también con Bacca para deshacer el empate.
En el minuto 74, Moi Gómez puso el segundo gol a placer tras la parada del portero belga a un potente disparo raso de Gerard Moreno y la continuación de la jugada por la izquierda. Los blancos concedían poco, pero suficiente para ser castigados por el submarino. No obstante, el que se llevaría la mayor de las penas en la noche sería Gareth Bale en apenas dos minutos, los del descuento. De la gloria a la imprudencia pasaba el galés, quien se iba expulsado por dos planchazos y una doble amarilla.
Ese hecho amargaba su buena diana del minuto 86 para firmar las tablas en La Cerámica. Una acción individual con chut raso al palo derecho ponía el 2-2 definitivo que deja al conjunto madrileño con cinco puntos de nueve posibles en Liga.