Hay días o épocas redondas donde todo sale bien, pasas todos los semáforos en verde o te encuentras un billete en un pantalón. Pues eso ha sido más o menos el mercado de fichajes para el Celta de Vigo. Un dulce, un postre de una calidad sublime. Y como en todo pastel, buena es una guinda. Esa guinda tiene nombre y se llama Rafinha Alcántara

Y es que esta misma tarde el equipo celeste ha hecho oficial la noticia que se lleva comentando desde el fin de semana. El medio brasileño llega a Vigo por segunda vez en calidad de cedido hasta final de temporada. Regresa, pendiente de la revisión médica, al equipo para completar una plantilla con once canteranos que ha generado un gran entusiasm en el celtismo. El talentoso jugador disputó en su primera etapa en el Celta 32 partidos en los que anotó cuatro goles y dio siete asistencias.

Las negociaciones han sido suficientemente rápidas como para que el tiempo no se echase encima. Cuando los aficionados habían rebajado el nivel de excitación debido a la falta de movimientos u operaciones que se caían, como la de Nolito, se rubricó la operación que más ilusión podía generar.

Con la llegada de la "samba" al cuadro vigués se cierra un mercado de mérito. Felipe Miñambres y Carlos Mouriño, alertados por la anterior temporada, decidieron buscar jugadores comprometidos, que sepan lo que es este escudo y que sean una prolongación de la afición en el terreno de juego. La llamada "Operación Retorno". Aspas cogió el teléfono y se encargó de conseguir y bombardear a los objetivos. Pape, Mina, Denis y, ahora, Rafinha

El jugador viene con ritmo de juego, pues ha sido titular en todos los partidos de Liga con el conjunto culé, siendo además de los mejores en el verde. La fórmula del éxito es una cesión, con una supuesta opción preferencial que deberán explicar los dirigentes celestes con mayor exactitud. La puerta de hacerse con sus servicios puede ser una posibilidad en 2020.

Lo que es una realidad es la repercusión y la alegría que ha generado en la parroquia celeste. Es un jugador de los que enamora, de los que besan el escudo con los ojos cerrados. Porque es un celtista más. "Ya era hora", decía Denis Suárez cuando se hizo pública la noticia. Incluso Aspas tenía prisa por decirlo, haciéndoselo saber al CM de Twitter del Celta. El de moaña está feliz con este mercado y esa es la mejor noticia de todo el verano. Rodear al Zarra es la clave del éxito.

Infinidad de talento que hay que ordenar

Ahora se genera una pregunta, ¿quién juega y quién se queda fuera? Bendito problema tiene ahora mismo el técnico Fran Escribá. Dispone de una de las mejores plantillas de la historia del Celta, ahora solo hay que orquestar la tormenta perfecta.

A priori se puede pensar que Brais Méndez es el jugador que debe pelear contra el internacional carioca por un puesto en el once. El canterano ha demostrado estar en condiciones de pelear y de momento es un fijo de los fines de semana, si bien la temporada es muy larga y habrá momentos para todos. 

Una variación de esquema podría abrir la puerta a ver más talento junto, aunque es bien sabido que el técnico valenciano tiene en el 4-4-2 su debilidad

Agárrense, vienen curvas muy divertidas.