Dominar el juego aéreo también tiene parte de su importancia en el fútbol, donde no todos los balones se desplazan por el césped. Ahí, desde porteros hasta atacantes deben manejar bien los registros de alturas, elevándose para atajar o rematar un envío ajeno. Y en este oficio era todo un experto el exmadridista Cristiano Ronaldo. ¿Quién no recuerda esos goles de cabeza tras saltos magistrales del 'bicho'? ¿Acaso algún aficionado del Real Madrid ha olvidado aquel tanto del luso para la victoria ante el Barça en Copa del Rey?

Los vuelos del portugués eran una marca de la casa. Ahora, Benzema sigue con esa tradición de 'aerolíneas blancas' después de haber aprendido de su excompañero en la BBC por aquellos tiempos. Muestra de ello es que el francés suma cada vez más goles con la testa, cuando anteriormente no era su especialidad, en absoluto. Su inicio de Liga Santander 2019/2020 está siendo impecable como su última temporada, donde fue el más destacado de un equipo hundido.

Así, acudiendo a los datos, cabe resaltar que en sus primeras ocho temporadas, Benzema anotó 15 de 122 tantos con la cabeza en Liga (solo el 12 % de ese total). En cambio, en las últimas tres campañas de blanco, su porcentaje ha ido subiendo hasta situarse en el 35 % con 11 dianas de 31 totales utilizando la testa frente a equipos españoles. La estadística refleja la mejoría del galo como artillero de alturas. 

Un testarazo para calmar el ansia sevillista

En ese contexto del cabeceador no nato pero sí curtido poco a poco, Benzema demostró moverse también por arriba, con la ya de sobra sabida clase que tiene con el balón en los pies. En medio de un partido muy peleado y competido entre dos grandes de la Liga, en un Sánchez Pizjuán enaltecido por un Sevilla imparable, ahí se elevó el delantero. Centro  de Carvajal desde la derecha, salto en el segundo palo, esférico a la red y éxtasis de la minoría blanca desplazada al feudo sevillista.

Cuando más fuertes se sentían los andaluces, cuando atravesaban por su momento dulce en la competición y, sobre todo, cuando se veían con toda la capacidad para derrotar al Real Madrid, ahí surgió Karim. El ansia del Sevilla por alzarse al liderato terminó en esa jugada y minuto. El atacante lograba su tanto 227 a lo grande, para una indignación rival difícil de digerir. Porque pocos se esperaban ese resultado. Pero ya lo dijo hace unos días Xavi Hernández. Al equipo blanco no hay que darlo por muerto. A Benzema, tampoco.