Con la ilusión de jugar ante la afición del equipo con el que sueñas debutar, en su estadio, y con el añadido de representarlo en Europa tras tanto tiempo; así saltaban al terreno de juego los once elegidos por Ivan Martínez para debutar en competición UEFA. La última vez que lo hizo el conjunto maño fue el 4 de octubre de 2007, donde cayó eliminado a manos del Aris de Salonica, equipo griego que -hasta el día de hoy- era el último rival europeo del conjunto maño gracias al tanto de ‘Javito’ en La Romareda.

Así pues, esta vuelta debía ser memorable y la afición se ha comportado, con una cifra que ronda los 10.000 asistentes -oficialmente unos pocos menos-, la cifra más alta de la historia en lo que a la asistencia a UEFA Youth League se refiere. 

Los locales han dominado el encuentro a pesar de la justa diferencia que reflejaba el marcador. Los blanquillos han instaurado su estilo de juego desde el principio a pesar de la solidez que mostraba el Korona. Esta se refleja perfectamente en las estadísticas del partido, pues hasta el minuto 35 la escuadra del Ebro no había conseguido finalizar claramente una ocasión. Por desgracia esta oportunidad acabaría en una doble parada del portero visitante que ha conseguido levantar a más de uno de su asiento.

 

A partir de este momento el equipo dirigido por Iván Martínez gozaría de sus mejores minutos, llegando a finalizar otra ocasión. En el minuto 42, después de una jugada llena de rebotes, el balón lo recibía Andrés Borge que tras una gran internada por el exterior del área finalizaba al más puro estilo killer, mediante un golpeo fuerte y arriba que encontraría red por el palo de portero. Con este solitario tanto el club local se iría 1-0 al descanso habiendo recibido tan solo un disparo a puerta, que terminaría tapando Acín en dos tiempos.  Quince minutos para retomar aliento y el balón volvería a rodar en una segunda parte con  más ocasiones pero sin goles.

Ya en el segundo tramo del encuentro, y con la inferioridad en el marcador, el Korona Kliece se vio obligado a meter una marcha más, llegando a disfrutar de dos grandes ocasiones en las que Acín solventaría de forma notoria las únicas pinceladas ofensivas de los polacos. Antes de estas dos oportunidades, el Real Zaragoza desaprovechó el que podía haber sido el broche de oro a una jugada de fantasía entre Miguel Puche y Luis Carbonell o la formada entre este último y Jaime Sancho, ambos disparos frenados con dos grandísimas atajadas del arquero polaco tras dos grandes pinceladas de calidad por parte del delantero zaragocista.

Una tarde mágica en el estadio de La Romareda que da banda ancha a la afición para soñar y confiar en que vendrás tiempos mejores, grandísimos jugadores se están formando en la cantera y una afición volcada con el equipo. 

La ilusión de estos chicos que comienzan a brillar fuera de Zaragoza -como es el caso de Alejandro Francés quien ha entrado en la convocatoria para disputar el mundial de Brasil sub17 con la selección española- se une a las ganas de todos los zaragocistas de volver a ver al club de nuestra vida donde se merece.