Javier Aguirre está frente a una de las semanas más exigentes desde que llegó a Leganés. En primera instancia tendrá que enfrentarse a uno de los colosos del fútbol español: el FC Barcelona en los octavos de final de la Copa del Rey. Si de por sí el rival ya es complicado, lo es aún más cuando la eliminatoria se juega en su feudo, en el Camp Nou. Además vienen de caer derrotados en Liga frente al Valencia por 2-0 y tienen la necesidad de dar una buena imagen frente a su afición. Está por ver las rotaciones que haga Quique Setién para el encuentro en el caso de que decida reservar a Leo Messi o no lo haga. Cuando le dio descanso al argentino en esta competición le tocó sufrir y mucho frente a un duro y rocoso Ibiza. Solo dos punzadas de Griezmann hicieron que pasara de ronda y que se enfrentase este jueves al conjunto dirigido por Javier Aguirre.
El domingo recibirá en Butarque a la Real Sociedad en la jornada matinal. Precioso el partido que se vivirá en el feudo ‘pepinero’ frente a un rival con un potencial venido a más. Los de Alguacil vienen de endosarle un 3-0 al Mallorca y quieren hincar el diente a otro de los equipos de la zona baja de la clasificación: el Leganés. Los de Aguirre tienen a su favor que juegan en casa y que contarán con todo el apoyo de la afición, conscientes de que el equipo les necesita más que nunca. Además, los jugadores blanquiazules tienen la necesidad de devolverle a los suyos una buena imagen en Butarque tras el bochorno vivido en el derbi donde los ‘pepineros’ cayeron derrotados frente a su vecino el Getafe por 0-3.
Un factor importante que afectará al Leganés es el factor del descanso. Tiene una plantilla reducida y las opciones de fichar en el mercado de invierno se están acabando. Frente a esta adversidad a Aguirre no le queda otra que hacer rotaciones. Después de jugar el domingo en el Wanda, el Leganés tiene que hacer un largo desplazamiento hasta Barcelona para jugar el jueves la Copa. Apenas 48 horas después tendrán que jugar el partido de Liga el domingo a las 12:00 en Butarque. A Aguirre no le queda otra que hacer malabarismos con los disponibles que tiene y tratar de dosificarlos al máximo para que puedan rendir de la mejor forma posible en ambas competiciones.