Este domingo, Cádiz y Málaga se enfrentan por catorceava vez oficialmente. El balance no nos dice mucho: cinco victorias para ambos y tres empates hacen que la cronología esté más que igualada. Un motivo más para que ambos equipos salgan a por todas en el Ramón de Carranza.
Lo que nos dice la actualidad sí que es decisivo. Los gaditanos son un fijo en esta categoría y, como tal, la conocen bien. Los de Cervera enlazaron cinco victorias al comenzar la temporada y otras cinco tras dos partidos: 31 puntos en solo doce jornadas que, hasta el momento, ya significan más de la mitad de los que tienen actualmente (52).
Justo acabó esa racha en Albacete (1-0). Desde entonces, el equipo amarillo está intermitente: no ha conseguido dos victorias seguidas en Liga desde octubre. Casualmente, ganó la semana pasada contra Las Palmas (1-2). Aun así, el equipo sigue en la lucha por el ascenso gracias al colchón del arranque liguero y a jugadores que conocen bien la categoría.
En el otro lado, encontramos a un Málaga rejuvenecido. Aun con los problemas extradeportivos del equipo, Sergio Pellicer parece que ha sabido tocar la tecla y la música suena a buen compás en Martiricos. Desde su llegada, ocho de quince puntos posibles, los mismos que lleva el rival en los últimos partidos.
El equipo blanquiazul sigue con su premisa de, al menos, sacar un punto por partido, la cual solo falló en Elche. Con jugadores que parecían olvidados, como Juanpi o Ismael Casas, así como nuevos, como Sergio Buenacasa o Tete Morente, va sacando poco a poco puntos y puestos al descenso (dos en ambos casos).
El problema del Málaga ante el Cádiz lo veremos en sus actuaciones como visitante: solo dos victorias en toda la temporada, contra el Racing (0-1) y el Dépor (1-2), aprovechando la debilidad de sus situaciones. Ambos partidos fueron sentenciados por la mínima y en los últimos minutos (85 y 87). En ese tramo, puede que veamos los minutos más frenéticos del partido, como pasó contra el Numancia en la última jornada.