La oportunidad del Playoff es para cualquier equipo, un plus de ambición para pelear por un partido. Hoy se medían dos clubes que venían de una racha muy diferente, totalmente opuesta, pero con el mismo objetivo, y es que ambos equipos quieren mirar hacia arriba y y, quién sabe si así poder cambiar sus metas

Las Palmas sumaba ya nueve jornadas consecutivas sin conocer la victoria, y sin ganar en casa desde el ocho de diciembre, tras vencer al Numancia por tres goles a uno. En frente estaría el Málaga CF, con unos números sorprendentes, y que asustan a muchos equipos de la categoría. Y es que, desde que el técnico llegó, se han jugado siete partidos, y se han ganado cuatro de ellos, perdiendo tan solo uno. Además ya eran tres las victorias que había cosechado el equipo malacitano consecutivamente antes de jugar en el estadio de Gran Canaria.

Tras la decandencia de Las Palmas y el impulso del Málaga, ambos equipos se encuentran en la mitad de la tabla, con empate a 38 puntos, a pocos puntos del Playoff. Las sensaciones del partido ya eran  buenas, tan solo por lo que había en juego, y se podrían corroborar poco después del pitido inicial.

Comenzó a controlar el equipo visitante el esférico, que robó el balón a los de amarillo sin que casi pudieran disfrutarlo. El partido, que era de alto voltaje, empezó con dominio total blanquiazul, que en los 10 primeros minutos ya tuvo una muy clara, de las más peligrosas del partido. Una buena jugada por el costado derecho, que se prolongó al área mediante un pase a Sadiku fue el medio del peligro. El delantero albanés dejó el balón a Juanpi, que sin esperarlo, mandó el balón fuera.

No faltó la polémica al partido tampoco, ya que tras un centro de Pacheco al área pequeña, un claro agarrón casi en la porteria a Sadiku, no fue señalado por el colegiado, y el ariete malaguista lo protesto, sabiendo que habría sido una gran oportunidad para abrir la lata. 

La primera parte no dio para mucho más. No hubo goles y, además el partido se durmió en el centro del campo. Ningún equipo quería cometer fallos, puesto que el premio que daba la victoria era demasiado suculento. Así que el resultado acabó en tablas en el descanso, y los 22 jugadores tomaron camino hacia el túnel de vestuarios, para 15 minutos más tarde, salir con todo al terreno de juego.

Con todo salió Las Palmas, que en un córner en el minuto tres de la segunda parte se adelantó en el marcador. El lateral derecho, Eric, remató el centro de Aridai totalmente solo en el área malaguista, sin presencia alguna de marcaje. El canario introdujo el balón con fuerza en  la portería que defendía Munir con un buen y potente cabezazo. 

El portero marroquí no pudo hacer nada en el gol del equipo local, pero si salvó a los suyos de recibir más goles en diferentes ocasiones del partido. Poco después de tanto canario, Rubén Castro gozó de una de las mejores ocasiones del encuentro. Otra vez solo, como su compañero, cabeceó otro centro de Aridai, pero el guardameta malaguista paró el tiro, y el rechace favoreció a los blanquiazules. También le sacó otra al mismo Rubén, muy clara, y aguantó a la segunda oportunidad para Pedri, que tuvo que girar para buscar otra opción, finalmente sin éxito.

También a balón parado llegó el empate por parte del Málaga. Pasado ya el minuto 65, Pacheco colgó un buen balón al primer palo, donde Lombán remató con la coronilla, y por segunda jornada consecutiva, el central asturiano anotaría un gol para su equipo. El tanto subió al marcador, y otra vez la pizarra de Pellicer dio vida al Málaga.

Quedaba aún partido por disputar, y así poder buscar el gol de la victoria para cualquiera de los dos equipos. Lo intentó un par de veces el equipo local, pero sin peligro alguno, tras el cambio de Pedri, ya que el joven revolucionaba las posesiones canarias cada vez que tocaba el balón.

Si aprovechó el Málaga, que con la entrada de Hicham tuvo algunas internadas con peligro, pero nada más allá de sustos. Juanpi probó suerte desde la frontal, con una falta muy peligrosa, a la par que rigurosa. También Tete, que está gustando mucho en su nuevo club, tuvo una gran galopada al final del partido, en la cual, si hubiera llegado con más aire, seguramente estaríamos hablando de algo con más peligro que el pase fallido que acabó en botas amarillas.

El empate a uno fue el resultado final, y ambos equipos se quedan a dos puntos del Playoff, a expensas de lo que hagan sus rivales este fin de semana. El equipo de Pellicer suma 15 de 24 puntos posibles, mientras que los pupilos de Pepe Mel ya llegan a la decena de jornadas sin conocer la victoria. 

El Málaga recibe ahora a dos equipos en La Rosaleda consecutivamente. Primero visitará a los malaguistas el Zaragoza, que llega en buena forma, y en la siguiente semana, el Huesca, que también ocupa uno de los puestos altos de la tabla.