El jugador más importante dentro de un terreno de juego es el mediocentro, ya que se mueve con balón, pero juega con la cabeza. En el Valencia, el centro del campo tiene nombre propio, Dani Parejo, y esta temporada no ha estado a su máximo nivel. La sala de máquinas ché ha bajado el ritmo de trabajo y se ha notado considerablemente. Además, los acompañantes en el proceso tampoco han estado a un nivel alto y se ha podido ver en el juego del equipo de la capital del Turia.

Dani Parejo, entre luces y sombras

Imagen vía: @dani_parejo10 (Instagram)
Imagen vía: @dani_parejo10 (Instagram)

El capitán del valencianismo tuvo un antes y un después llamado confinamiento. Su rendimiento tras la reanudación de la competición fue pobre e inexistente, pudiendo ver a un Parejo triste e indiferente cada vez que tocaba el esférico. Las causas pueden ser muchas y las consecuencias de su estado físicomental se han traducido a un bajón considerable del rendimiento del equipo. 

¿Esto quiere decir que el de Coslada ha tenido la culpa de la mala temporada del club ché? No, en absoluto. El capitán no tiene culpa de ser el único jugador en la plantilla que no tenga un sustituto digno para que él pueda de vez en cuando descansar las piernas y cuidar su mente. La gestión se ha hecho mal desde arriba y poco a poco se ha visto sobre el verde. Sin embargo, durante la primera parte de la temporada, el "10" valencianista era el de siempre y dejó grandes encuentros como el que enfrentaba al equipo ante el Atlético de Madrid o el partido de vida o muerte ante el Ajax en la Champions League.

El timón del equipo ché acaba la temporada con 10 goles y 6 asistencias y quien sabe si estas cifras son las últimas que el madrileño da al conjunto blanquinegre. Mestalla no quiere dejar de ver cómo mueve la batuta, pero su estancia en el club está por los aires más que nunca. Está hecho para retirarse en el lugar en el que ha logrado renacer, Valencia. 

Los guardaespaldas Kondogbia y Coquelin

Imagen vía: @valenciacf (Instagram)
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Elegir entre uno de estos dos perros de presa para que acompañe al capitán en el centro del campo no es tarea fácil. Son dos tipos que dan miedo, que van duro al corte , pero que calidad tienen para repartir. En su máximo nivel, los dos son de lo mejor de la Liga Santander. 

De Coquelin podría decirse que no hace nada mal y no se estaría mintiendo y de Kondogbia que su nivel irregular hace que el valencianismo no pueda disfrutar del todo de su fútbol. La temporada de ambos ha sido parecida, aunque la del francés ha sido mucho mejor. El centroafricano, en cambio, ha tenido encuentros increíbles como contra Lille en Liga de Campeones y otros no tan buenos. Meriton los ha puesto en el mercado y para muchos equipos serán carne fresca que querrán obtener. 

Asimismo, está algo generalizada la afirmación que dice "sin Parejo, el Valencia pierde mucho" y aunque sea así, la unión de estos dos futbolistas no deja a nadie insatisfecho. En la memoria del valencianismo está el Valencia-Barcelona de esta temporada. Sin Parejo, Kondogbia y Coquelin se hicieron con el centro del campo y estuvieron presentes en todas las zonas del campo de Mestalla. Este fue uno de los mejores partidos que disputaron los dos vistiendo la zamarra ché. 

Carlos Soler: críticado, pero trabajador

Imagen vía: @carlos10soler (Instagram)
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"No vale para nada", "es un muermo", "cada vez que la toca, la pierde"... Estas son algunas de las perlas que parte del valencianismo suelta cada vez que Carlos Soler disputa un partido y que se argumentan en su juego. Sin embargo, la realidad es muy distinta: Soler trabaja más que nadie y el balón siempre pasa por él en transiciones ofensivas. 

Desde que Marcelino decidió probarlo en banda, se ha hecho con la posición. Su juego en esa zona del terreno de juego no es tan brillante y no puede demostrar tanto la calidad que ostentan sus piernas, ya que la banda exige más trabajo y sacrificio. Jugando fuera de su posición natural, se ha ganado la titularidad y no hay partido en el que no se vea a un Soler que no corre y no lucha un balón.  Asimismo, tras la vuelta del confinamiento, tanto Celades como después Voro han ido alejando al canterano de la banda posicionándolo en el centro del campo en algunos instantes de partido o de inicio, devolviéndolo a su posición natural. 

Kang In Lee, el futuro

Imagen vía: La Liga
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Si a Parejo le ha sentado mal la vuelta del fútbol, al coreano todo lo contrario. En los últimos partidos disputados, el canterano ché ha sido decisivo y ha dotado al equipo de esa frescura que le faltaba. Su entrada en el partido ante el Sevilla en la última jornada consiguió que el Valencia empezase a tener oportunidades de gol y crease algo de peligro. 

Si algo le falla a Kang In Lee es la cabeza. El ímpetu que tiene de ayudar y de intervenir en todas las jugadas a veces se le pone en contra y termina con una agresividad excesiva que lleva a que le expulsen. La calidad la tiene de sobra, pero necesita que las piernas y la cabeza vayan al unísono para así seguir creciendo como futbolista y convertirse en un jugador importante de cara al futuro del equipo ché. La temporada que viene se prevé clave para la trayectoria del coreando y solo él será dueño de su destino.