Inmersos en uno de los mercados de fichajes más agitados que se recuerdan, el Real Madrid continúa sentando las bases de lo que es considerado como uno de los proyectos globales y colectivos más importantes de la década. Después de llevar a cabo una política organizacional y deportiva que apuesta por el talento nacional e internacional, las diferentes categorías inferiores del conjunto blanco prosiguen sondeando las diferentes alternativas que se presentan de cara a una temporada atípica, después del parón ocasionado por la COVID-19. En lo que atañe a las llegadas, Adam Arvelo, considerado como uno de los futbolistas más trascendentes de la generación del 2005, perfilará la medular del Cadete A, pudiendo ayudar al Juvenil C en ocasiones puntuales.
El habilidoso centrocampista tinerfeño destaca gracias a su buen golpeo de balón, además de a su buena interpretación del juego. En la misma línea, se trata de un jugador versátil, que puede rendir en cualquier demarcación de la línea de ataque, siendo la zona de tres cuartos su hábitat natural; no obstante, en su periplo en el fútbol base groguet también ha jugado relegado a un extremo, mostrando una evidente tendencia a partir hacia el centro, con el propósito de incidir e influir en el juego de su equipo. Asimismo, sus aptitudes, impropias para su edad, le permiten realizar un despliegue físico reseñable en cada encuentro que disputa.
El pasado 9 de septiembre, Adam Arvelo anunciaba a través de Instagram su salida de la cantera del Villarreal CF después de tres temporadas defendiendo los colores del submarino amarillo. El nuevo rostro del Real Madrid afirmó sentirse preparado para afrontar y emprender nuevos retos y horizontes, al igual que muy feliz de recalar en La Fábrica. Con la contratación del volante tinerfeño, la entidad merengue incorpora a un jugador diferencial, al que se le augura un futuro ilusionante, capaz de rendir en cualquier posición de la medular. El ex-jugador del equipo groguet, que anunció en redes sociales su llegada a la escuadra vikinga, es un habitual en las categorías inferiores de la Selección Española.