Mucho sacrificio cada fin de semana para Sergio Pellicer buscando siempre la tecla correcta para no caer, además de en su esquema de juego,  en posibles irregularidades de alineación. Un técnico que desde su llegada al primer equipo, no ha parado de sufrir en lo que otros no entienden ni entenderán. 

A un club se viene a dirigir y a convocar a los mejores profesionales posibles. Pero el plus que ha debido de sumar Sergio Pellicer desde su llegada, ha sido, que fichas profesionales han sido pocas y encima ha tenido que trabajar con jugadores de la cantera para poder lograr estar un año más en la categoría de plata.

Las situaciones por la que ha pasado este Málaga CF no han  sido ni mucho menos las mejores. El club es sancionado por un descontrol en el fair play financiero desde la UEFA y  sobre los incumplimientos establecidos desde la Liga profesional de fútbol español. Finalmente un juzgado expulsa a su máximo mandatario del cargo por una gestión desleal al club, además, de hacer gastos personales a cargo de la entidad. A esta situación, para poder rebajar los limites salariales que se le impusieron al Málaga CF desde LaLiga, hay que sumarle un ERE ejercido a los jugadores que poseían un alto salario desde la propia administración judicial la cual vive el club de Martiricos en estos momentos.

Desde la llegada del administrador judicial, José María Muñoz,  todo son limitaciones para el grupo de directivos deportivos que han trabajado de una manera incansable para poder cerrar un equipo, que desde el punto de vista del aficionado malaguista, da a entender, que es un equipo con base de futbolistas de la tierra, de Málaga, donde estos, sienten y sentirán la camiseta por encima de todo. 

El gran artífice de poder rebajar los limites salariales ha sido la gestión del propio administrador judicial, José María Muñoz que ha encauzado varios frentes para poder dar salida de la manera más gentil y profesional a aquellos jugadores que tenían una ficha que el Málaga CF no podía asumir. Pero quien realmente ha hecho posible volver a soñar y construir un sueño para el malaguismo es sin duda alguna, un malaguista de pura cepa, Manolo Gaspar. Él y su equipo desde una de las oficinas del paseo de Maritiricos bautizada por su equipo como la CUEVA,  se han entregado en cuerpo y alma para hacer soñar de nuevo al aficionado malaguista.

Los "BOKERONES" están eufóricos por saber que ahora juegan chicos de la ciudad de Málaga en el Málaga CF. Chicos de barrio, criados en las calles de Málaga y que sufrirán y lucharan hasta el último aliento en los terrenos de juegos.

Ese Pellicer Team construido por Manolo Gaspar hará el trabajo más fácil para Sergio Pellicer a la hora de exigir y pedir más compromiso, más memoria y más fe a sus chicos de barrio.

Jugadores de barrios de Málaga vuelven a el equipo que los vio partir como futbolistas

Son muchos los futbolistas que han llegado a este Málaga CF para reforzar a la plantilla después de las adversidades en las que se ha envuelto el club, Orlando Sá, Cristian Rodríguez ( CR7),  Escassi, Iván Calero, Dani Barrio, Yanis Rahmani, Caye Quintana, Matos, Jozabed, Pablo Chavarría, Juan Soriano, Josua Mejías...  pero finalmente, desde el cierre de mercado, el Málaga CF logró otra cesión, de un malagueño, en este caso, el de Joaquín Muñoz, extremo que llega en calidad de cedido desde las filas del SD Huesca. Un chico que tuvo que partir de la ciudad de Málaga por la calidad en sus botas. Pero llega con la ilusión de todo malagueño que ha podido jugar con la camiseta de su niñez. El propio jugador del barrio de Miraflores, deja en su post vía Twitter... "DREAMS  COME TRUE"

Así, de esta manera, el Pellicer Team dispone de hasta siete futbolistas de la propia ciudad de Málaga, Escassi, Ismael, Cristo, Luis Muñoz, Benítez, Mini y el propio Joaquín Muñoz con  quien el Málaga CF da por finalizadas sus 18 fichas profesionales que le permite la Liga. Situación  que no ocurría en años. Jugadores que seguro sentirán de manera diferente la camiseta y harán que sus compañeros se contagien de ese ímpetu de hambre por querer hacerlo bien cada vez que salgan al campo.

Ahora toca que Sergio Pellicer termine sus pinceladas para que este cuadro sea perfecto al igual que una obra del mismísimo Pablo Picasso.