Esteban Granero, ex jugador del Real Madrid ha decidido dejar de jugar al fútbol a los 34 años tras estar en seis equipos diferentes y pasando por todas las categorías inferiores de la Selección Española, pero nunca debutó con la absoluta.
El centrocampista primero jugó en el Castilla donde estuvo dos temporadas, después marchó al Getafe otros dos años y en el verano del 2009 volvió al club blanco, esta vez para jugar con el primer equipo. En su primera temporada como madridista disputó 36 encuentros, anotó tres goles y repartió seis asistencias. En su segunda etapa que vistió la elástica blanca jugó 38 partidos y metió dos tantos y repartió dos pases de gol. Además, consiguió levantar la Copa del Rey tras vencer al eterno rival con un gol de Cristiano Ronaldo. En ese encuentro Granero, disputó 16 minutos de la prórroga tras ser sustituido por Sami Khedira.
La campaña de 2011/12 fue la última temporada de Esteban Granero como jugador del Real Madrid donde a pesar de ya perder participación en el equipo disputó 32 partidos y ese año el club merengue consiguió levantar la LaLiga. En el verano del 2012, el Pirata estuvo en la pretemporada del conjunto español y jugó los amistosos, pero decidió marcharse antes de iniciar la temporada al Queens Park Rangers, equipo de Inglaterra.
El propio futbolista informó en un comunicado que se retiraba del fútbol, donde agradeció a todos los que le habían acompañado en este camino de su vida: "Para los que me acompañaron en algún momento. A los que me hicieron bien, total agradecimiento. Pero a los que me ayudasteis y no llegué a enterarme de ello, ni saber jamás de vosotros, amor eterno. A los que hice bien alguna vez, me disteis más que yo a vosotros. A los que me hicieron mal cuando no lo merecía, no os guardo rencor. A los que hice mal, es buen día para reconocer que me arrepiento".
Tras saberse la noticia las reacciones no se han hecho esperar tanto por sus ex equipos, ex compañeros e incluso rivales que saben que se despide una leyenda del fútbol y que nunca se olvidará su comportamiento ejemplar tanto dentro como fuera del campo.