Vinicius Jr (Sao Gonçalo, Brasil, 2000) llegó al Real Madrid en el verano de 2018 procedente del Flamengo y desde que empezó a jugar con el primer equipo madridista, causó gran impresión entre los aficionados. Ese joven e inexperto Vini que llegó a Madrid con tan solo 18 años enamoró a los fans por su descaro, su verticalidad, sus ganas y sobre todo por su desborde y personalidad. Tras unos primeros meses en los que Lopetegui no contó con él, la llegada de Solari al banquillo blanco le abrió la puerta de la titularidad al carioca, que respondió a la confianza del entrenador hasta que se lesionó en aquella fatídica eliminatoria contra el Ajax.

Vinicius fue cuestionado desde un principio por su toma de decisiones, además de por su acierto de cara a puerta y con Zidane ya en el banquillo, el brasileño se centró en entrenar estas facetas. Sin embargo, los resultados parecían no llegar y mientras tanto, el jugador tenía que soportar burlas que llegaban desde prensa y redes sociales. Pero si algo caracteriza a Vini es su fortaleza mental, por lo que siguió intentándolo sin esconderse.

Tras sus primeras tres temporadas, en las que consiguió tres, cinco y seis goles respectivamente, la llegada de Ancelotti esta temporada le ha ayudado a consagrarse ante las estadísticas y a estas alturas de campaña ya lleva 17 goles y 14 asistencias, formando una pareja letal junto con Karim Benzema. Además, ha tirado del equipo en momentos en los que se le ha necesitado, como contra la Real Sociedad en Anoeta o contra el Sevilla en el Bernabéu, partido que desatascó en los últimos compases con uno de los goles de la liga.

A pesar de estos números y de las sensaciones que transmite Vinicius en cada partido, hay una gran preocupación con él, por la cantidad de faltas que recibe y la impunidad de la que gozan los rivales a la hora de hacerle entradas. Hace ya cuatro temporadas que el carioca desembarcó en España y en ese tiempo ha recibido faltas, agresiones e incluso un mordisco que tuvo lugar en un derbi de filiales contra el Atleti 'B', todo ello ante la mirada de unos árbitros que han solido premiar al agresor más que al agredido.

Las estadísticas no engañan, y estas dicen que a día de hoy Vinicius Jr es el segundo jugador con más faltas provocadas de la liga, con 65, solo por detrás de Nabil Fekir, con 67. Sin embargo, a club y jugador lo que más les preocupa es la permisividad del estamento arbitral, que en vez de favorecer al que quiere jugar, premian al que se dedica a provocar, hacer entradas temerarias e incluso pegar al rival. Se vio el otro día en Mallorca, con una entrada en la que Maffeo le dio con los tacos al brasileño a la altura de la rodilla, en una acción que le podría haber ocasionado una lesión gravísima y en la que el árbitro no señaló ni falta o en Villarreal, cuando Albiol y Parejo, ambos agredieron a Vinicius delante de un colegiado que hizo como si nada y miró para otro lado. 

Los rivales conocen lo difícil que es defender a alguien tan desbordante y eléctrico como Vini y por ello utilizan todo tipo de manotazos, patadas o codazos para hacerlo. Desde algunos sectores del madridismo o incluso desde el club tienen miedo de que estas acciones, que en muchos casos quedan impunes, puedan provocarle una lesión al fútbolista y por eso se está pidiendo protección para este tipo de jugadores. Se habla de una 'persecución' contra el brasileño que el club quiere evitar a toda costa para poder seguir contando con uno de sus mejores activos en buena forma y para que ninguna lesión pueda cortar su progresión.