Pasión, sentimiento, trabajo, esfuerzo, superación… Jorge Resurrección, Koke. Un niño que soñaba con llegar a donde está hoy. Un joven que sueña por superarse día a día y llegar más lejos. Pero siempre vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid. El 23 de mayo el club hacía oficial la renovación del centrocampista hasta 2024. Algo que ilusionó tanto a la afición colchonera como a Koke. Como él mismo dijo en la web del club, “el Atleti es el club de mi vida y es un honor formar parte de su futuro”.

Koke es un jugador muy respetado en el vestuario y con madera de líder. Así quedó demostrado en 2015, tras la marcha de Raúl García, cuando sus compañeros le eligieron como tercer capitán. Y desde entonces no ha decepcionado.  Junto a Gabi y Godín ha demostrado que, a pesar de su corta edad, puede ser un gran líder y llevar alto a su equipo.

A lo largo de la temporada el 6 del Atlético ha sido titular indiscutible para el Cholo. Ha jugado 3.171 minutos, ha marcado 4 goles y ha dado 8 asistencias. En una temporada en la que el equipo se ha encontrado con algunos obstáculos, Koke ha sabido estar ahí y ser una pieza clave para que el engranaje rojiblanco funcionara lo mejor posible. Como dijo Caminero en unas declaraciones en la web, “Pese a su juventud, tiene ya una experiencia muy dilatada”.  Trabaja para el equipo y sin descanso. Su afán de superación ha convertido al joven en un jugador polivalente. A lo largo de la temporada ha jugado en todas las posiciones en el centro del campo. Desde pivote, pasando por interior derecho e izquierdo, hasta medio centro. Esto ha facilitado mucho las cosas a su entrenador.

Simeone apostó por él desde que llego a la ribera del Manzanares. Un chico que se ha criado con los valores de la Academia rojiblanca, que trabaja duro y siempre está dispuesto a superarse día tras día. Encandiló al argentino, quien en una ocasión dijo, “jugadores intransferibles, Koke, Godín y poco más”. Esta temporada no ha sido diferente, Koke ha sido indispensable para el Cholo.

Gracias a todo su esfuerzo y pasión, el centrocampista colchonero, desde que debutó en 2009 con Abel Resino, ha alcanzado, en esta temporada, los 200 partidos con la elástica rojiblanca. Siendo el jugador más joven en alcanzar esta cifra en la historia del Atlético de Madrid. El canterano sigue sumando méritos para ser una gran estrella y formar parte de la historia, tan bonita y que tanto admira, del Atlético.

A sus 25 años ya no es una promesa, ahora es un referente para todos los niños de la cantera y un emblema del club. Todavía le quedan muchos años para seguir deleitando a los colchoneros. De seguir luchando por su escudo. Porque Jorge Resurrección, Koke, es el mejor ejemplo del sentimiento atlético.