Más de lo mismo en una tarde fatídica en el Metropolitano

Ya se vio ante el Sevilla que el Atlético de Madrid no estaba encontrando la contundencia más allá del uno a cero y esta dura prueba frente al Girona en casa no ha valido para nada más que para confirmar que no está en su mejor momento.

Más de lo mismo en una tarde fatídica en el Metropolitano
Club Atlético de Madrid
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Por Fernando Fernandez Quintas

El Atlético de Madrid ha comenzado la segunda vuelta de esta temporada frente al Girona en el Estadio Metropolitano. La primera parte comenzó con un Girona muy seguro abajo y con mucha consistencia, además se atrevía con incursiones por las bandas de la mano de Portu, y con ayuda de su velocidad tuvieron varios acercamientos a la portería defendida por Jan Oblak que, aunque luego no tuvo mucho trabajo, los acercamientos por la banda dieron más de un dolor de cabeza a los laterales rojiblancos.

El conjunto rojiblanco también tuvo ocasiones e hizo trabajar fuerte arriba y arremeter con contraataques y con muy buenas combinaciones entre Antoine Griezmann y Diego Costa, parece que desde que llegó el de Lagarto al conjunto colchonero parece que ha encajado muy bien con el francés y durante los partidos se buscan continuamente para poder crear combinaciones que pueden terminar en gol, de estas combinaciones nacieron la mayoría de las ocasiones que tuvo el Atlético de Madrid en la primera mitad

De una de estas combinaciones nació  el primer gol del Atleti, en el minuto 33 Griezmann le robó un balón desde el suelo a uno de los defensas del Girona, el balón lo recogió Correa, que centró a Diego Costa, el hispano-brasileño remató de cabeza para que Griezmann rematase a placer y meta el primer gol del partido. El Metropolitano estalló de alegría al ver que el francés se reencontraba con el gol y se convertía en el jugador colchonero con más goles en la presente Liga Santander.

Terminaba la segunda parte con un una tarjeta amarilla para Thomas Partey y los jugadores de ambos equipos dirigiéndose al túnel de vestuarios con buenas sensaciones para el conjunto local. Los muchachos del Cholo Simeone sabían que la segunda parte iba a ser complicada y que no se podían relajar, ya que el Girona tampoco iba a relajarse e iba a intentar ir a por el empate y, si podían, a por la victoria.

La arenga del Cholo en el descanso no obtuvo el efecto deseado y los del Atlético de Madrid se relajaron. En la segunda parte, el Girona tuvo que cambiar a su portero Bounou, que se lesionó al final de la primera parte. Iraizoz entró por el jugador lesionado y comenzó la segunda parte. Los catalanes no se dieron por vencidos desde el principio, y no iba a ser menos en la segunda parte, apretaron arriba y consiguieron que el Atlético de Madrid reculara y le costara salir con el balón jugado. El Atlético de Madrid no dejó de tener ocasiones y de apretar mucho para conseguir un gol que sentenciara el partido, buscó hacer daño a la contra y para ello, el técnico rojiblanco sacó a Gameiro al campo y le cambió por Diego Costa para darle esa velocidad a la contra al equipo.

Más adelante quitó también a Griezmann y sacó a Koke para que los pases llegaran bien a la fila de arriba del equipo, y a Vrsaljko por Vitolo. Esto le dio movilidad a la contra al equipo, el Atleti defendió bien hasta que en  el minuto 73’ y después de un horrible despeje de la zaga del Atlético de Madrid, Bernardo Espinosa asistió de cabeza a Portu para que éste, aprovechando una mala salida de Oblak, metiera el empate a uno, un empate que le sabe a victoria al equipo catalán, ya que el Metropolitano, y el Atlético de Madrid es una estampa que, de primeras, se suele terciar complicada.

El conjunto de Machín se lleva un punto importante para mantener la octava plaza de la tabla y el Atlético de Madrid deja escapar dos puntos que le habrían valido para mantener la segunda plaza en caso de que el Valencia gane. Para el conjunto colchonero no es un buen resultado, y no ha gustado a la afición que ve las tácticas de Simeone mal planteadas.