Dolorosa derrota en Tarragona. Gimnàstic de Tarragona y el Club Atlético Osasuna han firmado un aburrido partido con un solo gol, y casi sin ocasiones, que clasifica para el play off de ascenso matemáticamente a los catalanes, a la vez que les permite seguir en la pelea por ascender directamente ya que, la victoria ha sido de un valor incalculable. La seriedad defensiva le ganó la batalla a los delanteros de ambos equipos pero un gran gol de José Naranjo en los minutos finales deja los tres puntos en casa. Osasuna lo intentó más pero los regates de Javier Flaño y Miguel De las Cuevas no llegaron a buen puerto y los poco remates realizados no fueron muy peligrosos. En el Nàstic no se salvaron ni los que intentaron driblar a sus oponentes, fallaron en casi todas las ocasiones y únicamente el goleador del partido se salva en el lado catalán.

Tarde-noche de bostezos en el Nou Estadi. Los disparos a puerta fueron contados y su equipo no llegó a dominar el balón en ningún momento a pesar de la victoria final. La presión arriba de Osasuna obligaba a Manolo Reina a sortear el balón con un pelotazo en cada saque de portería. El centro del campo de los navarros, dotado de jugadores con altura como Oier, Manuel Sánchez y Mikel Merino, no tuvieron problemas en bajar esos esféricos que sobrepasaban la línea del centro del campo. A partir de ahí el juego de toque de los pupilos de Enrique Martín Monreal daba comienzo pero sin frutos en ningún momento. Lo mejor de los rojillos fueron los regates de Javier Flaño por la izquierda y de Miguel De las Cuevas en la parte del campo donde cogiese el balón. Tejera y Madinda tuvieron trabajo para soportar las embestidas de un rival que no sabía bien como hacer daño a su rival.

El juego a balón parado dio el primer, y prácticamente único, 'uy' de la tarde. Miguel De las Cuevas sacó desde la esquina, en corto se apoyó en un compañero que al primer toque le devolvió el balón. El alicantino centró al segundo palo, a media altura, donde David García metió el pie sin suerte, el balón pudo acabar en gol pero este decidió marcharse por encima del travesaño. Esa primera ocasión llegó a los 24 minutos, sí, 24. Antes de ese minuto no pasó nada más que una tarjeta amarilla mostrada a un agresivo Manuel Sánchez. Miguel Flaño lo intentó casi diez minutos después al coger un rechace que acabó casi en el banderín de córner. Por el Nàstic, la única llegada con peligro la protagonizó Madinda, disparando desde la frontal muy lejos de la portería de Nauzet Pérez. Naranjo desperdició una buena falta lanzándola por encima de la portería, muy por encima. La tranquilidad de los porteros se hizo notar durante todo el choque aunque el cancerbero visitante cometió un error en una salida que pudo salirle caro en la primera mitad.

Mejoría mínima, resultado máximo

En busca de un cambio de roles. Vicente Moreno dio entrada en el descanso a Gbayara en el lugar de un desaparecidísimo Cristian Lobato, exjugador de Osasuna. La presencia del africano no fue mucho mayor que la del volante que pasó por la cantera del FC Barcelona pero el resultado final sí fue mejor. Durante la segunda parte el Gimnàstic de Tarragona dio un paso adelante, aunque no excesivamente amplio. Los locales comenzaron a crear algo más de peligro pero el dominio siguió más del lado del equipo que vestía de amarillo para la ocasión, dado la coincidencia de color en las vestimentas principales de ambos conjuntos. No fue hasta la entrada de Miguel Olavide en lugar de Roberto Torres cuando el partido se animó durante un corto tramo de tiempo.

La fortaleza física jugó un papel importante. Los mediocentros de ambos equipos mantuvieron a rajatabla a sus rivales durante los 90 minutos, eso hizo que fuese casi imposible crear peligro por el centro para unos y otros. El juego por bandas y de contraataque cobró fuerza conforme pasaban los minutos y el marcador seguía repartiendo un punto para cada uno. Ganar era importante pero no perder, también. Un punto a falta de dos jornadas para el final podía ser crítico para unos y otros. El deseo de pelear también por las dos primeras plazas parecía menos presente en dos equipos que empezaban la jornada como tercero y cuarto respectivamente.

Oier Sanjurjo con la cabeza en un saque de esquina y Nino con un chut cruzado desde dentro del área fueron las dos únicas ocasiones que se apreciaron en la segunda parte. Ninguna por el equipo local, que en su único disparo a puerta en todo el partido, marcó. Osasuna en ningún momento logró dirigir un balón entre los tres palos. La efectividad de tiro terminó en 100% para el Nàstic y 0% para los rojillos, el resultado, evidente, pero solo si tenemos en cuenta esto. A pesar de un flojo partido en ataque, los de Martín Monreal fueron superiores en el global del encuentro pero no en lo verdaderamente importante: el marcador. En el minuto 81 Tano realizaba una falta incoherente muy cerca del área, José Naranjo colocó el balón y lo clavó en la escuadra derecha de un Nauzet que voló pero no pudo coger el balón.

Tarragona salta de alegría, suman tres puntos importantísimos para el ascenso en una jornada donde la victoria del Córdoba puede hacer peligrar seriamente la presencia de Osasuna en los puestos de play off. Los resultados de la jornada de jueves podrían dejar a los rojillos fuera incluso de estos puestos que ahora mismo ocupan (5º). Mientras tanto, el Gimnàstic de Tarragona duerme como segundo clasificado.