Dentro de un tiempo indefinido, en el arrabal madrileño de Vallecas recordarán este 2015 como un año próspero y positivo para el club del barrio. En este año, el Rayo Vallecano confirmaría su estatus de Primera División por quinta temporada consecutiva. Hito remarcable pues la cota más alta eran las cuatro temporadas en el estrato de oro entre 1999 y 2003. Además, 2015 será recordado como el año del Juvenil A de Diego Merino, campeón de la Liga de División de Honor y de la Copa del Rey de la categoría. Sin embargo, en el cuarto año desde que Raúl Martín Presa preside la entidad, el Rayo Vallecano también fue noticia por el desembarco a Estados Unidos con el primer equipo español con una franquicia en la North American Soccer League (NASL) dando soporte al Rayo Oklahoma City.

Aunque esto último haya generado controversia y haya supuesto una división palpable entre parte de la afición y la directiva, y la temporada no haya comenzado de una forma positiva, el rayista puede ilusionarse con mejorar los resultados de este año moribundo en el próximo 2016. En total, el Rayo Vallecano jugó 40 partidos oficiales en 2015, ganando quince (37,5%), perdiendo veintiuno (52,5%) y empatando sólo cuatro. En Rayo Vavel, recordamos, entre otros momentos especiales, cada uno de ellos. 

Fiesta de Bueno en un inicio irregular

2015 empezó con alegrías fuera de casa, pero con derrotas en el Estadio de Vallecas. El equipo de Paco Jémez sólo tuvo que estar concentrado en la Liga, pues ya habían caído derrotados en la Copa del Rey a manos del Valencia CF. Sin embargo, el descanso intrasemanal, no le sirvió para encadenar triunfos de manera correlativa y los resultados fueron muy regulares en el sentido negativo de la palabra. Tras una victoria, solía llegar una derrota. 

El primer encuentro del año fue antes del día de Reyes visitando al vecino Getafe CF. Y como suele ocurrir en cada derbi ante los azulones, el Rayo Vallecano se llevó la victoria remontando con goles de Jozabed Sánchez y Raúl Baena. Sorprendentemente, en el siguiente partido, el Rayo perdió en casa ante el futuro descendido Córdoba CF de Miroslav Djukic. Abdoulaye Ba en propia puerta daría el triunfo al equipo de por entonces dos futuros rayistas: Juan Carlos y Bebé. Unos días después, los franjirrojos olvidarían la derrota venciendo en Anoeta. A la salida de un córner puesto por Roberto Trashorras, Manucho conseguía el tanto del triunfo en los últimos compases del baile con la Real Sociedad.

Despedida a Wilfred Agbonavbare | Tejo Mahuca
Despedida a Wilfred Agbonavbare | Tejo Mahuca

A finales de enero y primeros de febrero, el Rayo vivió una pequeña crisis de resultados con tres derrotas consecutivas coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta: en el Vicente Calderón contra el Atlético de Madrid (3-1), ante el Deportivo de la Coruña con doblete de Celso Borges (1-2) y frente al Elche CF (2-0) en el primer encuentro de febrero. La afición, derrotas aparte, sufría esos días por la pérdida de un ídolo como Wilfred Agbonavbare, que fallecía a los 48 años. También, en esos últimos días de mercado de invierno, y sin que Paco Jémez lo pidiese, llegaría el delantero venezolano Miku Fedor firmando hasta 2017 como rayista.

Victoria ante el Villarreal | Guillermo Gómez

El Rayo salió de aquella crisis venciendo a un equipo por entonces en un gran momento como el Villarreal CF. Los goles de Kakuta y Alberto Bueno, su octavo en ese curso, firmaron la primera victoria en casa del año en la mitad de febrero. La posterior visita a San Mamés se saldaría con dos noticias negativas: la primera, la ausencia de botin pues Aduriz desniveló el empate a cero a tres minutos del final; y la segunda, la lesión que se produjo el guardameta titular Toño Rodríguez en la primera mitad y que le retiraría hasta abril de los terrenos.

Febrero finalizó con la fiesta de Alberto Bueno. El delantero alquiló por un cuarto de hora el Estadio de Vallecas, invitó a sus compañeros y amigos y celebró la tarde echando una partida de cartas. Concretamente, jugaron al póker, pues fueron cuatro los goles que Bueno marcó en ese lapso de tiempo al Levante (4-2). El pobre Diego Mariño aún tiene pesadillas con el ahora delantero del Porto que esa tarde alcanzaría los 12 tantos en la campaña y presentaba su nombre para ser seleccionable por Vicente del Bosque.

Bueno celebró 4 veces el  28 de febrero | Dani Mullor
Bueno celebró 4 veces el 28 de febrero | Dani Mullor

Caída ante los grandes con buena imagen

Después de la confianza ganaba con la gran victoria en casa por 4-2 frente al Levante, el Rayo viajaba a Barcelona para enfrentarse sin ningún miedo y poniendo todas sus cartas sobre la mesa. El Rayo se llevó una de las goleadas de la temporada de Barcelona, perdió con un contundente 6-1 con un solitario gol de Bueno, El Rayo solo pudo plantar cara en la primera parte yéndose 1-0 al descanso.

Después de encajar esta dolorosa goleada, el Rayo supo levantar la cabeza para recibir al Granada el día 14 del mes de marzo y endosarle un contundente 3-1. El Granada se adelantó aquel día en el marcador, pero un doblete de Alberto Bueno, que le convertía en el máximo goleador del Rayo en Primer División, y un gol en el descuento de Embarba dejaron los 3 puntos en casa.

En la jornada siguiente, la 28, el Rayo recibía a uno de los equipos que se situaban en la pugna por los puestos de Europa League, el Málaga. Quizá algunos pensasen que el Rayo al estar en una zona confortable de la tabla lejos de Europa y el descenso, se lo pondría fácil, pero para nada fue así. Con un solitario gol del francés Gael Kakuta el Rayo se impuso al Málaga frenándolo en sus  aspiraciones europeas y consiguiendo así dos victorias consecutivas.

Abril comenzó con la visita a un campo difícil como es Ipurua, pocos daban al Rayo como ganador, pero ese Rayo iba lanzada y aunque encajó primero debido a un penalti, Alberto Bueno y Manucho pusieron el definitivo 1-2 en el marcador que daba la salvación casi matemática a los de Jemez. Cinco días después de esto tocaba recibir al Real Madrid en casa, uno de esos partidos especiales que se viven una vez al año en Vallecas. El Rayo no se lo puso nada fácil, incluso siendo superior al Real Madrid en la primera mitad, pero la pegada blanca se impuso con goles de Cristiano y James en la segunda mitad rompiendo la racha de tres triunfos del tirón.

A continuación de esta derrota con orgullo, llegó uno de los palos más duros de la temporada: la visita a Vigo. El equipo llegaba bien, con los puestos europeos en el horizonte e incluso se adelantó en el marcador, pero, el varapalo fue tremendo. Seis goles, nada más y nada menos, le cayeron a Toño, que incluso evitó que fueran más. Con la moral por los suelos, el Rayo recibía a uno de los equipos más débiles de la categoría al que debía ganar sí o sí: el Almería. Y así fue, con un 2-0 el Rayo se impuso al equipo andaluz gracias a los goles de Miku y Amaya, además de un estelar Kakuta.

Para acabar el mes de abril, el Rayo disputó 2 partidos en 4 días. El primero de ellos en Sevilla, el Rayo concedió dos goles en la primera mitad que lo abocaron al fracaso. El segundo partido de estos dos antes mencionados fue ante el Valencia, se disputó el jueves 30 de abril y acabó con un 1-1 en el Marcador. El Rayo le peleó los puntos al Valencia a través de un buen juego aunque el gol local vino concedido por un gol del portero valencianista Diego Alves.

Permanencia sin Europa

Entrabamos ya en el sprint final de la temporada 2014/15 todavía soñando con Europa. Sueño que se rompió cuando el  Rayo Vallecano empató contra el Espanyol en el encuentro que supuso el primer partido del año en el que Kakuta tuvo descanso. En las últimas cuatro jornadas, de 12 puntos se obtuvieron 7. Tras el empate ya mencionado, llegaron las victorias ante Getafe y Córdoba. El Rayo empezaba a dejar claro que es el tercer equipo de Madrid gracias al buen hacer de dos jugadores claves: Manucho y Miku. Un final de temporada en el que el Rayo sumo 7 goles a favor y 6 en contra. Esto sumado a lo ya acumulado hizo que el conjunto de Vallecas acabara la temporada en el puesto 11 con 49 puntos (46 goles a favor y 68 en contra).  

El último partido liguero contra la Real Sociedad volvió a enseñarnos al Rayo más solidario. El club participó en la campaña solidaria 'Hambre: fuera de juego', que se llevó a cabo en el estadio de Vallecas y que tuvo como objetivo recaudar alimentos, material escolar y productos de higiene para familias en riesgo de exclusión social

Este final de Liga además de puntos y solidaridad trajo al club la renovación de Paco Jémez hasta 2016 que junto con Felipe Miñambres serían los arquitectos encargados de reconstruir una vez más al equipo. La buena noticia fue la renovación del míster, la mala fue el sabor amargo que dejaba la despedida de jugadores tan importantes como Alberto Bueno, que se quedó a un gol de Aduriz y de coronarse el pichichi nacional en Liga. El madrileño reescribió una vez más la historia franjirroja convirtiéndose en el primero en marcar once goles en una segunda vuelta.

Además de Bueno, otros jugadores como Baptistao o Kakuta abandonaban las filas del conjunto franjirojo y volvían a poner al Rayo Vallecano el reto de empezar de cero con muchos jugadores. Es normal que el club agradezca que haya jugadores que continúen la próxima temporada ya que eso facilita mucho el trabajo. El Rayo finalizó una temporada excelente y puso rumbo a un verano lleno de idas y venidas para volver a construir el Rayo Vallecano de la próxima temporada. 

Érase una vez...

Tras volver a permanecer en Primera División por cuarto año consecutivo, el Rayo Vallecano se abrochó las botas en el mes de julio. La particular puesta a punto comenzó con un equipo que contaba con el mismo cuerpo técnico de la anterior temporada. Sin embargo, las novedades se encontraron en la plantilla. 13 caras conocidas regresaron a los entrenamientos y grandes futbolistas como a Alberto Bueno y Kakuta tuvieron que marchar de Vallecas en busca de nuevas aventuras.

Además del retorno de los ya conocidos, el reingreso de los cedidos y la llegada de los fichajes, siete canteranos también se ejercitaron las órdenes de Paco Jémez. No era para menos; ya que los Juveniles de Diego Merino habían hecho historia al ganar la Liga y la Copa del Rey en la misma temporada. Entre todos ellos un futbolista de 17 años, llamado Joni Montiel ya empezaba a deslumbrar. 

El primer 'desconocido' en llegar fue Cissé, un futbolista proveniente del Dijon FCO de la Segunda División Francesa. Pocos días después Chechu Dorado era el siguiente en aparecer por los entresijos de la Ciudad Deportiva. Mientras que el equipo se iba poniendo a tono, los teléfonos no paraban de sonar. La cesión de Diego Llorente, procedente del Real Madrid, pilló por sorpresa ya que Diego se convertía junto a Quini en el segundo futbolista franjirrojo con pasado madridista; algo inédito. En la presentación del joven central también estuvo presente Bebé, una incorporación exigida por Paco Jémez. 

Al mismo tiempo que el director deportivo, Felipe Miñambres, iba 'apretándose' la corbata, el primer equipo sumaba más sesiones; concretamente dos: una por la mañana y otra a la tarde. Ebert, ahora lesionado, fue uno de los fichajes más ilusionantes para el cuadro franjirrojo. Caso opuesto fue el de Zhang Chendong, internacional chino, que a día sigue sin conocerse si fue una apuesta personal de Felipe Miñambres, o si por el contrario, el patrocinador Qbao.com impuso su contratación. Zhang no se incorporó al stage por tierras germanas, y si lo hicieron Cissé, Joni y Uche. En el país germano el Rayo registró dos victorias y una derrota. Ya de vuelta a España, la expedición franjirroja se desplazó hasta el Carlos Belmonte; allí los pupilos de Paco Jémez se encontraron a un Albacete muy ofensivo que consiguió anotarles cinco tantos.

Tras varias sesiones de entrenamientos, el primer equipo se desplazó a China para disputar un partido amistoso frente a la Real Sociedad. Un solitario gol de Alex Moreno le iba a dar la victoria al cuadro vallecano. El mismo protagonista se desvinculó del club en agosto; marchándose así al Elche. Juan Carlos, Fariña y Rat iban completando una plantilla que poco a poco iba tomando la forma necesaria para competir en Primera División. En lo deportivo, los penaltis le dieron al Rayo Vallecano el Villa de Leganés y un derechazo de Baena el Trofeo Vallecas. 

Ya centrados en Liga, el equipo de Paco Jémez cosechó un empate frente al Valencia y una contundente derrota en Balaídos que cerraba el 'apretado' mes de agosto. 

Adiós a Ruiz-Mateos, hola Oklahoma

Paco Jémez y los suyos no empezaron su quinta temporada consecutiva en Primera División como esperaban. Los dos encuentros disputados en pleno mes de agosto supusieron un varapalo importante para los franjirrojos al no conseguir la primera victoria de la temporada ni en Vallecas contra el Valencia, encuentro que acabó en tablas y con reparto de puntos en Vallecas, ni en Balaídos contra el Celta de Berizzo, donde el Rayo fue goleado encajando tres goles.

Los vallecanos empezaron esta nueva etapa con el objetivo de ampliar a seis las temporadas que el equipo lleva disputando en la máxima categoría del fútbol español, sin embargo, los resultados en el inicio no fueron esperanzadores y el guion no fue el previsto.

El mes de septiembre empezó con una malísima noticia para todo el rayismo con la inesperada noticia de la muerte del ex - presidente del club José María Ruiz-Mateos. El que fue el máximo accionista del Rayo Vallecano durante dos décadas murió a los 84 años a causa de una grave pulmonía.

Por otro lado, el parón liguero por los compromisos de los jugadores con sus respectivas selecciones también afectó al cuadro rayista y hasta cinco jugadores (Rat, Miku, Chengdong, Cissé y Lass) viajaron para disputar partidos oficiales. El parón de once días no sentó nada bien a Paco Jémez y los suyos y eran 12 puntos los que el Rayo se jugaría en apenas 13 días.

Con la intención de sumar algo más que un punto de los seis disputados hasta el momento, el Rayo afrontaba el mes de septiembre recibiendo en Vallecas al Deportivo de la Coruña, quien tampoco había logrado salir del empate en las dos primeras jornadas de Liga.

Los gallegos auguraron el devenir del encuentro con un gol tempranero en el minuto 7 por medio de Borges. El gol de Adrián Embarba en el minuto 27 empatando el encuentro fue algo meramente anecdótico y, sin tiempo para saborear el gol, Luis Alberto puso el 1-2 en el luminoso, antes de que los jugadores enfilaran el túnel de vestuarios en el descanso. Lucas Pérez, en el segundo período, sentenció al Rayo, dejando muy tocado al equipo de Jémez.

De nuevo el conjunto vallecano se quedaba sin saborear los primeros tres puntos de la nueva temporada, y de nuevo se les escapaba la oportunidad de lograrlos en ante su afición. Además, Patrick Ebert sería sancionado con cuatro partidos por insultar al árbitro del encuentro, De Burgos Bongoechea. No todo eran malas noticias en la capital ya que el fichaje más reciente de Felipe Miñambres, Javi Guerra, debutaba en la que sería su casa. El delantero con el dorsal 24 a la espalda pisaba el césped de Vallecas por primera vez, donde disfrutarían, semanas más tarde, de su indudable instinto goleador.

La primera victoria llegó con una hora menos

Las Islas Canarias era el destino de la expedición vallecana en la cuarta jornada de Liga y allí sería, fuera de la península, donde el Rayo Vallecano conseguiría la primera victoria de la temporada, eso sí, por la mínima (0-1). Las Palmas venían de lograr un meritorio empate en Vigo, mientras que los de Jémez seguían colistas en la tabla y llegaban a Gran Canaria con la necesidad de ganar.

Javi Guerra fue el encargado de marcar el primer gol con su nuevo equipo y de conseguir los primeros tres puntos ligueros del Rayo. Así, los tres puntos logrados a domicilio se vinieron en avión hasta la capital madrileña y sirvieron para sacar al equipo franjirrojo, por fin, de los puestos de descenso.

Las Palmas, en primer lugar, y el Sporting de Gijón, en segundo lugar, serían los dos equipos que sufrieron la rabia contenida de los vallecanos por el decepcionante inicio de temporada.

Mucha Guerra en el Rayo

Los asturianos no salieron bien parados de Vallecas, donde se disputó un encuentro que acabaría con la expulsión de uno de sus jugadores y la señalización por parte del colegiado del punto de penalti, oportunidad que Trashorras aprovechó poniendo por delante a su equipo. Javi Guerra, de nuevo, sentenció en la segunda parte a un Sporting que, pese a los dos goles de diferencia, consiguió recortar distanciar en los últimos compases del partido dejando el definitivo 2-1 en el luminoso.

Cinco jornadas tuvieron que esperar Vallecas y los suyos para ver ganar en casa a su equipo, logrando dos meritorias victorias seguidas muy trabajadas que los de Jémez se llevaron por la mínima.

El Sánchez Pizjuán sería, nada más y nada menos, el próximo escenario en el que el Rayo tendría que medirse al Sevilla de Emery, eso sí, sin uno de sus jugadores más desequilibrantes en la medular. Los médicos rayistas aseguraban que Pablo Hernández había sufrido una rotura del bíceps femoral y estaría de baja alrededor de un mes.

Jémez y Emery llegaron al encuentro en situaciones diferentes. Los sevillanos aún no habían sido capaces de ganar con la condición de locales y tenían la necesidad de ganar, yendo colistas en la tabla. Sin embargo, el Rayo ya había cambiado la tendencia negativa de las tres primeras jornadas y, con dos victorias consecutivas, afrontaba el partido con la ilusión de poder sumar en la ciudad andaluza.

A punto estuvo de ser así pese a que el partido se puso muy de cara para el Sevilla, con un 2-0 a favor que lograron antes de que acabara la primera parte. El Rayo, lejos de bajar los brazos, consiguió igualar el partido a la heroica, por medio de Bebé y de un Javi Guerra que seguía demostrando su tremenda capacidad goleadora. Konoplyanka apagó a un buen Rayo en los segundos 45 minutos con un gran gol prácticamente cuando el empate entre ambos equipos ya parecía cerrado, consiguiendo la primera victoria local del Sevilla (3-2) y dejando al conjunto franjirrojo con un mal sabor de boca ya que no mereció volverse a casa de vacío.

Con el zaguero Amaya sancionado con tres partidos por insultar al árbitro después de ser expulsado contra el Sevilla por doble amarilla y con la vuelta del central Zé Castro, el Rayo solo pensaba en el partido frente a los de Pepe Mel en Vallecas, con la novedad del icono bético Joaquín en la convocatoria y con un duelo de ´9´ digno de admirar: Javi Guerra y Rubén Castro.

Con tres goles cada uno eran los responsables de que sus respectivos equipos fueran sumando puntos poco a poco, pero, esta vez, el bético fue el que salió ganando, marcando uno de los dos goles de los andaluces que le dieron la victoria por 0-2 al Betis. Los de Jémez no tuvieron su día en defensa y la mala suerte en las dos áreas de Vallecas hizo que el Rayo no pudiera pelear por la victoria.

El calendario castigaba al cuadro vallecano en la octava jornada de Liga cuando Jémez y los suyos, tras dos derrotas consecutivas, no llegaban en el mejor estado de forma para enfrentarse a uno de los gigantes de la competición, el Barça en el coliseo blaugrana.

Javi Guerra seguía en estado de gracia y abría la lata en el Nou Camp, marcando el primer gol del encuentro y poniendo por delante al Rayo Vallecano. La ventaja de los madrileños en el luminoso duró hasta que Neymar, en ausencia de Messi, lo permitió. El brasileño se exhibió, provocó dos penaltis que el mismo materializó, marcó cuatro de los cinco goles de su equipo y, por si fuera poco,  asistió en el quinto a su compañero Luis Suárez.

Jozabed maquilló el resultado en los últimos minutos poniendo el definitivo 5-2, en un partido en el que el Barcelona ganó el duelo ante la similitud del sistema de presión y toque que proponían los dos equipos. Los fallos y las precipitaciones a la hora de sacar el balón jugado desde atrás fueron, precisamente, lo que sentenció a los vallecanos, dejando al Rayo Vallecano en una comprometida situación en la competición.

El mes de octubre concluía con el enfrentamiento en el Estadio de Vallecas de los dos equipos más goleados de la Liga hasta el momento (con 17 tantos encajados cada uno), el Rayo Vallecano y el Espanyol. Esta vez las tornas se cambiaron respecto al partido pasado frente al otro equipo catalán y fue un penalti pitado a favor de los locales el que abrió el marcador. Trashorras fue el encargado de adelantar a su equipo con un gol desde los once metros que hacía justicia al buen juego mostrado por el Rayo sobre el césped.

En la segunda parte, un doblete de Javi Guerra en menos de dos minutos sentenció a los pericos, que acabaron el partido con un jugador menos por la expulsión de Sergio García (minuto 66). Por parte de los rayistas, Tito también fue expulsado por doble amarilla a poco segundos de que el árbitro señalara el final del partido (minuto 92) aunque, antes de disputarse el partido contra el Eibar, el Comité le retiró la segunda tarjeta al jugador, permitiéndole estar en Ipurúa en la siguiente jornada.

La buena actuación del guardameta Toño durante el partido facilitó que su equipo alcanzara el objetivo de sumar, de una vez por todas, una nueva victoria que valió al equipo para reafirmarse y sumar en su casillero particular, ganando la puja por los tres puntos.

No fue así en el viaje del equipo a Guipúzcoa, donde la mala fortuna volvió a pasar factura al cuadro vallecano. Un gol en propia meta de Llorente en el minuto 20 de la primera parte, puso el único y definitivo gol en un partido en el que ambos equipos no consiguieron llegar al área rival con eficacia. Los armeros salieron beneficiados del encuentro (1-0) sumando tres puntos que acercarían al Eibar a puestos europeos.

Por su parte, el Rayo Vallecano iniciaba así un mes de noviembre con altibajos en cuanto a juego y a resultados, merodeando en la parte media-baja de la clasificación.

Los fantasmas del descenso y la plaga de lesiones

Tras ganar con solvencia al Espanyol, comenzaron a aparecer poco a poco los fantasmas del descenso. Un Rayo Vallecano irreconocible visitó Ipurúa perdiendo con un gol en propia puerta de Diego Llorente. No hubo nada de la presión adelantada, ni de su filosofía del juego. No hubo más que un equipo organizado sobre el campo y ese era el el Eibar, que entraba, entonces, en puestos europeos. 

Después llegó la que sería la última victoria liguera del conjunto dirigido por Paco Jémez. Javi Guerra se propuso hacer historia en el Rayo Vallecano y lo logró ante el Granada: el doblete más rápido de la historia del conjunto franjirrojo. Una victoria que tuvo un precio muy caro, pues perderían a una pieza clave  del equipo: Toño

Todo ocurrió en el encuentro del Rayo Vallecano ante el Granda en el Estadio de Vallecas. En uno de los tantos centros que colgó el equipo nazarí al área de Toño, este volvió a mostrar sus cualidades atrapando en el aire el balón, pero todo se torció cuando su rodilla izquierda no soportó el peso de la postura y su cruzado se partió. Entonces, el portero franjirrojo decía adiós a lo que restaba de temporada. El cancerbero alicantino era el primero en llegar a la enfermería para quedarse.

Con Toño lesionado para lo que restaba de temporada y Cobeño de baja indefinida por una hernia unido a la poca confianza de Paco Jémez en Juan Carlos, el club se vio obligado a realizar un fichaje de urgencia. Yoel Rodríguez, procedente del Valencia, era el elegido.

A partir de ese momento, el conjunto dirigido por Paco Jémez entró en una dinámica negativa, donde sólo fue capaz de conseguir un punto en cuatro jornadas. Fue ante el Getafe. El resultado fue un empate a uno, donde Jozabed fue el protagonista absoluto marcando ambos goles. Tres fueron los partidos que el Rayo Vallecano jugó después acabaron con derrota independientemente de cómo se desarrollaron cada uno de ellos. Trashorras también acaparó una parte del protagonismo, pues cumplía 150 partidos visitiendo la elástica franjirroja.

Primero, el Athletic Club de Bilbao visitó Vallecas. Antes de que los aficionados se sentaran en sus correspondientes butacas, Adiuriz ya había abierto la lata y cuando se llegaba a la media hora de juego los leones sentenciaban al conjunto franjirrojo. Lass Bangoura batió en este partido un récord que llevaba establecido más de una decáda en el Rayo Vallecano: el jugador guineano alcanzó los 99 partidos, que le sirvieron para superar a Bolic como jugador extranjero con más partidos en Primera División con el conjunto rayista. Dos jornadas después, el centrocampista se convirtió en centenario con la camiseta de la franja.

Después, el Rayo Vallecano viajaba a la zona del mediterráneo para enfrentarse al Villarreal. El partido comenzó de la mejor manera posible adelantándose incluso en el marcador, pero tras el gol el acoso del submarino amarillo aumentó y el conjunto rayista acabó sucumbiendo con un gol de Bakambu. La mayor pérdida que sufrió Paco Jémez es día no fueron los puntos, sino uno de los jugadores más valorados en la plantilla: Patrick Ebert. Era el segundo en llegar a la enfermería para quedarse porque se había roto el tendón de Aquiles izquierdo. Se truncaba así la ascendente carrera que estaba logrando en el Rayo Vallecano y que era recompensado por su entrenador con minutos.

El Málaga se prensentaba en Vallecas con la intención de aprovechar el partido para salir de la zona fangosa de la clasificación y como consecuencia, hundir en ella al conjunto local. El Rayo Vallecano se adelantó en el marcador, como tantas otras veces, por mediación de Javi Guerra En los minutos finales, los hombres de Paco Jémez no suiperon contener el resultado y acabaron perdiendo los tres puntos. Dos jornadas después de batir un récord, Lass Bangoura  se convirtió en centenario con la camiseta de la franja.

Sin embargo, no todo fueron malas noticias en Vallecas en el mes de diciembre. La Copa del Rey, competición que los equipos miran con buenos ojos, era una gran oportunidad, pues todos cuentan con opciones en una eliminatoria que no siempre superan los mejores. La suerte quiso que Rayo Vallecano y Getafe protagonizaran dos derbis, donde el Rayo pudo sentenciar en el primer partido y acabó sufriendo en el segundo debido a una épica remontada azulona, que finalmente no obtuvo recompensa. El protagonista de la eliminatoria fue Lass Bangoura junto a un gran actor secundario como fue Manucho. El jugador guineano se convirtió en la estrella del conjunto franjirrojo en el Coliseum Alfonso Pérez, marcando el tanto que les condecía el pase a octavos de final, donde firmarán otro derbi, pero esta vez ante el Atlético de Madrid.

Y llegó el partido más raro que ha jugado el Rayo Vallecano en los últimos meses. El escenario era el Santiago Bernabéu y cuando todavía los aficionados no se habían acomodado en sus asientos el Real Madrid ya iba ganando. De repente, los hombres de Paco Jémez resurgieron de sus cenizas para poner a los blancos entre las cuerdas y poniéndose por delante en el marcador. Lo que siguió a esta historia fue una serie de desdichas que comenzó con la expulsión de Tito y de Baena y acabó con una goleada histórica por parte de los hombres de Benítez. En este partido fue protagonista, incluso, la canteran, pues Jonathan Montiel se convirtió en el jugador más joven de la entidad vallecana en estrenarse en la máxima categoría del futbol español. Y para más valor, lo hizo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Llegaba el último partido del año y delante estaba el Atlético de Madrid. Vallecas se le hizo pequeño al conjunto rojiblanco, aunque dispuso de varias ocasiones en la primera parte que no subieron al marcador por las buenas intervenciones de Yoel. Hay portero en el que confiar.Con el paso de los minutos el equipo de Paco Jémez empezó a gustarse e iba ganando terreno. En los últimos suspiros del partido, con un Rayo Vallecano exhausto por el esfuerzo, Thomas y Correa cocinaron un golazo que suponía el primero para los pupilos de Simeone. Un minuto después, el Atlético de Madrid armó una contra, que finalizó Griezmann con una vaselina por encima del portero.

Los resultados no son los mejores para el club de Vallecas, pero lo más importante para el equipo son la falta de efectivos que están sufriendo a causa de las lesiones. En el último semestre del año, el Rayo Vallecano siguió la misma tónica que en el inicio de la temporada 2015/2016. Nada mejoró, pero tampoco empeoró. Consiguió 14 puntos de 51 posibles y se encuentra en puestos de descenso de la clasificación liguera. Todavía es pronto para sacar conclusiones, pues es en la segunda mitad del torneo donde se pelea cada punto como si fuera el último.

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