El Real Madrid Castilla se daba cita en el estadio Alfredo Di Stefano con un antiguo conocido. El Socuellamos llegaba con al confianza de repertir el 4-0 consechado en Ciudad Real en el encuentro de la segunda vuelta de la temporada pasada. Mientras que los hombres de Santiago Solari llegaban al encuentro ante su público tras dos empates y una derrota. La motivación estaba servida.

El partido arrancaba con el habitual dominio de posesión de los jóvenes pupilos de Santiago Solari. Sobre el césped del estadio Alfredo Di Stefano los mirlos de 'La Fábrica' desplegaron sobre el verde un auténtico espectáculo de monopolio del balón. Resignando al conjunto manchego a defender de forma posicional.

La defensa en bloque y la asfixiante presión en campo rival del Socuellamos no ponía en aprietos al filial blanco para distribuir el balón con criterio. Algo posibilitado por la gran presencia de mediocentros ofensivos en el once merengue. Jugadores como Valverde, Sergio Díaz, Enzo Zidane u Odegaard, otorgaban técnico y movilidad en la parcela ofensiva al Real Madrid.

Muchos media puntas y escasa fuerza defensiva

Pero la alineación seleccionada por Santiago Solari para enfrentar al conjunto manchego también creaba lagunas sobre el terreno de juego. Principalmente en la parcela defensiva y el repliegue, dada la gran presencia de media puntas en el once titular, aspectos donde el conjunto merengue flaqueó y permitío el desperezamiento del Socuellos conforme avanzaba el encuentro.

La primera gran ocasión para el Real Madrid no llegaría hasta el minuto 20 con un centro de Tejero desde el costado zurdo, que se perdería finalmente en el olvido en el interior del corazón del área de Ulbrich.

En el minuto 36 llegaba el primera tanto merengue de penalti

Conforme avanzaba el encuentro, el Socuellamos llegaba con mayor frecuencia al corazón del área blanca. La parcela ofensiva merengue se vio mermada en la zona de tres cuartos de cancha, sin profundizar en ataque. Sin embargo, la suerte cayó del lado merengue al producirse un contacto del esférico con la mano del zaguero manchego Calahorro en área del Socuellamos. El árbitró decretó la pena máxima a favor del Real Madrid . Algo que Enzo Zidane no desaprovechó, colocando el 1-0 en el marcador al descanso.

La segunda parte se inció con guión similar al inicial. El Real Madrid Castilla saltó al terreno de juego con mayor frescura. Algo que le premitió disponer de varias situaciones de peligro en área rival de la mano de Federico Valverde, Aleix Febas, Enzo Zidane y Martin Odegaard. Los media puntas blancos se adueñaban por momentos del encuentro.

Dos goles en apenas seis minutos

Así, en el minuto 54 de la segunda mitad se produjo una situación de contra ataque blanco que terminó con tres jugadores del Real Madrid frente al meta visitante, Ulbrich. Achraf se internó por el costado diestro como un auténtico puñal y brindó un balón a bocajarro para Nikos Vergos, que envió el balón al fondo de la red para colocar el 2-0 en el luminoso.

El gran juego desplegado por los mirlos de Solari se vió reflejado sobre el terreno de juego. La defensa del Socuellamos se encontró desbordada por las acometidas del bloque ofensivo castillista. Algo que propició en el minuto 60 el 3-0 en el marcador por parte de Odegaard, quién remató otro balón a bocajarro frente a Ulbrich.

Conforme avanzaba el encuentro, con el marcador ya afianzado, ambos equipos dieron un paso atrás y se equilibraba la balanza del juego por momentos. El Real Madrid se encontraba desbordante de confianza, con un Socuellamos resignado, e intentaba plasmar sobre el campo un fútbol vistoso, que además de permitirle aumentar la ventaja en el marcador, le otorgará la posbilidad de regocijarse ante su público.

La magia de los media puntas

Aunque en el aspecto defensivo el Real Madrid Castilla flaqueó durante la primera parte del encuentro. En la segunda mitad el conjunto de Santiago Solari logró controlar el encuentro y desplegar la calidad técnica incondicional de sus futbolistas. Algo que unido a la gran velocidad de los carrileros, propició grandes oportunidades de peligro para los merengues. Aleix Febas, Martin Odegaard y Enzo Zidane, supusieron un auténtico generador de magia y buen fútbol. Una baza que el Real Madrid Castilla buscará por apostar en partidos venideros.