Tablas en el partido de la primera vuelta de competición entre el Real Oviedo y el Real Zaragoza, un 2-2 que dejó a las claras el potencial de ambos equipos, además de un partido muy entretenido y vistoso para el espectador, pero de infarto para los miles de seguidores carbayónes que esa noche del 2 de octubre, con buena temperatura en el templo azul, se dejaron la garganta y el corazón empujando a un equipo azul que se veía impotente ante un venido a más después de remontar un 2-0, cerca una victoria al final de los 90 minutos, pero que gracias al meta carbayón Juan Carlos, nunca llegó.
Comenzaba el partido con un gran ambiente en las gradas del Carlos Tartiere, la temperatura y el buen tiempo ya casi habitual en el mes de Octubre dotaba al encuentro de una atmosfera de primera, por el lugar y los dos combatientes, dos ex-primeras en alza y con ganas de retornar. La primera parte estuvo muy entretenida. Pocos minutos del silbato inicial, Zapater avisó en un lanzamiento de falta que Juan Carlos despejó y el balón se estrelló en el larguero. La respuesta no se hizo esperar por parte del Oviedo, que encontró a Aarón Ñíguez el encargado de adelantar a su equipo, 1-0 con un libre directo que clavó cerca de la escuadra de Cristian Álvarez. Estallído azul en las gradas.
Un "toma y dáca" continuado con un Oviedo que se espoleo a raíz del gol y el empuje de la afición ovetense, vería recompensado su esfuerzo con una acción desafortunada por parte del conjunto maño, Toché empujó a la red una pelota que Verdasca había cedido con la cabeza a su portero. Un mal entendimiento que costó el segundo. 2-0 y al parecer, encarrilado el encuentro ¿o no?, "esto es Oviedo y esto es el Tartiere, todo puede pasar, nos pueden meter ellos 3" decía un joven aficionado carbayón, y es que no iba mal encaminado.
A pesar del nuevo mazazo, el Zaragoza no bajó los brazos y tuvo la suerte de acortar distancias cuatro minutos después. Buff sacó un córner y Mikel González remató el cuero de primeras. El balón previamente golpearía un defensa, lo cual despistaría a Juan Carlos. Pero el "vaticinio" de aquel joven seguidor tendría su culmen cuando, a pocos minutos de finalizar el primer periodo, Zapater emuló a Aarón y firmó la igualada con otra falta magistral. Empate en el marcador y partido nuevo para la segunda mitad.
Un Zaragoza espoleado por remontar un 2-0 al Real Oviedo y en el Carlos Tartiere denotaba una segunda mitad de asedio maño, y es que ese fue el patrón del segundo acto. Borja Iglesias perdonó en un mano a mano que Juan Carlos le sacó una parada casi imposible abajo. Poco más tarde, Ángel volvió a disfrutar de otra situación franca para batir al meta azul, pero se volvió a chocar con el esa noche, Omnipresente Juan Carlos, el mejor del cuadro asturiano sobre el tapete verde. Poco se atrevió a plantear el equipo de Juan Antonio Anquela en los 45 minutos, muy replegado, sacando el balón muy mal jugado y con una fatíga clara en los rostros de jugadores como Toché o Ñiguez, pese a todo ello, "San Juan Carlos" estaba de dulce y "bajo la persiana" de su portería, haciendo inútiles las intentonas zaragocista. Al final, empate que supo a poco al equipo de Natxo González y a mucho al de Anquela.
FICHA TÉCNICA:
Real Oviedo: Juan Carlos, Cotugno, Verdés, Carlos Hernández, Christian, Forlín, Folch, Pucko (Rocha, min. 70), Aarón Ñiguez (Mossa, min. 74), Saúl Berjón (Owusu, min. 62) y Toché.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez, Delmás, Mikel González, Verdasca, Ángel, Zapater, Eguaras, Toquero (Papunashvili, min. 70), Buff (Guti, min. 79), Febas (Oyarzun, min. 86) y Borja Iglesias.
Goles: 1-0, Aarón (5'); 2-0, Toché (28'); 2-1, Mikel González (32'); 2-2, Zapater (39').
Árbitro: Pulido Santana (Canario).