La baja de Dongou frente al Nàstic ha sido el tema con el que ha comenzado la rueda de prensa el técnico zaragocista. Frente al Alcorcón sintió molestias en la rodilla y queda pendiente de evaluación. A la espera de la estimación que haga el doctor Cugat, el Zaragoza cuenta solamente con Ángel y Samaras como delanteros del primer equipo. Teniendo en cuenta además, que Sammy no está todavía al cien por cien: "La delantera se queda más justa". Para remediarlo hasta la vuelta del camerunés y la puesta a punto del punta griego, el técnico ha asegurado que subirán "a alguien del filial".
Con toda la expectación que creó el fichaje del delantero heleno, parece que su aportación al club es más necesaria que nunca: "A lo mejor empieza a ser el momento de Sammy". Sin embargo, con su preparación todavía inacabada, el de Mequinenza ha querido hablar personalmente con Samaras para saber cómo se sentía: "No se ve más de 15 o 20 minutos". Aún con ese hándicap, el delantero griego entrará en la convocatoria contra el Nàstic, tal y como ha confirmado Agné.
Uno de los periodistas presentes en la sala indicaba la racha ascendente del Nàstic en su llegada a La Romareda. "Tiene incluso mejor plantilla que el año pasado", confesaba Agné. Con un partido perdido, cuatro empatados y dos ganados entre los últimos choques del conjunto catalán, los de Merino no pondrán las cosas cómodas a los aragoneses: "En esta categoría no hay nadie fácil". El Real Zaragoza afronta las desilusiones partido a partido y ese puede ser un enemigo al disputar dos encuentros en casa, indicaba un periodista. El técnico zaragocista respondía sincero: "Yo si pudiera, jugaría siempre en casa".
"Estoy muy contento de cómo defiende el equipo", confesaba Agné. El Real Zaragoza ha experimentado una notable mejora en defensa que, tristemente, no se extiende a otras partes del equipo, como la delantera. Agné espera un rival complicado: "Se ha organizado desde la defensa. Presionan muy arriba". El encuentro, que será el primero de dos visitas a La Romareda, supondrá la primera prueba de fuego de un Real Zaragoza que se queda sin margen de error. “Toca ganar y estoy convencido de que será el domingo", sentenciaba el técnico aragonés.