Complicada situación la que vive el Villarreal en estos momentos. Tras un final de temporada algo convulso tanto para el primer equipo como para el filial, los resultados de la nueva campaña no están siendo favorables y necesitan de forma urgente un cambio en las dinámicas si quieren pelear por sus objetivos.

La caída en la Europa League a las puertas de la final y dejándose remontar la ventaja cosechada en El Madrigal fue el preludio de otro partido que mejor no se hubiera celebrado. Las desafortunadas declaraciones de Marcelino García Toral antes del encuentro frente al Spoting convirtieron un partido más en el foco de la polémica.

Final de temporada movido que dio paso a un verano más movido aún. La destitución de Marcelino se produjo a una semana del primer partido oficial de la temporada, por lo que el nuevo técnico, Fran Escribá, tuvo poco tiempo de planificación. Por si fuera poco, las lesiones asaltaron al Villarreal desde antes de comenzar la temporada.

Todo esto dio pie a que el Submarino Amarillo no esté logrando los resultados esperados y que Escribá continúe aún sin conocer la victoria en el banquillo groguet. Dos empates en Liga y dos derrotas en la previa de la Champions, mal inicio de temporada que el Villarreal intentará revertir en La Rosaleda.

Por su parte, el Villarreal B ha seguido unos pasos similares a los de los "mayores". Tras la decepción en la última jornada de liga y, sobre todo, en el play off, la plantilla se renovó ligeramente para volver a buscar el ascenso. De momento, nada más lejos de la realdad. Tres partidos, dos derrotas y un empate que le ha hecho sumar el único punto que lleva el mini Submarino de los nueve disputados.

Malos resultados para Villarreal y Villarreal B, que por el momento se encuentran lejos de los objetivos marcados a principio de temporada. Aún hay tiempo para cambiar la situación, pero las victorias deben llegar ya.