Multitud de futbolistas pasan por diferentes clubes sin dejar legado o una huella que se le recuerde en el futuro. Por ello, simplemente los elegidos pisan con tal fuerza que su figura se mantiene intacta con el paso de los años. Uno de los hombres que siempre será recordado por la afición "grogueta" no es otro que Giuseppe Rossi, uno de los emblemáticos delanteros que se ha convertido en leyenda del club, a la altura de Diego Forlán u otros como Gica Craioveanu, Martín Palermo o el propio Sonny Anderson. Sin mencionar enormes "killers" que han pasado por el club castellonense. Sin embargo, la figura de Rossi sigue muy presente por los excelentes registros que consiguió en sus seis temporadas, 80 goles en 180 partidos hacen del futbolista del Celta el máximo anotador de la historia del Villarreal.

Consagración en el Madrigal

Giuseppe Rossi aterrizó en Villarreal CF el verano de 2007 para relevar a Diego Forlán. Con sus 11 goles en 27 partidos se convirtió en uno de los jugadores revelación del subcampeón liguero. Su proyección, unido al desparpajo y calidad individual en el área rival le auguraba un futuro lleno de éxitos, se encontraba en el club idoneo para despuntar y consagrarse en la élite del fútbol europeo. En las dos siguientes temporadas mejoró sus registros goleadores con 15 y 17 goles respectivamente, siendo un pilar fundamental en el sistema ofensivo del Villarreal.

Pero no fue hasta la llegada de Garrido en la 2010/2011 cuando sorprendió a propios y extraños anotando 32 goles en 56 partidos para entrar en el selecto de los mejores "kilers" europeos del momento y el máximo goleador histórico de la entidad amarilla.

Las lesiones se toparon con el italiano

Hace casi un lustro, allá por el 26 de octubre de 2011 Rossi sufrió una rotura de ligamentos en su rodilla derecha en un partido que enfrentaba a su equipo, el Villarreal CF, contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. En abril de 2012, Rossi estaba en la recta final de la recuperación pero durante un entrenamiento recayó, lo cual lo mantuvo alejado de las canchas por al menos seis meses más. Dicha lesión no le permitió jugar con el Villarreal los últimos partidos de la Liga BBVA y tuvo que ver desde fuera el descenso del conjunto amarillo.

En enero de 2013 fue traspasado a la Fiorentina. El equipo italiano pagó 10 millones y otros 6 de bonus por el traspaso. El 26 de agosto, en el primer partido de la temporada en el Calcio, hizo su primer gol frente al Catania. No marcaba desde 2011. Sin embargo, volvió a lesionarse en 2014 y no volvería a jugar hasta agosto de 2015.

Desgraciadamente, su carrera futbolística estuvo lastrada por una terrible lesión, de la cuál recayó, se marchó del Villarreal por la puerta de trasera pese a cuajar unos años prodigiosos, no pudo recuperar su mejor nivel futbolístico ni en la Fiorentina, donde tuvo la fatal suerte de volver a lesionarse cuando parecía que volvía el mejor Bambino, ni en el Levante del pasado curso. Ahora en el Celta del Vigo espera volver a disfrutar del fútbol y su inicio está siendo esperanzador con un tanto en la Liga Santander y otro en Europa League. A sus 29 años, Rossi confía en volver a ser el jugador que enamoró como jugador del Villarreal.

Vía Celta de Vigo

El próximo domingo visitará su "segunda familia", un estadio del que recuerda muchas alegrías como el propio futbolista reconoce: "Villarreal es mi segunda casa, será muy especial, un estadio que me ha dado mucho. Tengo recuerdos muy bonitos de Marcos Senna y de Bruno". El italiano recuerda con nostalgia y felicidad sus mejores momentos como futbolista profesional, cuando pise el césped del Madrigal se emocionará como leyenda y jugador que ha pasado a la historia del Submarino Amarillo.