El 15 de junio de 2016, Denis Cheryshev regresó a su casa, al Villarreal CF, equipo al que quiso volver desde el mismo día que terminó su cesión y equipo que ansiaba la llegada del futbolista ruso. Eso sí, lo hacía lesionado y recién operado de una rotura en el recto anterior de la pierna izquierda en mayo, una lesión que le impidió realizar la pretemporada con el equipo y que le tuvo apartado de los terrenos de juego hasta el 10 de septiembre en La Rosaleda, donde disputó sus primeros minutos. A partir de ese momento, Fran Escribá le fue alternando para que poco a poco sumase minutos, cogiese forma física y ritmo de competición. Hasta que volvió a causar baja.

Aunque no viajó con Rusia en esta ocasión, el parón de selecciones supuso un problema para Cheryshev, que dos días antes de recibir al Celta, notó unas molestias en el bíceps femoral de la pierna derecha que le han mantenido alejado del grupo hasta el partido de hoy en Ipurúa. Escribá sólo ha contado con él los últimos tres minutos de partido, pero son un paso adelante en una semana con doble partido y en la que seguro que el técnico realizará rotaciones en el once inicial del conjunto amarillo. Denis Cheryshev ha regresado y espera que ahora sea la ocasión definitiva y nada pueda alejarle del césped.

Sin embargo, su rendimiento esta temporada todavía está siendo discreto, sobre todo si tenemos en cuenta la grandísima temporada que realizó en el Submarino Amarillo hace dos años, pero el jugador ruso necesita tiempo para volver a ser el que era. Tras abandonar la disciplina amarilla, Denis Cheryshev pasó media temporada en el banquillo del Real Madrid y la otra media sin continuidad por culpa de las lesiones en el Valencia. Eso hace que el ruso lleve prácticamente año y medio sin jugar de forma tan continua como venía haciendo hasta la fecha y su rendimiento seguro que volverá a ser el que encandiló al Madrigal. Sólo es cuestión de tiempo. De momento, el ruso ha vuelto y, esta vez, para quedarse.