La convulsión que caracterizó a la pretemporada estival amarilla, con la destitución de Marcelino y el fiasco de la eliminación en la previa de la Champions ante el Mónaco, se extendió al inicio liguero. Dos empates consecutivos ante Granada, en el Nuevo Los Cármenes, y Sevilla, en El Madrigal, instalaron al Villarreal en la zona media-baja de la tabla, con dos puntos, vislumbrando el Submarino desde muy lejos la zona alta en las que vivía instalado en las últimas temporadas.
El triunfo en la Rosaleda supuso el inicio de la subida en la montaña clasificatoriaSin embargo, en los compases iniciales de la temporada es muy prematuro hacer un diagnóstico de como puede discurrir la temporada. Certeza que confirmo en La Rosaleda donde los de Fran Escribá empezaron a mostrar el verdadero potencial que se les otorga en esta Liga Santander. Una victoria, primera del curso doméstico que sirvió para escalar cinco posiciones de golpes y empezar a llamar a la puerta de la zona noble de la tabla, la que da pasaje continental.
La progresión del Villarreal ha sido ascendente y constante hasta la fechaEn la cuarta jornada, el Submarino se instaló en puestos europeos, los cuales no ha abandonado. Los tres puntos conseguidos ante la Real Sociedad, unidos al empate entre el Éibar y el Sevilla y la contundente derrota del Sporting en el Vicente Calderón no solo dejaron al Villarreal en puestos europeos ni como uno de los equipos invictos de la Liga (estado que se mantuvo hasta la jornada 10) sino que empezaron a mostrar una realidad: con la maquinaria del Submarino ya engrasada y los nuevos jugadores aclimatados, el nivel de la plantilla del conjunto castellonense es superior al de la pasada temporada.
En la jornada 9 fue cuarto mientras que en la jornada once ha alcanzado el mayor puesto hasta la fecha, terceroEsto último se confirmó en el Santiago Bernabéu. Un empate ante el Real Madrid supuso la presencia definitiva del equipo de Vila-Real en la pugna por ocupar un puesto de Liga de Campeones al finalizar la temporada. Lugar privilegiado que ocupó por primera vez en la sexta jornada tras los pinchazos de Sevilla y Las Palmas. Desde ese entonces, el Submarino ha ocupado la 'zona Champions' en la jornada 9 (tras ganar 2-1 a Las Palmas y caer el Atlético de Madrid en el Sánchez Pizjúan) y en la jornada 11 (al derrotar 2-0 al Betis y aprovechar las derrotas de Atlético y Sevilla ante Real Sociedad y Barcelona).
Así, el Villarreal empieza a asentarse en la 'zona Champions' ya que está tercero con 22 puntos, uno mas que colchoneros y sevillistas, habiendo ocupado esa zona en tres de las once fechas ligueras transcurridas. Sin embargo, la competencia por los billetes de avión hacia la máxima competición es brutal. Sevilla, Atlético o Athletic de Bilbao prometen dificultar al máximo el objetivo de un club, el amarillo, el cual parece no tener males de altura.