El banquillo del Villarreal cada vez se torna más y más caliente. Con la temporada 2016-2017 ya encarando su recta final, el actual técnico del club castellonense, Fran Escribá, no está confirmado de cara a la campaña próxima. El valenciano llegó a principios de agosto, con un contrato de un año hasta junio de 2017, para cubrir la inesperada marcha de Marcelino García Toral. Pese al buen comienzo liguero, las prematuras eliminaciones en Champions League (frente al Mónaco en la previa), Copa del Rey (ante la Real Sociedad) y en Europa League (ante la Roma) han restado mucha confianza de la directiva y afición en el entrenador.
Con la reciente confirmación de que Quique Setién no continuará en la UD Las Palmas la próxima temporada, un buen puñado de equipos de Primera División suspiran por el técnico cántabro. Entre ellos, el Villarreal. Además, el posible regreso de Manuel Pellegrini, que ya sonó para sustituir a Marcelino en agosto, y los rumores que vienen desde Italia respecto a Simone Inzaghi, alimentan la idea de que el Submarino tendrá nuevo entrenador para la temporada que viene. Eso sí, la opción de renovación para Escribá sigue muy presente, pues en el último mes los resultados del equipo han mejorado enormemente. No cabe duda de que serán unos meses cruciales para el puesto de técnico en el conjunto castellonense.
La contratación de un nuevo preparador rompería con la tónica que había tomado la cúpula directiva en las últimas temporadas respecto a los entrenadores del primer equipo. Con la excepción del fracaso de Ernesto Valverde (2009-2010) y el desastre que azotó a la institución a finales de 2011 y durante el 2012 (descenso, destitución de Garrido, Molina, Lotina y Julio Velázquez), la entidad amarilla se había caracterizado por mantener al técnico durante varias campañas, siguiendo una política de confianza máxima en la figura del entrenador. Ejemplos como José Antonio Irulegui (1996-1999), Manuel Pellegrini (2004-2009), Juan Carlos Garrido (2009-2012) o Marcelino García Toral (2013-2016) confirman la clara idea que tiene la directiva acerca del puesto de director técnico en un club de fútbol.
Una temporada de altibajos
La noche del 10 de agosto de 2016, a una semana de disputar el encuentro de ida de la previa de Champions ante el Mónaco, y poco después de haber jugado el trofeo Teresa Herrera en Riazor ante el Deportivo, el Villarreal CF comunicaba que Marcelino García Toral dejaba de ser el entrenador del primer equipo, después de tres temporadas y media en el banquillo amarillo. Obviamente, los motivos de la destitución no eran deportivos, pues la campaña 2015-2016 fue sensacional en todos los aspectos: cuartos en Liga, semifinales de Europa League y clasificación para Champions. Las diferencias con los pesos pesados de la plantilla, con la política de fichajes del presidente y la polémica del Sporting-Villarreal de la jornada 38 acabaron cavando la tumba del técnico asturiano.
Se barajaron varios nombres, entre ellos el de Manuel Pellegrini, que se encontraba sin equipo después de su marcha del Manchester City. Sin embargo, contra todo pronóstico, el club anunció al día siguiente que Fran Escribá sería el nuevo entrenador del primer equipo. Una decisión muy cuestionada por la afición, pues el valenciano venía de una mala campaña con el Getafe, siendo destituido en abril por ocupar los puestos de descenso (el equipo madrileño terminó descendiendo a Segunda División). Sin embargo, otros avalaban su gran rendimiento en el Elche, con el que consiguió un ascenso a Primera y dos holgadas permanencias (aunque pese a la segunda salvación, el equipo ilicitano fue descendido a Segunda por impagos y problemas con Hacienda). La polémica estaba servida.
El entrenador valenciano debutó el 13 de agosto, en un amistoso frente al CD Leganés en Butarque. Los amarillos cayeron 3-2, perdiendo el trofeo Villa de Leganés. Sin embargo, la verdadera prueba de fuego sería cuatro días después, en el partido más importante de las últimas temporadas. Con un vendaval de importantes bajas y el vestuario inmerso en un mar de dudas, el Villarreal se midió al Mónaco en El Madrigal. Los monegascos ganaron 1-2, en un partido de dominio alterno en el cual el único dato positivo fue el gol de Alexandre Pato, que daba algo de vida al cuadro amarillo de cara al partido de vuelta. Una semana después, el Submarino cuajó un flojo partido en el Luis II y fue eliminado de la Champions League (1-0). El primer fracaso de la temporada había llegado, pero la posibilidad de jugar Europa League suavizaba el adiós a la Liga de Campeones.
En La Liga, la irregularidad mostrada en las dos primeras jornadas se diluyó rápidamente, con la primera victoria lograda el 10 de septiembre ante el Málaga (0-2). El Villarreal alternó triunfos con empates hasta la jornada 10, cuando perdió en Ipurúa ante el Eibar (2-1), cosechando su primera derrota en el campeonato. Esto originó una pequeña mala racha, que se desató tras la victoria ante el Betis (2-0). Los amarillos encadenaron tres jornadas seguidas sin ganar, además de tropezar en competición europea. Dos resultados positivos ante Atlético y Sporting pusieron fin al 2016 liguero. El Submarino pasó las navidades en la sexta plaza, cerca de la Real Sociedad.
Los turrones no le sentaron nada bien al Villarreal, que ganó solo un partido de los cinco encuentros ligueros que disputó al regresar de vacaciones (2-0 ante el Granada, pese a que jugó un buen partido frente al Barça, 1-1). A finales de febrero, y con la Copa y la Europa League ya en la estacada, el equipo ha tomado una senda muy positiva, logrando 12 puntos de 18 posibles y solo perdiendo ante el Real Madrid (2-3) y en la pasada jornada ante la UD Las Palmas (1-0), consiguiendo victorias vitales ante la Real (0-1) o el Celta (0-1). Actualmente, el Villarreal de Fran Escribá es quinto clasificado con 48 puntos, empatado con la Real Sociedad y bastante alejado de la cuarta plaza (7 puntos), ocupada por el Atlético de Madrid. Se espera conseguir un billete para disputar la UEFA Europa League la próxima temporada, sea con Fran en el banquillo o no.
Por el camino, el equipo quedó apeado de las otras dos competiciones que disputaba. En el caso de la Copa del Rey, el Villarreal se enfrentó al CD Toledo en dieciseisavos de final. En la ida disputada a finales de noviembre, los amarillos ganaron 0-3 y dejaron la eliminatoria prácticamente sentenciada. Un mes después, con el 1-1 de El Madrigal, el Submarino avanzaba hacia octavos. Durante el parón liguero en Navidad, el Villarreal visitó Anoeta en el encuentro de ida, perdiendo 3-1 y complicándose su futuro en el torneo del K.O. El empate (1-1) en el Estadio de la Cerámica fue insuficiente y el equipo castellonense se despedía de la competición por segundo año consecutivo en octavos de final.
Finalmente, la Europa League era la competición en la que más esperanzas había de poder llegar a la final y conseguir el título. Después de quedarse a las puertas en tres ocasiones pasadas (03-04, 10-11 y 15-16), los amarillos ansiaban su primera final en la anteriormente conocida como Copa de la UEFA. La fase de grupos fue realmente complicada. Los, en teoría asequibles, Steaua de Bucarest, Osmanlispor y Zürich dieron muchos problemas a los de Fran Escribá, que consiguieron la clasificación en la última jornada, logrando el segundo puesto al superar al Steaua en El Madrigal (2-1). El sorteo volvió a ser cruel con el equipo castellonense, deparando a la Roma como rival en dieciseisavos. Un desastroso encuentro de ida (0-4), con un descomunal Edin Dzeko, eliminó al Villarreal de la competición. Fue muy cuestionada la preparación de Escribá respecto al encuentro, pues Spalletti le ganó la batalla de técnicos desde el minuto 1. En el partido de vuelta, el Submarino ganó 0-1, conformando un triunfo de honor que encarrilaba la buena racha de resultados del último mes.
Las alternativas
Fran Escribá termina contrato el próximo 30 de junio. La directiva del Villarreal debe tomar una decisión en los próximos dos meses. Renovar al técnico valenciano y darle una segunda oportunidad, o prescindir de él y contratar a otro entrenador para la próxima temporada. Fuentes cercanas confirman que el planteamiento inicial es el de renovar al actual míster amarillo, pero otras apuntan a un posible interés en Quique Setién, Pellegrini o Inzaghi. En el caso de que el Villarreal cambie de entrenador, las tres opciones ya mencionadas son las más estudiadas, a día de hoy, por Fernando Roig padre e hijo, además de José Manuel Llaneza.
Quique Setién
El actual entrenador de la UD Las Palmas no continuará la próxima temporada en el equipo canario, según anunció hace unos días en rueda de prensa. La noticia ha encendido la alarma de varios clubes españoles, entre los que están Valencia, Sevilla (si se marcha Sampaoli) o el propio Villarreal, pues el rendimiento del entrenador cántabro en el banquillo amarillo ha sido excelente. Además, la idea de juego, así como el planteamiento del fútbol que tiene Setién, encajan perfectamente con el estilo del Submarino Amarillo, que apuesta por un fútbol alegre y con posesión de balón.
El principal obstáculo para la contratación de Quique es ofrecer un proyecto y contrato más suculentos y seductores que el que puedan ofrecer otros equipos como el Valencia. La actual posición económica del cántabro es asequible para el Villarreal, pero deberá pelear con otros equipos por su fichaje.
Manuel Pellegrini
El técnico chileno es un viejo conocido en la afición 'grogueta', un hombre muy querido en Vila-real. Bajo su dirección, el Villarreal consiguió los mayores logros de su historia: unas semifinales de Champions League y un subcampeonato de Liga. En 2009 abandonó la entidad amarilla para fichar por el Real Madrid, pero su actual posición en el mercado parece ser asequible de cara a su retorno. Actualmente, entrena al Hebei China Fortune de la Superliga China. Sonó en agosto para sustituir a Marcelino, pero sus pretensiones económicas eran impensables para el club, tras el pago del finiquito al técnico asturiano.
El principal problema para su contratación es su salario, muy alto después de haberse consolidado en el mundo de los entrenadores (Real Madrid, Málaga, Manchester City...). Además, el Hebei Fortune no parece dispuesto a dejarlo marchar. Las negociaciones serán duras.
Simone Inzaghi
El último candidato al banquillo amarillo es el más desconocido e inexperto de los tres. Sin embargo, su rendimiento como futbolista, así como su gran temporada actual con la Lazio (4º) lo convierten en una opción más que buena para el Villarreal. El equipo romano aún no ha renovado al técnico italiano, y su contrato vence el próximo 30 de junio, por lo que su fichaje sería más asequible que el de Pellegrini.