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Raúl Zambrana, el Ave Fénix malagueño

Se ha erigido en uno de los mejores paratriatletas del panorama nacional. Sin embargo, la historia de este deportista, que comenzó con un fatal accidente, no ha estado exenta de sufrimiento y malos momentos.

Raúl Zambrana, el Ave Fénix malagueño
Raúl posa con la medalla de campeón de España.
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Por Rocío Bonachera

El 10 de febrero de 2007 será para siempre una fecha inolvidable para Raúl Zambrana y su familia. Aquel día, un accidente de moto cambió por completo la vida de este hostelero malagueño. Los médicos habían logrado salvarle la vida –llegó a estar cuatro días en coma-, pero no pudieron hacer nada por su pierna izquierda, que tuvo que ser amputada, además de perder movilidad en su brazo derecho, al quedar dos nervios seccionados.

Raúl tardó más de un año en asimilar su nueva situación, tiempo en el que su mujer, Toñi, y sus dos hijos, Yeray e Iván, fueron su máximo apoyo.

Dos años después del accidente salió del hospital y entonces, casi sin quererlo, el deporte se convirtió en la mejor medicina para seguir adelante. “Con la rehabilitación no tenía suficiente porque soy un poco hiperactivo. Por eso empecé a hacer deporte, para liberar adrenalina”, recuerda.

El accidente que casi le quita la vida le ha convertido en un brillante paratriatleta

Antes de empezar con el paratriatlón, Raúl había visto unos vídeos en Youtube que le motivaron a iniciarse en esta disciplina: “Los vídeos de Sara Reynolds –a la que tuvo oportunidad de conocer en Londres el pasado verano- y Óscar Pistorius me llamaron la atención. Me sentí identificado con ellos y eso me animó a iniciarme en el paratriatlón”.

Así, poco a poco, este vecino de la barriada malagueña de Los Prados fue dejando atrás los complejos que le suponían tener una prótesis, y volvió a montar en bicicleta por primera vez desde el accidente. Era una forma de fortalecer sus músculos y de hacer rehabilitación. “Al principio tenía muchos complejos, así que compré una media del color de su otra pierna y se la puse a la prótesis para que no se notara. Nadie se daba cuenta de que tenía una prótesis”, rememora su mujer.

Más tarde, y aconsejado por su médico, comenzó con la natación, para mejorar la movilidad de su brazo derecho –apenas podía levantarlo-. Por último llegó la carrera, en la que se inició tan pronto como pudo conseguir una ‘pala’ protésica para correr.

El deporte le gustaba. Gracias a él, Raúl volvía a sentirse “completo” y había puesto a fin a los interminables días de “cautiverio”, primero en el hospital, y después, en su casa. Al fin parecía ver luz al final del túnel.

A competir

La llegada de Zambrana a la competición fue casi pura casualidad. El deporte se le daba bien, pero nunca se había planteado seriamente ser paratriatleta. Aun así, decidió probar suerte.

La primera vez que compitió fue directamente en un medio Ironman (1.9 km de nado, 90 km de bici y 21 km de carrera), el de ICAN Marbella del pasado mes de abril, para el que le sobraron casi dos horas al llegar a la línea de meta. Su resultado sorprendió al también paratriatleta Rafael López Ordóñez, aun más después de saber que era su primer test serio y que, además, entrenaba por su cuenta.

En ese momento, Rafael no dudó en animar a Raúl a que siguiese adelante y probase suerte en la Copa del Mundo de Triatlón que se celebraba en junio en Madrid. Alentado por las palabras de quien Raúl considera su “padrino deportivo” y la persona que más ha influido en su carrera, cogió su coche y, junto a su familia, llegaron a la capital.

“Cuando llegué a Madrid me sorprendí un poco, por la envergadura del evento, los medios de comunicación, etc. Me impresionó todo y me quedé un poco bloqueado, pero me salió bien”, cuenta el malagueño. Y tan bien le fue que quedó primero en su categoría, la TRI3 –existen seis categorías, en función de la discapacidad que tienen los atletas-.

Desde entonces, Raúl no ha dejado de seguir entrenando y de participar en todas las competiciones posibles que le permitan seguir llevando el nombre de Málaga y de España a lo más alto.

Ahora no hay competición, por lo que el entrenamiento es más suave: “Suelo salir una hora a correr, otras dos horas con la bici y otra más a nadar”, tiempo que se ve aumentado cuando comienza la temporada. “Cuando entrena ‘bien’ no lo vemos”, cuenta su mujer entre risas. Y es que durante la preparación de las pruebas, Raúl puede llegar a entrenar hasta seis horas al día.

El deporte le ha devuelto la alegría de vivir y ha traído felicidad a su familia. Por ello, consciente de su potencial, y para mejorar su rendimiento, Zambrana ha decidido ponerse en manos de Emilio, su entrenador desde hace unos meses, y el que controla tanto los ejercicios de preparación para las competiciones como su alimentación. “Cuando Raúl acudió a mí, vi a una persona que necesitaba ayuda. Estaba desorientado desde el punto de vista del entrenamiento”, explica su preparador, a lo que  añade: “Su única preocupación es mejorar. Tiene algo que es fundamental en los deportistas, pero que, curiosamente, no todos ellos poseen, y es la constancia y el positivismo ante las adversidades y problemas”.

Falta de apoyo

No todo se reduce a las mieles del éxito. El paratriatlón es una modalidad aún no reconocida como deporte de élite y, por tanto, apenas hay ayudas para estos deportistas. El caso de Raúl no es una excepción. A pesar de ser campeón de España y de haber colocado su nombre junto al de los mejores del mundo, tiene que costearse prácticamente todo de su bolsillo.

En la actualidad, Zambrana cuenta con varias aportaciones de pequeñas empresas de su ciudad, así como con la ayuda de Clínica Ortopedia Poyatos, que fue la primera que, a petición del propio Raúl, decidió subvencionar la prótesis de carrera y apoyarlo en su aventura. “Estas ayudas son importantes, pero no son suficientes”, lamenta el malagueño.

"Todo en esta vida se puede conseguir. Solo hay que echarle ganas, valor y coraje"

“Lo más básico es tiempo, paciencia y medios. De los dos primeros tenemos bastante, pero de lo tercero andamos muy cortos. Apenas hay medios para ayudar a los deportistas que no sean de uno de los considerados deportes profesionales, y esto es muy triste”, se queja su entrenador.

De hecho, solo la prótesis de carrera puede rondar los 7.000 euros. “Está hecha en fibra de carbono y titanio, totalmente aligerada de peso para que pueda correr. Es como un muelle; lo que hace es impulsarte y amortiguar el peso del cuerpo”, explica Raúl, que aparte de esa tiene tres prótesis más: una para la bicicleta, que cuenta con un enganche para los pedales, otra para el día a día y una última para ir hasta el agua.

Para poder seguir haciendo frente a los costes, Raúl está buscando a algún patrocinador “fuerte” que le ayude a sobrellevar los gastos de la competición, que si es en España pueden rondar los 800 euros.

Precisamente, debido a la falta de recursos, el paratriatleta debe elegir bien las pruebas a las que se presenta y procurar que sean puntuables, aunque no siempre puede ir a todas las que le gustaría. Justamente, el pasado mes de septiembre tuvo que renunciar a competir en China por lo caro que resultaba. “No queremos vivir de esto, pero tampoco queremos perder todo el dinero que tenemos”, revela su mujer. Y es que la situación de la familia tampoco es la más próspera. Raúl está jubilado desde que tuvo el accidente y recibe una pequeña paga, y Toñi se encuentra, de momento, en el paro.

A pesar de todo, ni la falta de apoyo ni de recursos son impedimento para que este luchador siga adelante en su empeño por lograr su meta de ir a las Paralimpiadas de Río 2016: “Soy muy cabezón y como se me meta algo en la cabeza, aunque me cueste trabajo e irritaciones, lo conseguiré”.

Zambrana estará en los JJ.OO. de Londres, pero su objetivo son las Paralimpiadas de Río 2016

El objetivo aún queda lejos, pero ganas e ilusión no le faltan. De momento, ya se ha ganado una plaza para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, aunque, como él dice, allí van “de exhibición”, ya que la modalidad no estará aún reconocida como oficial (sí lo estará en Río 2016).

Como el Ave Fénix, Raúl resucitó aquel 10 de febrero y ha sabido sacar lo mejor de una situación totalmente adversa. Por eso se ha convertido en todo un ejemplo de superación y trabajo, aunque ni él ni su familia olvidan los malos momentos pasados tras el suceso. “Iván tenía apenas cuatro años y Yeray, siete. Hasta hace poco más de un año, Yeray aún tenía pesadillas con el accidente. Al principio, pedían por Reyes que su padre tuviera la pierna otra vez, pero no hay mal que por bien no venga, porque los niños han madurado mucho”, confiesa Toñi, quien afirma que “desde que Raúl empezó con el deporte, los niños están muy felices y orgullosos. En el colegio todos saben a qué se dedica su padre”. Y no es para menos, porque su progresión ha sido meteórica, y en apenas unos meses se ha convertido en uno de los paratriatletas con mayor proyección en el panorama mundial.

Sin embargo, Raúl no se olvida de aquellos que han pasado o están pasando por algo similar a lo que él sufrió. Por ello, el malagueño quiere mandar un mensaje cargado de positivismo: “Todo en esta vida se puede conseguir. Solo hay que echarle ganas, valor y coraje a la vida, y buscar siempre una motivación”, y es que, como él mismo dice: “Querer es poder”.

En 60 segundos

- Comida preferida: un plato de los montes, pero ese no lo puedo comer ya –risas-.

- Ciudad para perderse: Hawái.

- Película: Piratas del Caribe. Siempre nos ponen la música para motivarnos en las competiciones.

- Cantante: El Canto del Loco.

- Mejor consejo que le han dado: Ir a la prueba de la Copa del Mundo en Madrid.

- Tres palabras que le definan: Fuerza, valor y coraje.

- ¿En qué ha cambiado Raúl desde el accidente?: Ahora soy mejor persona y disfruto más de la vida y de mi familia.

- Un sueño: Ganar un campeonato importante en unas paralimpiadas, representando a España.

- Objetivo a corto plazo: Hacer el ICAN Marbella en abril, pero antes quiero hacer algún duatlón, aquatlón y cross.

- Objetivo a largo plazo: Ir a Río de Janeiro 2016 y lograr la medalla de oro. Eso sería lo más grande.

Categorías del paratriatlón

Según el reglamento de atletas con discapacidad existen seis categorías de paratriatletas:

- TRI 1. Bicimanual. Parapléjicos, cuadrapléjicos, polio, amputación de ambas piernas. Debe utilizar la bicimanual en el circuito de ciclismo y una silla de ruedas de carrera en el segmento de carrera a pie.

- TRI 2. Incapacidad severa de las extremidades inferiores, amputación por encima de la rodilla. El atleta deberá montar en bicicleta y correr con una prótesis que incluya rodilla o similar, o correr con muletas.

- TRI 3. Esta categoría incluye a aquellos atletas que tengan esclerosis múltiple, distrofia muscular, parálisis muscular, amputación de ambas piernas o parálisis en múltiples extremidades. Estos atletas montarán en bicicleta y correrán, pudiendo utilizar arneses o prótesis si así lo requiere.

- TRI 4. Impedimento en brazos, incluyendo parálisis, amputación por encima y debajo del codo e impedimento en ambas extremidades superiores. Los atletas podrán utilizar prótesis o arneses sobre la bicicleta o mientras corren.

- TRI 5. Impedimento menor de piernas, incluyendo amputación por debajo de la rodilla. El atleta monta en bici y corre con una prótesis.

- TRI 6. Impedimentos visuales. Legalmente ciego. Es obligatorio que el guía sea del mismo sexo durante toda la carrera. El atleta deberá ser atado al guía durante la natación. En el segmento de ciclismo usarán un tándem y en la carrera a pie irán atados.

Debut en Río 2016

En diciembre de 2010, la Federación Española de Triatlón anunció la incorporación del paratriatlón a la familia deportiva paralímpica española. Ese mismo mes, el Comité Paralímpico Internacional confirmó que el paratriatlón realizaría su debut oficial en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.

Esta noticia ha tenido una gran acogida entre los cada vez más numerosos paratriatletas, debido a que la inclusión de esta modalidad de forma oficial implica un mayor reconocimiento y, en principio, más ayudas para que estos deportistas desarrollen su carrera.

Asimismo, hay que recordar que España ha sido de las primeras federaciones en dar estatus oficial al paratriatlón, primero con un campeonato nacional español y después, con un duatlón.

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Sobre el autor
Rocío Bonachera
Licenciada en Periodismo y máster en Periodismo Deportivo. Coordinadora de la sección del Málaga y editora. Redactora del Málaga y del FC Barcelona en Vavel.com y colaboradora en The Best Football (Radio Vavel). Antes trabajé en la Ser, Hispagenda (Bruselas), 20 Publicaciones e Impresiona. Me encantan los nuevos retos. [email protected]