"Escoger un RB en primera ronda es un error, son los jugadores menos duraderos y más reemplazables de una plantilla." Ese es el mantra que a lo largo de muchos años ha acompañado a los jugadores de esta posición, sobretodo a raíz del cambio de dinámica en la liga, para convertir las ofensivas en un juego mucho más aéreo que de carrera. Pero las últimas generaciones de running backs que están llegando a la NFL están consiguiendo destruir esa tendencia, y obligan a los general managers a no permitirse el lujo de dejarlos pasar. Uno de los ejemplos más claros fue el Draft de 2017, donde cuatro nombres resaltan por encima del resto por su capacidad de impacto desde el primer momento que llegaron a la liga.

Leonard Fournette

Fue el gran nombre de esta generación, uno de los candidatos perennes al Heisman Trophy (premio que acredita al mejor jugador universitario de la temporada), durante su etapa en LSU. Nunca consiguió el galardón, debido a un lastre que a día de hoy aún le acompaña en la liga, las lesiones. Pese a ellas, siempre que ha estado en el campo ha demostrado ser una fuerza de la naturaleza, sobretodo en su año rookie. Mejorando desde entonces además su capacidad de recibir pases desde el pocket. A la espera de si esta es de verdad la temporada de su consagración, el que fuera elegido con el puesto número cuatro de aquel draft, sigue tratando de llevar a sus Jaguars lejos en temporada regular para poder optar de nuevo a los playoffs.

Christian McCaffrey

"Un RB blanco tiene muy difícil triunfar en esta liga, no es el más rápido, no es el que más balones puede acarrear, no te va a poder garantizar 100 yds por partido." Esta fue una de las opiniones de los scouts que en su día dudaron del alumno de Stanford. Había conseguido grandes números en la universidad, pero la mayoría a base de un estilo de juego muy peculiar, muy basado en pases laterales y en moverse desde el backcourt para recibir balones como si se tratara de un receptor, un estilo que en la NFL aún no terminaba de encajar. Pero este jugador lo cambió todo. Actualmente es uno de los candidatos más fuertes al 'MVP' en este inicio de liga. McCaffrey ha conseguido que todos sus detractores hayan tenido que cambiar su discurso al ver que su estilo es completamente válido para esta liga. 

Dalvin Cook

Otro de los RBs más laureados de los últimos años durante su etapa college en Florida State, rivalizando como el jugador con mejor proyección de su generación, pero sus problemas lejos de los terrenos de juego le hicieron caer hasta la posición 41 del draft. Numerosas discusiones con compañeros, rivales, staff técnico e incluso algún problemilla con la justicia, consiguieron que distintas franquicias no se arriesgaran a que un talento tan grande se desperdiciara. Minnesota Vikings fueron quienes apostaron por él, y en su tercera temporada es cuando está demostrando el por qué. Su primer año se saldó con unos primeros cuatro partidos de récord dentro de la franquicia, pero una desgraciada lesión de ligamento cruzado le dejó fuera por toda la temporada. Su segunda campaña no fue del todo espectacular debido en parte a la mala marcha del equipo. Pero este inicio de liga no podía haber sido mejor, siendo uno de los RBs que más yardas promedia por carrera, y convirtiéndose en uno de los máximos estandartes de su equipo en ataque.

Joe Mixon

Otro jugador con una calidad indiscutible, al que su mala cabeza no ayudó a la hora de entrar en la NFL con el mejor pie. El que fuera jugador de Oklahoma en la universidad, quedó suspendido en su primer año al ser arrestado por asaltar una vivienda privada. En su segundo año, pese a no tener el papel de titular indiscutible, sí dejó tales muestras de talento que los scouts no pudieron dejar de prestarle atención. Aquello motivó a la liga a no invitarle a las jornadas de exhibición que realizan con los mejores prospects de cada draft. Aún con eso, los Bengals no permitieron que se les escapara la oportunidad de seleccionarlo en segunda ronda. Todavía no ha podido mostrar todo su potencial debido a numerosos problemas físicos, pero la temporada anterior, en la que consiguió algo más de continuidad, sí destacó al superar la cifra de 1000 yds totales.

Alvin Kamara

Con el puesto número 67 los New Orleans Saints seleccionaron al jugador de Tennessee, desde entonces nadie en la ciudad ha puesto en duda lo acertado de esta decisión. Sus inicios en la universidad fueron difíciles tras su marcha de Alabama por problemas con el legendario entrenador Nick Saban. Uno de los double threat más potentes de la liga, con la habilidad de ganar yardas a través de la carrera o del juego aéreo, ha supuesto un salto de calidad desde su llegada, convirtiéndose en uno de los mejores aliados de Drew Brees y en el jugador soñado por un entrenador como Sean Payton, una de las mentes ofensivas más imaginativas de la liga.

Kareem Hunt

Proveniente de una universidad de segunda categoría como la de ToledoHunt fue una de las sorpresas más grandes dentro de esta generación, ya que se convirtió desde el primer instante en uno de los jugadores más rápidos saliendo desde el backfield de toda la liga. Andy Reid, el entrenador de los Chiefs, equipo que le seleccionó en el draft, comenzó a involucrarlo mucho en el juego de pase, siendo uno de los RBs con más recepciones de la liga, y sumándose a la lista de corredores que poseen grandes capacidades para atrapar pases dentro de este draft. Su talento dentro del terreno de juego es innegable, pero problemas con la justicia le han apartado de la liga de manera cautelar. Al final la sanción se aplica para los primeros ocho partidos de esta temporada, formando ya parte de la plantilla de los Cleveland Browns.