Cuando se habla de anotar, informar de que Connor McDavid alcanza un nuevo hito a la hora de marcar, se convierte en algo rutinario, y tras alcanzar los 500 puntos el pasado febrero y los 200 goles en octubre, la pasada noche ya llegó al punto 600, en forma de gol contra los St. Louis Blues hundiendo en la portería el pase de Zach Hyman.

Una marca conseguida en 421 partidos, lo que le sitúa como el sexto jugador más rápido en conseguirlo, solo antecedido por leyendas con nombres como Wayne Gretzky (274), Mario Lemieux (323), Peter Stastny (394), Mike Bossy (400) y Jari Kurri (419). Todos ellos hijos de eras anteriores en las que los números de anotación eran superiores a los de hoy día, hecho que pone en más valor los números de McDavid.

¿Un jugador sin límite?

Que estamos disfrutando de un jugador que marcará una era en la NHL, no es una suposición, es una afirmación, con solo 24 años podría retirarse mañana mismo y con total seguridad tras los tres años de espera requeridos, entraría de cabeza en el Salón de la Fama del hockey.

Un jugador con una velocidad de patinaje estratosférica y un manejo de la pastilla que roza la magia, sin duda acumulará al final de su carrera todos los galardones individuales posibles, la única duda que nos puede quedar, es si este tremendo talento servirá para llevar al equipo en que juegue al máximo premio, la Stanley Cup.

Hasta que alcance la próxima cima de su carrera, seguiremos disfrutando de su juego, de sus goles y asistencias que a día de hoy, están lejos de dejar de acumularse, ya la temporada pasada sumó 105 puntos en los 56 partidos de una recortada temporada regular y se convirtió en el segundo MVP unánime de la historia, y viendo los resultados de Edmonton Oilers hasta ahora, parece dispuesto a repetir.

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