Sunrise, la ciudad del sur de Florida, se cobró la deuda que la NHL tenía con ella tras la suspensión causada por la pandemia de COVID-19 en 2021 y celebró el All Star Weekend con la sucesión de actos promocionales, pruebas de habilidades y el plato fuerte del mismo, el torneo entre divisiones en formato tres contra tres para la tarde del sábado.

Un evento que no termina de cuajar entre los que ya son aficionados al hockey en general, y que parece tener solo impacto nivel local, con todo lo que rodea al mismo en forma de promociones y poner en el corto alcance de los que puedan acudir al mismo a gran parte de los jugadores estelares y máximos atletas del hockey sobre hielo.

La NHL, consciente de ello ha tratado de reforzar el atractivo de todo esto introduciendo nuevas pruebas para el concurso de habilidades del viernes. 

Competición de habilidades, poco espectáculo y mucho tiempo muerto

Las necesidades comerciales de la televisión, convirtieron una serie de concursos que podrían haberse despachado a buen ritmo en poco más de dos horas en un largo espacio de tres. Un tiempo en el que lo más destacable fue el momento protagonizado por los que han sido encarnizados rivales, Sidney Crosby y Alex Ovechkin junto al hijo del segundo, Sergei en el Breakaway challenge. Un momento de buen rollo entre dos veteranos que no tienen ya nada que demostrar y que aparcaron su eterna rivalidad para los momentos que la va a requerir.

Los ganadores de los diferentes concursos son los siguientes:

Puntería (Accuracy): Brock Nelson

Patinador más rápido (Fastest skater): Andrei Svechnikov

Splash shot: Cale Makar/Mikko Rantanen

Pitch´n´puck: Nick Suzuki

Tendy tandem: Connor Hellebuyck/Juuse Saros

Breakaway challenge: Sidney Crosby/Alexander Ovechkin, acompañados de Sergei Ovechkin.

La Atlantic Division se lleva el All Star Game

Un tres contra tres con dos periodos de diez minutos y equipos divisionales que se enfrentan en semifinales y los ganadores en el partido decisivo se reparten un premio de un millón de dólares aparte de mojarle la oreja a los rivales. Un aliciente que parece muy poco estimulante para los participantes, la mayoría de ellos pasaron por el hielo cumpliendo el expediente y en pocas ocasiones se veía celebrar un gol de una manera que contagiara algo al público.

En semifinales la Central Division batió a la Pacific, y en el duelo del este, los locales Atlantic doblaron la mano de la Metropolitan alcanzando la final. Una final en la que Dylan Larkin se atrevió a cargar y se marcó un hat trick que en condiciones normales le habría valido el MVP, pero se lo arrebató un Matthew Tkachuk que jugando ante su público, abrió el tarro de las esencias y estuvo dispuesto al espectáculo cada segundo que pisó el hielo para disfrute de la parroquia de los Panthers presente en el FLA Live Arena.

Aún así, el All Star Weekend volverá en 2024, y en esta ocasión atraviesa la frontera y Toronto será la sede esta próxima edición.