Palo muy importante a los intereses de los Arizona Coyotes. El referéndum para decidir si se podía construir un distrito de ocio que incluyera el nuevo pabellón de la franquicia no contó con los apoyos suficientes y, ahora, el equipo sigue sin hogar y tendrá que explorar nuevas vías.

Los resultados han arrojado una negativa contundente por parte de los vecinos de Tempe, cuyos votos en contra han doblado a los que estaban a favor de esta mega construcción valorada en 2,3 billones de dólares.

Y ahora, ¿qué?

El futuro de Arizona tendrá solución, pero el remedio más clarividente ha desaparecido. “La NHL está terriblemente decepcionada con los resultados de esta votación pública acerca del nuevo pabellón para los Coyotes en Tempe. Vamos a revisar con ellos cuáles pueden ser las opciones de aquí en adelante”, señaló en un comunicado Gary Bettman, comisionado de la liga.

Tanto los altos ejecutivos de la franquicia, como los máximos mandatarios de la NHL, seguirán trabajando juntos durante las próximas semanas para encontrar la mejor alternativa tras un revés que no entraba en los planes.

¿Qué ha fallado?

En 2021, se presentó el proyecto con una gran ambición. Las maquetas incluían, además del indispensable pabellón con 16.000 asientos y una pista para entrenar, zona comercial, dos hoteles, 1.600 pisos, un salón de apuestas y un teatro.

Recreación del hipotético nuevo pabellón de los Coyotes | Fuente: NHL.com
Recreación del hipotético nuevo pabellón de los Coyotes | Fuente: NHL.com

Sin embargo, la ubicación puede haber sido la principal causa de que el plan se haya ido por el desagüe. La zona donde se pretendía construir este nuevo distrito, está muy próxima al Aeropuerto Internacional de Sky Harbor y los vecinos ya tienen que soportar los ruidos de los aviones, así que añadir este templo del ocio, no parecía la mejor idea para ellos.

Los Coyotes necesitan estabilidad

Hablamos de una franquicia con nefastos resultados deportivos desde que llegó a Arizona en 1996: diecisiete temporadas sin entrar a playoffs y, cuando lo hicieron, solo en dos ocasiones de nueve participaciones, avanzaron más allá de primera ronda.

Este pasado curso, los Coyotes fueron antepenúltimos en la división central con 70 puntos, a 25 del segundo puesto que da derecho a la Wild Card.

Si a todo lo anterior añadimos que el equipo es incapaz de encontrar estabilidad en un pabellón, obtenemos desidia por parte de una afición que está acostumbrada a digerir malos tragos.

A su llegada a Phoenix, la franquicia compartió pabellón con los Suns hasta 2003, fecha en que se mudaron a Glendale, un municipio que los acogió hasta que se terminó el contrato en 2022. La pasada campaña, los Yotes jugaron en el Mullett Arena, situado en la Universidad de Arizona State y con capacidad para 4.600 espectadores, unas cuatro veces menos de las personas que suele albergar cualquier pabellón de la NHL.