Apareció en el último momento. Jorge Lorenzo supo encender el final de la lucha por la pole logrando la tercera posición con el cronómetro a cero, birló así la primera línea de parrilla a Dovizioso gracias a una última vuelta de vértigo que le valió un buen sitio para la carrera de mañana en el Gran Premio de Aragón.

El de Yamaha confió en sí mismo y tiro de ego para finalizar la clasificación en primera fila, un ataque de confianza que le proporcionó sus sensaciones con el neumático blando. Se valió de él para lograr la posición, aunque reconoce que aún así no se vio con la fuerza suficiente para poder luchar con Márquez, ganador de la pole position: "Sabía que con el neumático blando detrás era bastante competitivo, pero no para luchar con Márquez por la pole".

Ahí radica la preocupación de Lorenzo, ese neumático eje de todos sus problemas este año que le está trayendo de cabeza. No termina de adaptarse a la goma dura, y claro, la negativa hacia las mismas están lastrando sus resultados y ensuciando su buen estado de forma: "Mañana en la carrera será complicado poner el neumático blando detrás porque se destroza por el costado derecho. Vamos a ver si es posible arriesgar porque con los neumáticos duros no somos competitivos".

Y bajo ese problema esconde su deseo para mañana, que se den las condiciones adecuadas para poder usar ese neumático blando que le haga estar arriba en el lugar que le pertenece. Con ellos vuelve el Lorenzo competitivo, motivo del que nace su rezo para mañana: "Si es posible utilizarlo por lo menos durante gran parte de la carrera seremos competitivos". Esa es la base, la premisa, pero no hay nada dicho. Mañana se darán a conocer las cartas y el de Yamaha deberá saber barajarlas. 

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Sobre el autor
Esperanza Murcia
Amante del Motociclismo. Contándote el arte de las dos ruedas en Vavel.