El español Carlos Sainz es sin lugar a dudas el piloto español más laureado de la historia con dos campeonatos mundiales de rallies conseguidos en el año 1990 y 1992, ambos de la mano de Toyota y junto a su amigo y copiloto Luis Moya. 

Durante su etapa como piloto mundialista Carlos consiguió el merecido nombre que a día de hoy ostenta. No sólo fueron los dos mundiales, cuatro subcampeonatos y cinco terceros puestos sino que fue mucho más. Pues si nos ponemos a hablar de sus logros  nos quedamos con la abierta. Hasta hace poco y tras el reinado de Sébastien Loeb era el piloto con más puntos de la historia del WRC con un total de 1242 y actualmente es el piloto que más pruebas ha disputado 196. 

Es el tercero con más victorias tras el francés Loeb y Marcus Gronholm pero él es el que ha ganado más veces las distintas pruebas que disputó. Entre ellas ganó tres veces  en Monte Carlo, otras tres victorias cayeron en el mítico Rally Acrópolis y una muy destacada la de los 1000 lagos en Finlandia.  Esta prueba define el talento de Carlos a bordo de un coche de rallye. El Rally de los 1000 Lagos, como ya comentamos en "pilotos de leyenda: Makinen", fue uno de los rallies más duros de la época y tras 40 años celebrándose dicha prueba llegó un joven Carlos y ganó. Fue el primer piloto no nórdico en conseguirlo.

Por otra parte, en cuanto a títulos se trata el piloto madrileño consiguió dos campeonatos nacionales españoles a bordo del Ford Sierra RS Cosworth en 1987 y 1988. Otro título  que posee Carlos y hasta ahora el último en su palmarés es el Rallye Dakar de 2010 disciplina en la que participa los últimos años de su carrera deportiva

Después de reconocer los méritos de Sainz vamos comentar como fueron sus inicios en el mundo del motor porque el talento de Carlos es indiscutible 

En España se le conocía como el "Rey" de los medios de comunicación dada su fuerte personalidad y su carisma en las entrevistas y es que la época de Sainz marcó mucho a los hoy amantes de este deporte. 

Sus inicios

Con tan sólo 18 el joven Carlos ya sabía lo que quería. Disputar su primer rallye, el Rally Shalymar que se disputaba cerca de su casa. Así lo hizo, con un Renault 5 TS que le había comprado y algunas modificaciones para preparar el coche. Carlos no ganó el rally ni de lejos, pero en este deporte no todo es ganar. Las trazadas de Carlos, sin errores, eran distintas a las de pilotos que competían con cierta regularidad algo inusual hasta la fecha.

En su segundo rally finalizó quinto. A partir de ahora la carrera deportiva iba a dar giro inesperado para el madrileño. La prensa española empezaba a hablar de un prodigio del volante. Ya lo dijo Zannini en el Rally Costa Brava de 1982: "hay un chaval que corre con un Panda que nos va a retirar a todos".

Carlos pilotando el Fiat Panda

Ya en 1983 el equipo francés Renault le ofreció un volante para disputar la Copa Nacional de Renault. Vivió un intenso duelo con el piloto segoviano Lus López de la Cámara aunque finalmente Sainz lograra 5 de 7 victorias. Esto le valió para ganarse la confianza de los distintos patrocinadores e incluso una doble propuesta de cara a la siguiente temporada. En este momento Carlos tenía que decidir si seguir en Renault como piloto oficial o irse con Opel. El madrileño no dudó y permaneció con la marca francesa para disputar el Campeonato Español de Rallies a bordo del  Renault 5 Maxi Turbo.

Sainz a bordo del Maxi Turbo

A finales de los 80 Carlos decidió dejar Renault y firmar por Ford. Un momento duro y difícil para un piloto que todavía no había conseguido ningún título importante. Pero Carlos se sobre puso a las dificultades y firmó por Ford. Con el Sierra RS Cosworth ganó dos Campeonatos de España lo que le sirvió para conseguir definitivamente un puesto en el Mundial de Rallies.

Empieza la exitosa etapa mundialista de Carlos Sainz Cenamor

En el histórico año 1989 comienza la etapa mundialista de Sainz a bordo del Toyota Celica ST 165. Junto a Luis Moya mantendrán la posición de tercer coche equpo. Sus compañeros por aquel momento eran Juha Kankkunen y Kenneth Eriksson.

La marca nipona había confiado en las posibilidades de Carlos pero no nunca esperaban lo que pasó. El primer año a bordo del Toyota fue un poco de transición. Adquirir experiencia en citas mundiales ya que la destreza y la agilidad con .las manos en el volante ya lo tenía, solo había que pulir detalles.

La década de los 90 empezó con el Rally Montecarlo como es habitual en el Mundial de Rallies. Ese año la ausencia de nieve hizo que varios tramos se disputaran en asfalto algo que a priori a Carlos le beneficiaba. El rally fue una dura batalla frente a frente contra Auriol y su Lancia Delta Integrale y finalmente se impuso a Sainz. La segunda cita del año en Portugal dejó a Carlos fuera de combate tras una rotura en el Toyota. Poco después vino África y fue allí donde donde lograría un cuarto puesto sensacional tras las roturas de los Lancia. A partir de ahí el piloto español comenzó a escalar puestos en la clasificación. Tras dominar el mítico Rally Acrópolis Carlos volvió a ganar en Nueva Zelanda y empezó a afianzarse en el primer puesto de la clasificación. Poco después en la última carrera del año en Gales y sin nada que disputarse se proclamaría campeón del mundo de rallies. Siendo el primer español de la historia hasta la fecha.

El segundo campeonato vino también de la mano de Toyota. Este fue más sufrido pues en la última carrera del año tan sólo 2 puntos separaban a Carlos Sainz (1º) de Juha Kankkunen (2º) y no sólo eso, sino que cualquier error de los pilotos podía beneficiar a Auriol (3º) que estaba un punto por debajo de Kankkunen y podía llevarse el gato al agua. Finalmente no fue así y Carlos logró su segundo campeonato.

Las siguientes temporadas de Carlos fueron en distintos equipos. Primero manejó el Lancia en el año 1993 con el que obtuvo su peor resultado. El año siguiente firmó por Subaru que venía pisando fuerte. Un tal Collin McRae.

A finales de los 90 volvió a Toyota. Equipo con el que hasta la fecha había conseguido 2 mundiales. En su regreso a la marca nipona Carlos pilotó el Toyota Corolla WRC que le traería más de un disgusto. Gracias las cámaras de vídeo podemos revivir uno de los momentos más amargos para el piloto español. Pues a tan sólo 700 metros para el fin de etapa su Toyota dijo basta.

En el año 2000 el jefe del equipo  Ford, Malcolm Wilson, había formado un equipo con el que aspiraba a ganarlo todo y entre los pilotos estaban Carlos Sainz y Colin McRae. Ese año el Peugeot 206 WRC arrasaría por completo. 

Ya en el año 2003 fichó por su último equipo en el Mundial de Rallies, Citroën con el que finalizaría tercero el mundial. Una temporada después y tras toda un vida dedicada a los rallies Carlos decidió retirarse. Eso sí, no del mundo del motor.  El madrileño actualmente viene disputando desde el 2006 el Dakar. Y en 2010 consiguió la victoria final en uno de los rallies más duros que existen a día de hoy.



 

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Sobre el autor
Javier Lillo
periodismo. Amante del deporte en general,pero apasionado del motor y el Rallye. Siempre hay una primera vez para todo, ayuda a enseñar y aprende a escuchar.