La era híbrida bajó del cielo a Red Bull. Después de cuatro años repletos de éxitos, Mercedes les arrebató este puesto, y desde entonces no han podido luchar por el título. El motor Renault que privó al equipo de la bebida energética de competir por el campeonato, es ahora la única esperanza de poder alcanzar a los de arriba.
Si los resultados no son los esperados puede haber una revolución para el año que viene, los japoneses de Honda están en la recámara montando al equipo “satélite”, de su rendimiento dependerá el salto del equipo chico al grande. Por otra parte, Ricciardo ha vinculado su continuidad en el equipo a poder luchar por el mundial inmediatamente. Por si acaso tienen a un tal Sainz como opción…
En cuanto a la pretemporada, Red Bull mostró un ritmo de carrera muy cercano al de Ferrari, pero algo peor que el de Mercedes. A una vuelta marcaron el segundo mejor tiempo de los test, aunque también es cierto que Hamilton y los suyos no se centraron en marcar tiempos estratosféricos.
Respecto a la fiabilidad, parece que Red Bull y Renault siguen por detrás de Mercedes y Ferrari. Red Bull tuvo un par de problemas que le hicieron quedarse más tiempo del esperado en boxes y provocar una bandera roja con Verstappen. Esto unido al nuevo reglamento para de 2018 que solo permite 3 motores por temporada puede hacer que el equipo afincado en Milton Keynes deba bajarse del carro.
Max Verstappen, el nuevo Vettel
Así de claro fue el piloto holandés cuando le preguntaron que qué esperaba de él Helmut Marko, “Quiere que sea su nuevo Vettel, el piloto de presente y futuro que vuelvo a llevar a Red Bull a la cima”. Si algo ha quedado claro con él, es que ha madurado a pasos agigantados en la Fórmula 1, después de haber conseguido ya 3 victorias con tan solo 20 años. Deberá aprender a controlar esos impulsos que a su vez le hacen especial, si quiere luchar por el mundial con un coche que a priori no va a ser el mejor tendrá que dar un paso más en su carrera.
Sobre la primera carrera, el holandés dijo: "Albert Park no es la pista más fácil de adelantar, haremos nuestro mejor esfuerzo, pero las rectas no son lo suficientemente largas y muchas de las curvas que llevan a las rectas son curvas de 90 grados, y esto hace que sea difícil configurar un pase. Esperamos haber dado un gran paso adelante este año y ser competitivos desde el principio, tener un auto rápido desde la primera carrera y continuar por el resto de la temporada sería genial".
Daniel Ricciardo, el año del todo o nada
Lo ha repetido varias veces, si este año no ve opciones de luchar por el campeonato con Red Bull buscará otras alternativas. Ricciardo ve con recelos el papel que Horner y Marko quieren dar a Verstappen, el piloto australiano ve como poco a poco se le relega a un segundo plano a pesar de haber estado a su nivel en el campeonato. Esta temporada será definitva, si no es capaz de competir por el mundial es más que probable que salga si encuentra algún hueco en Mercedes o Ferrari, el tiempo dirá…
Ricciardo quiere hacer olvidar la carrera de 2017 en este escenario: "Fue una combinación de mis errores y un poco de mala suerte, me estrellé en la calificación y luego tuvimos un problema técnico para la carrera. Todos levantamos la mano diciendo "mi culpa" el año pasado, así que este año es definitivamente el momento de obtener lo que merecemos en Melbourne, o más bien, conseguir lo que buscamos, eso suena mejor", finalizaba.
